Estudiantes universitarios que forman parte del proyecto Manos a la Obra se preparan para retomar sus actividades en el barrio Hijos de María, en Paraná, donde comenzaron una noble tarea de inclusión social que se gestó en el 2019, renovando posteriormente sus proyectos cada año para que los vecinos del lugar accedan a mejores condiciones de vida.
Manos a la Obra, voluntariado de jóvenes con una gran misión
Por Vanesa Erbes
Manos a la Obra, presente en el bario Hijos de María.
Acerca de esta iniciativa, desde el Arzobispado explicaron: “Manos a la Obra (MO) es un proyecto solidario que pretende acercar, de manera experiencial, la fe con la vida y específicamente con los diversos ámbitos del saber que desarrollan los universitarios. Su finalidad es que estudiantes y jóvenes profesionales puedan salir al encuentro de la realidad en la que viven, poniendo sus conocimientos al servicio de una comunidad específica”.
Asimismo, indicaron: “Es una experiencia de encuentro con el otro, ya sea con compañeros de la misma disciplina, con los de otras carreras, con las personas de la comunidad, a partir de la cual además se generan conocimientos y experiencias nuevas que servirán para enriquecer la vida universitaria”.
Quienes quieran sumarse a este proyecto solidario, aún están a tiempo y se pueden contactar a través de Facebook o Instagram: Manos a la Obra Paraná. Los encuentros serán los fines de semana, de 18 a 20. Este año el lema que los acompañará en esta labor es “Seamos puentes de esperanza”.
Carolina Quiroz es estudiante de la licenciatura en Psicología, es una de las voluntarias que participa en cada edición y contó a UNO que es el tercer año que están en este sector de la ciudad: “En 2019 se elaboró el proyecto y la primera vez que fuimos al barrio fue en enero de 2020. Tratamos de sostenernos y seguir adelante durante el primer año de la pandemia; y pudimos seguir el año pasados los fines de semana. Y ya nos preparamos para comenzar este año también”.
En referencia a la propuesta, señaló: “Manos a la Obra se caracteriza por ser un proyecto solidario que convoca tanto a estudiantes como a graduados del ámbito universitario que deseen poner al servicio de los demás lo que han estudiado. Este proyecto tiene la particularidad de ir integrando en diferentes áreas los aportes de cada estudiante o profesional”.
En cuanto a las actividades que llevan a cabo, Carolina manifestó: “Trabajamos con los vecinos, pensando con ellos diferentes problemáticas propias del barrio, de su vida cotidiana, para poder generar de nuestro espacio actividades que nos permitan estar compartiendo en comunidad”.
“Fue a partir de la pandemia que se propuso hacer un proyecto más integrado y se implementó la iniciativa de una huerta; pero también se gestionó aportar en otras áreas desde las especialidades de las diferentes carreras, tanto desde la salud y la educación para los niños, como en acciones con la población en general a través del eje que atraviesa el proyecto, que es justamente la huerta, promoviendo el cuidado del ambiente y demás”, añadió la joven estudiante.
Experiencia
El programa Manos a la Obra se desarrolla a nivel país en diferentes localidades, entre ellas Rosario y Mendoza, y algunas ciudades de Buenos Aires. Es una propuesta impulsada por la Pastoral Universitaria y a nivel local trabajan desde el 2019, convocando a los jóvenes a que puedan llevar los conocimientos que adquieren a través de una carrera a un campo de acción vinculado con una realidad concreta de la comunidad en la que viven.
Ya con un recorrido dentro del proyecto, Carolina valoró: “Es una experiencia en la que se da un aprendizaje cotidiano. Hubo diferentes momentos: en un primer año quizás llegamos con una idea de querer solucionar todo lo que se requiere en el barrio en el que intervenimos, y con la marcha nos dimos cuenta de que hay problemáticas que son complejos”.
“Eso no nos desalienta, sino que nos impulsa a tener una mirada de esperanza, y nos incentiva a ayudar desde nuestra formación sosteniendo esta actividad”, aseguró.
Wendy Lanterna, estudiante del profesorado de Lengua y Literatura y también integrante de Manos a la Obra en Paraná, contó que conoció este proyecto a través del párroco de la iglesia Sagrado Corazón, a la que asiste habitualmente: “El padre Dante nos comentó a los integrantes de la comunidad sobre Manos a la Obra. Participamos de las charlas previas y demás, y a medida que fue pasando el tiempo hicimos las primeras visitas al barrio. Eso fue lo más importante, porque fue lo que nos cautivó para participar en esta iniciativa”.
La joven recordó que fueron estableciendo y reforzando un vínculo con los vecinos, y “se terminó forjando una fraternidad entre los integrantes de Manos a la Obra y los habitantes del barrio”.
“Nosotros en el lapso de un año realizamos visitas previas para los habitantes de la zona nos conocieran y también para observar cuáles eran las principales problemáticas que había. Al año siguiente empezamos a trabajar en el lugar y fue una gran experiencia, muy novedosa para todos. Y pudimos desarrollar los proyectos que habíamos planificado en el año anterior”
A su vez, contó que desde su formación es una de las referentes del proyecto de Educación y Arte en Manos a la Obra, destacando la participación que han tenido hasta ahora quienes viven en el barrio Hijos de María. “Por parte de los vecinos hubo mucha participación y fue una experiencia hermosa, porque se sumó gente de todas las edades”, dijo a modo de conclusión.