"La denunciante es una docente jubilada, de 53 años, y se sentía muy mal. Decía que era una estúpida; la fueron llevando de tal forma, que entró en este ardid", indicó el funcionario policial a La Voz.
"Después, la sobrina dijo que no se dio cuenta que había hecho una transferencia. Por eso, pidió a las 14 horas el resumen de movimientos y se dio cuenta de que se realizaron otras transferencias, esta vez desde su cuenta, por 130.000 pesos", remarcó el funcionario policial.
"Las cuentas de destino están, y pertenecen al banco Santander. La situación ya se informó a la Justicia", concluyó Páez.