Hay una situación que se repite y no deja de indignar a toda una comunidad. Desde hace tiempo se escucha que en innumerables oportunidades el “cementerio nuevo” de la ciudad de Concordia es objeto de reiterados robos. Los episodios de inseguridad son variados: robo de placas de bronce u otro material para su fundición. El tamaño no importa. Los delincuentes se las llevan de cualquier modo.
Ni los muertos tienen paz
De acuerdo a lo que cuentan los transeúntes y quienes trabajan en el lugar, el modus operandi que tienen estas personas consiste en ingresar al predio con un bolsito/mochila con la justificación, y hasta a veces ni eso, de que van a visitar a algún familiar. Así se encargaban de no ser sorprendidos por el personal del cementerio. Ya sea en los nichos o donde más cómodo les quede, minuciosamente hacen “su trabajo” y se retiran del lugar como si nada ocurriera.
En alguna ocasión han sido sorprendidos y hasta han huido sin dejar rastros de nada. Inclusive en oportunidades se dio a conocer la noticia de personas detenidas por sustraer elementos en un bolso y algunas de ellas fueron capturados en las inmediaciones porque se escapaban por la parte trasera. Y sin dudas que habrá que estar en los zapatos de los familiares que al ir a visitar a su ser querido se encuentran con este panorama. Indignación total por donde se lo mire.
No es de ahora y los casos se repiten a tal punto que desde la Secretaría del cementerio debieron invertir en cámaras de video vigilancia para contrarrestar este tipo de vandalismo. “Desgraciadamente estos hechos no se terminaron, lo estamos encarando día a día. Ahora con la instalación de las cámaras estamos haciendo un monitoreo permanente”, indicó recientemente la directora del cementerio, Claudia Otaegui.
Actualmente el cementerio se equipó con 25 cámaras para contrarrestar este tipo de robos que no cesan, además están en vías de agregar unos diez dispositivos más a las ocho manzanas del predio para un mejor control de todos los sectores. Inclusive, esta continuidad de vandalismo sin límites ha obligado seriamente a tener que elevar las medidas de seguridad, ya no solo en los horarios en que permanece abierto al público el lugar, sino que han anticipado que seguramente desde el mes de marzo el control del personal de seguridad se producirá durante la noche cuando permanece cerrado. Sería de 19 a las 7, aproximadamente. Y claro, estos gastos también saldrán del bolsillo del contribuyente.
“En el ingreso al cementerio tenemos personal de vigilancia y cuando vemos que ingresan personas con mochilas, tenemos que controlarlos. Pedimos que nos muestren lo que llevan adentro al salir, hasta a eso hemos tenido que recurrir”, manifestó Otaegui. Con este tipo de video vigilancia desde el área municipal, esperan reducir estos vandalismos y, en definitiva, que los seres queridos puedan descansar en paz.