A 17 años del hat trick de Busti. Hace 17 años se realizaron unas elecciones provinciales que tuvieron muchos componentes como para ser recordadas. Concluía su segundo mandato Sergio Alberto Montiel, el último conductor que tuvo el radicalismo entrerriano. La crisis social, política y económica de 2001 había impactado fuertemente en la provincia, y su gobierno se venía deshilachando hacía rato. Sobran ejemplos, pero por citar solo algunos, había perdido la mayoría en la Cámara de Diputados y varios legisladores suyos –electos por la Alianza en el 99– conformaban un interbloque con el peronismo; o la Fiscalía de Investigaciones Administrativas creada por Montiel para enjuiciar a dirigentes peronistas pedía el juicio político de su mentor y de varios de los miembros del Superior Tribunal de Justicia, que Montiel había nombrado luego de realizar una fuerte renovación con la recordada Renta Vitalicia.
A 17 años del hat trick de Busti
Por Carlos Matteoda
No es objeto de esta nota valorar la segunda gestión de Montiel, que tuvo un claro saldo negativo, puesto que para avanzar en ese análisis habría que considerar la situación nacional y numerosas particularidades locales. Sí es cierto que el caudillo radical resistió las circunstancias y se quedó hasta el último día en la Casa Gris, aunque algunas veces pareció cierta la posibilidad de que se fuera antes, especialmente durante 2002, el año del intento de someterlo a juicio político.
Los meses previos a aquella elección el nuevo gobierno peronista de Néstor Kirchner había instalado un clima de normalidad, luego de tanta desazón. Antes, en el mandato provisorio de Eduardo Duhalde había establecido un nuevo rumbo económico e incluso se había implementado el rescate de los bonos federales, por los que posiblemente sea más recordado el exgobernador radical.
La elección del 23 de noviembre, solo dos semanas antes del fin de su mandato, fue convocada al filo de los tiempos posibles; en un contexto de una batalla legislativa para lograr que se votara en las autoridades de las Juntas de Gobierno, con las que el montielismo pensaba hacerle fuerza a Jorge Busti, quien finalmente se consagró gobernador.
Busti completaría su tercer mandato –sin existir entonces cláusula de reelección– ganándole al intendente radical de Paraná Sergio Varisco, quien consiguió un destacado 34,5% de los votos si se considera que era el candidato del partido de Montiel o Fernando De La Rúa. El presidente municipal de Paraná había derrotado en la interna al candidato montielista, el concordiense Alberto Rotman, y concurrió a la elección con el vecinalista sanjosesino Aldo Follonier como candidato a vicegobernador, con el sello Frente Social.
Busti logró el 44,6%, con Pedro Guastavino como candidato a vice, y un claro apoyo del gobierno nacional que incluyó la presencia en Paraná de Cristina Fernández, Roberto Lavagna y Aníbal Fernández, entre otros. El concordiense tuvo amplía mayoría en ambas Cámaras legislativas y su mandato en el Senado Nacional fue completado por Laura Martínez Paz de Cresto. No fue el único reemplazo en favor de las mujeres: en esa misma elección, Julio Solanas fue electo intendente de Paraná y asumió en su lugar Delma Bertolyotti. Solanas derrotó al candidato de la familia Varisco: el dirigente radical Humberto Raúl, hermano de Sergio.
Las horas previas a las elecciones la provincia vivía un clima de incertidumbre. El sábado 8 de noviembre habían baleado el Renault Megane en el que Busti volvía a Paraná cuando transitaba cerca de Crespo. El exmandatario iba dormido según cuenta la crónica de UNO de ese momento. A la mañana de ese mismo día, en Concordia, habían apedreado a una caravana encabezada por Varisco de la cual quedaron un par de personas internadas.
El 22, el portal digital de Crónica titulaba “Funestos presagios rodean a los comicios de mañana en Entre Ríos”. Montiel había admitido su preocupación , pero la elección se desarrolló sin problemas.
Cualquier hipótesis sobre lo que hubiera ocurrido con otro resultado hoy es solo un ejercicio de imaginación. De esa gestión de Busti surgió la candidatura a gobernador de Sergio Urribarri en 2007 y también la reforma constitucional de 2008.