En el segundo día del juicio que se lleva adelante contra Javier Álvarez y Soledad Zapata, por el crimen de los hermanos Gustavo y Hugo Zapata, se conocieron más testimonios sobre las lesiones en el cuerpo de los pequeños y también de la madre.
Caso Zapata: el padrastro de los niños asesinados tenía en la casa un santuario a San La Muerte
Además vecinos del barrio “80 viviendas”, revelaron que el imputado poseía en su casa un santuario de culto a San La Muerte.
Uno de los testigos apuntó: “Los nenes contaron que a estos chiquitos los hacían comer excremento”.
Entre los testimonios de este miércoles, algunos especialistas médicos y funcionarios policiales narraban los signos de violencia en el cuerpo de las víctimas, además de las pericias volumétricas a un equipo de audio con el cual Álvarez tapaba los gritos y llantos de los pequeños cuando los golpeaba.
Un médico de apellido Bugatti, del hospital Masvernat, confirmó haber detectado a la hora de examinar al pequeño Gustavo, “signos de desnutrición y lesiones en el tabique, además de quemaduras”, a lo que añadió que en la madre pudo visibilizar “lesiones de vieja data en el cuero cabelludo y también signos de desnutrición”.
Estas mismas lesiones fueron corroboradas por el médico forense de la fiscalía, Dr. Alegre, quien señaló que “Zapata tenía lesiones en su cuello, manos, nariz”, a las que se sumaban “cortes en el cuero cabelludo y quemaduras de cigarrillo”.
Estos datos fueron también descriptos por el médico policial de la Jefatura de Concordia, que dijo haber visto “lesiones leves en el mentón, los ojos, pero más que nada raspones y escoriaciones”.
A estos testimonios se sumó el de Claudio González, actual pareja de Vanesa Corrado -madre de los hijos más grandes de Álvarez- quien subrayó ante los jueces: “El hijo de Vanesa nos dijo que el nene más chiquito estaba enterrado debajo de la cuna cuando fuimos”.
Y amplió mencionando que una vez entregados nuevamente a Corrado, “iban contando en las cenas y los almuerzos las cosas que iban pasando en aquella casa, diciendo cómo no los dejaba salir o como que les pegaba a los nenes fallecidos”.
Interrogado sobre las amenazas a su actual mujer, Gónzalez enfatizó que “cuando vivían juntos llegó a ponerle un cuchillo en la garganta y le pegaba cuando estaba embarazada”, agregando que Corrado “tenía mucho temor para salir a la calle y encontrárselo” a Álvarez.
Fuente: Diario Río Uruguay