No uso redes sociales y por las barbaridades que veo a diario pienso que no lo voy a hacer. El material que da vueltas, sea negativo o positivo, me llega por mi labor en los medios de comunicación o porque algún amigo me lo muestra. Es decir, de una manera u otra me entero de aquello que se viraliza en el terreno virtual. Es más, hace un par de días hasta caí en la inmadurez, por no escribir otra cosa más elevada de tono, de compartir un video que luego terminó siendo algo totalmente distinto. Colaboré con el daño que hacen las redes y que a veces es irreparable, más allá de que en este país casi todo se olvida, ya que el show debe continuar.
Malditas redes sociales
Por Andrés Martino
Hace unos días me llegó el video de Santiago Mangoni, piloto de Chevrolet en el Turismo Carretera. El automovilista de 31 años, que nació en Balcarce, fue acusado de drogarse en cámara antes de hablar en un programa de deportivo de Canal 25 llamado Máxima Velocidad.
Mangoni estaba para salir al aire vía skype y cuando lo saludan, se observa el gesto del acto de consumo. Un tarado, porque no se lo puede calificar de otra manera, filmó esa situación y la viralizó en las redes sociales sin importarle nada y sin tener algún costo que pagar cuando luego se demostró lo contrario.
¿Qué hice yo cuándo recibí el video? Sin chequear la info, como hacen casi todos, lo reenvié a un amigo de la Redacción de Diario UNO para reírnos de la situación, pero jamás me puse a pensar en el perjuicio que provoca un hecho así, sea verdad o no. Y es más, dos días después Santiago salió a desmentir lo ocurrido demostrando que todo fue una terrible confusión. Contó que bajó la cabeza para darle un beso a su perra y dejarla luego en el piso para que vaya con los integrantes de su familia que estaban detrás del celular donde hacía la conexión. Tremendo. “Me voy a hacer un test de sangre para que comprueben que jamás en mi vida consumí drogas. Solamente le di un beso a mi perra, mi familia estaba detrás del teléfono y eso fue todo. Tengo que salir a desmentirlo para que la gente sepa quién es Santiago Mangoni”, dijo en un video aclaratorio.
Hubo muchísima gente que se burló de la situación y colaboró con el escrache, pero hubo otros que salieron a bancar la parada, como por ejemplo sus colegas. “No le hagas caso @santiagomangoni a la gente que está al pedo y habla sin saber. Te conozco desde chico cuando corríamos en Karting y sé la clase de persona que sos. Disfrutá de tus logros deportivos y a la gilada ni cabida”, posteó Juan De Benedictis. En tanto Agustín Canapino sostuvo por la misma vía: “Asco me da el periodismo amarillista. Asco me da que manchen con algo así a un gran deportista y a persona como @santiagomangoni. Qué sociedad de mierda somos. No hace falta decir más nada, solo me da tristeza saber que estamos cada día peor en este país”.
Entiendo que hay muchísima gente que le da la utilización correcta a las redes sociales, que las utiliza para buenos fines y hasta para trabajar y generar ingresos, pero está claro que hay muchísima más que solo la utiliza para agraviar a otros individuos o instituciones y eso debería tener algún tipo de sanción en Argentina. ¿Estoy pidiendo demasiado?