El culebrón de los Etchevehere pasó, y volvieron las varias causas al lento transitar del Poder Judicial, y los canales porteños ya no transmiten desde ese remoto rincón del campo entrerriano. Los productores que se movilizaron para bancar a la familia terrateniente volvieron a su casas. Algunos se quedaron con ganas de meterle bala a los negros de mierda, choriplaneros del conurbano que andaban con Juan Grabois, una suerte de Robin Hood moderno para algunos, o un zurdito patas sucias para los de la vereda de enfrente. La propiedad privada ha sido resguardada por una jueza de la república. Los argentinos de bien, a quienes les preocupaban las tomas de campos en Entre Ríos, ahora pueden respirar un poco más tranquilos; pero no descansar, … hay que estar siempre atentos por si estas hordas de seudo chacareros de bermudas y ojotas, manga de sembradores de plantines de vivero, volvieran a acechar al campo entrerriano.
Dolores Etchevehere, y los recuerdos incómodos
Por Carlos Matteoda
Enumera una nota de La Nación los daños que sufrió la propiedad: “rotura de barandas” del patio junto a la foto de una tablita quebrada, la ropa blanca de la casa que fue usada por los artiguistas y un altar al Gauchito Gil en una las habitaciones… lo único que faltó es que fotoshopearan la estampita de Antonio Gil Núñez y le pusieran la cara de alguno de los hermanos Cornejo.
Juan Grabois ya se fue. Dolores estuvo en cana como querían verla los vecinos de la Asociación del Rifle que acamparon en la puerta de Domus Novus. La magna mater dijo en TN que invitará a su hija a comer un asado en Navidad, siempre y cuando acepte compartir los gastos. Luis Miguel es casi candidato y muchos se quedaron con ganas de que ardiera un fuego purificador como el de Guernica, que quema y enseña.
En Entre Ríos no hay tomas de campos y lo de los Etchevehere es una disputa familiar. Pero, la verdad no siempre es atractiva como algún relato. Si se contaba así el conflicto, todo se deslucía: lo de Dolores hubiera perdido un poco de tono épico, y lo de sus hermanos varones quedaba para la crónica policial/judicial.
Pero eso ya pasó y llegó el momento de mirarnos a un espejo que no siempre nos devuelve la mejor imagen.
En las últimas horas un juez citó a indagatoria a los hermanos Luis Miguel, Juan Diego, Sebastián; y la madre Leonor, en la causa en los que se lo acusa por el vaciamiento de la empresa que editaba El Diario de Paraná. Que no fue solo una maniobra para perjudicar a integrantes de la empresa y/o herederos del terrateniente y empresario periodístico Luis Félix Etchevehere, según se sabe. Quedaron 80 personas sin trabajo.
Uno se pregunta si de no me mediar esta situación político mediática, los hubieran citado igual. Y por supuesto que aplude que la causa de mueva.
Igualmente vimos como muchos medios de otras provincias –no los hegemónicos, lógicamente– publicaban la historia del campo de la escuela técnica de Santa Elena, cómo don Luis se quedó con 70 hectáreas e incluso con el pozo de agua del establecimiento, cuando parece que puso mal el alambrado de un campito comprado gracias al poder de posición editorial frente a la dirigencia política del momento.
Lo sabían los políticos y los jueces entrerrianos. Lo sabíamos los periodistas; pero nadie (en rigor casi nadie) decía nada. Tendríamos que agradecerle a Dolores y a Grabois que pusieron el tema en agenda. ¿Habrá algún fiscal en condiciones de reabrir esa causa?, que parece que se cerró con la extinción física de Zahorí, según contó el gobernador de entonces.
Cuando algún landronzuelo de gorrita y ropa deportiva trucha rompe la puerta de una escuela para robarse la garrafa del comedor y alguna otra cosa, decimos “qué basura, capaz que sus van a esa misma escuela”. Parece haber consenso en que es más grave cuando se roba en una escuela o en un hospital. Pero no siempre, no para todos.
Otro capítulo de olvido y poder feudal es lo relativo a los campos del frigorífico, curiosa forma de institucionalizar,
Si fuera posible revisar estas cosas, poner un poco de justicia a estas situaciones, la calidad institucional de la provincia mejoraría notablemente y habrí sido la mejor contribución de Dolores a mejorar la reputación familiar.