Sebastián Togni se cree tan impune que ayer, en plena cuarentena obligatoria y a la luz del día, andaba con otros compinches por la zona de avenida Almafuerte y Blas Parera en la ciudad de Paraná. Tenía encima un pedido de captura porque no se presentó a cumplir la condena de siete años de prisión efectiva por un brutal asalto perpetrado contra una escribana.
Al fin: un violento asaltante condenado quedó tras las rejas
Luego de varios días de vigilancias y seguimientos, efectivos policiales de la División Robos y Hurtos logró apresarlo. Ahora, luego de haber zafado durante años de varias causas judiciales por atracos violentos, pisará la cárcel, mientras espera ser juzgado nuevamente por un robo por el cual fue absuelto: el asalto a la familia de Diego Jara en su casa del barrio Paracao.
Cada vez que la banda delictiva liderada por Togni daba un golpe, recurría a una violencia brutal. El asalto a la escribana Graciela Pacher no fue la excepción: el 3 de septiembre de 2015, con dos cómplices, irrumpió en su domicilio de calle Santa Fe 245 y, para robarle dinero, la golpeó en el rostro. La Policía, que lo tenía en la mira por varios asaltos similares, logró detenerlo por ese hecho. Quedó libre, lo juzgaron el año pasado y lo condenaron, pero todavía no iba a la cárcel. La sentencia que lo confinó a siete años de prisión quedó firme, pero Togni no se presentó a cumplir su pena. Por eso, efectivos policiales de Robos y Hurtos inició averiguaciones, seguimientos y vigilancias, hasta que ayer al mediodía, en plena cuarentena obligatoria, el delincuente fue arrestado en la zona de avenida Almafuerte y Blas Parera. Ahora sí, luego de haber zafado varias veces, Togni pisará la cárcel.
En aquel episodio delictivo, Togni maniató a la escribana con precintos, la amenazó con un arma de fuego y le pegó en la cara tan fuerte que le sacó tres dientes, al tiempo que le exigía dinero y joyas. Media hora después llegaron dos amigos de la víctima a cenar, quienes también fueron interceptados, amenazados con un cuchillo y golpeados en sus rostros y brazos. Se fueron a las 22.30, luego de una hora en el domicilio, con 700 dólares, 30.000 pesos, y tres armas.
En el juicio desarrollado en abril del año pasado, Togni fue condenado por ese hecho, pero absuelto por el asalto a la familia del exfutbolista de Patronato, Diego Jara. Había ocurrido el 3 de septiembre de 2015, cuando dos ladrones en la modalidad “entradera” redujeron y maniataron a la pareja del deportista y sus padres, a quienes les pedían el dinero del sueldo del jugador. Se fueron con un botín de 100.000 pesos que había en un ropero.
El Tribunal que juzgó a Togni consideró que no había pruebas suficientes para determinar su participación en el hecho y lo absolvió. La fiscal Matilde Federik presentó un recurso de Casación, donde logró que la Cámara anulara la absolución y ordenara hacer un nuevo juicio, al tiempo que confirmó la condena por el asalto a la escribana. Ahora, el delincuente que cuenta con una amplia trayectoria con este tipo de robos, aguarda por el nuevo debate.
En tanto, como se indicó, al no presentarse ante la Justicia tras quedar firme la condena, los investigadores de Robos y Hurtos comenzaron a buscarlo. Llegó el dato de que frecuentemente visitaba una verdulería de la zona este de Paraná. En varias oportunidades no lo encontraron, hasta que ayer al mediodía lo localizaron cuando se estaba subiendo a un auto Fiat Uno. En ese momento lo interceptaron y no tuvo más opciones que entregarse. Ahora comenzará a cumplir la sentencia y, por lo tanto, el aislamiento obligatorio que también estaba desobedeciendo.