El candidato a vicepresidente Miguel Pichetto acordó una lista de senadores de Juntos por el Cambio en Neuquén que era imposible de imaginar antes que Mauricio Macri lo proclamara como compañero de fórmula. La integrarán el intendente de la capital, el radical Horacio Pechi Quiroga; y la actual senadora del Movimiento Popular Neuquino (MPN) Lucila Crexell, que el miércoles anunció junto a Carlos Espínola el respaldo al rionegrino en su nueva etapa.
Modesta cosecha de lugares para el flamante sector pichettista
Quiroga estaba vetado a participar por un compromiso por escrito firmado en enero por los tres partidos de Cambiemos, que consistía en proscribir para las listas del Congreso a quienes hayan intentado ser gobernadores por sus provincias, pero Pichetto se encargó de levantar esa restricción.
Sin embargo, en Buenos Aires María Eugenia Vidal le dio un premio consuelo a Pichetto en el cierre de listas e incluyó a Claudia Rucci en el tercer lugar de la boleta de senadores por la Tercera Sección electoral.
La decisión de la gobernadora es un gesto menor ante los pedidos del candidato a vicepresidente, que pretendía quedarse con dos lugares de la lista de diputados nacionales por la Provincia –para ubicar justamente a Rucci y a Mabel Müller– y además presionaba por más lugares en las listas seccionales para los viejos dirigentes que responden a su armado, como Chicho Basile, Cacho Álvarez, entre otros.
Tampoco sus aliados del ala política del gobierno, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio fueron favorecidos por la gobernadora, que actuó en tándem con el jefe de Gabinete Marcos Peña.
En 2015, Monzó había tenido la lapicera para armar las listas de legisladores nacionales y provinciales de Buenos Aires. Pero esta vez, Vidal hizo valer el poder de su estructura propia a la hora de elegir los candidatos. Macri y Peña se lo permitieron. Frigerio no tuvo mejor suerte. Su viceministro, García de Luca, hombre del riñón de Monzó para quien se esperaba un lugar destacado en la boleta, quedó en noveno lugar.