La Cámara de Diputados de Santa Fe deberá definir en los próximos días el futuro de un proyecto de ley que propone declarar "plaga" a las torcazas y otras especies similares en la provincia. La iniciativa, que ya obtuvo media sanción en el Senado, busca crear un programa provincial de control poblacional.
Santa Fe avanza contra las palomas y Paraná aplica un control no letal
En Santa Fe buscan declarar "plaga" a las palomas torcazas para controlarlas, mientras que en Paraná optan por métodos naturales y seguros.
Por Gerónimo Flores
Santa Fe avanza contra las palomas y Paraná aplica un control no letal.
El proyecto reabre el debate sobre cómo abordar la proliferación de palomas en entornos urbanos, una problemática que también tiene su correlato en ciudades de Entre Ríos como Paraná, aunque con estrategias diferentes.
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El proyecto, impulsado por el senador santafesino Rodrigo Borla (San Justo, Unidos), habilita al Ministerio de Desarrollo Productivo a firmar convenios con organismos nacionales, municipios, universidades, institutos de investigación, entidades agropecuarias y organizaciones no gubernamentales para avanzar en soluciones conjuntas.
"Estamos buscando un sistema ambientalmente sustentable", señaló Borla en declaraciones a LT8. El legislador remarcó que la paloma "es parte de la cadena alimentaria", aunque reconoció que "la solución no es fácil", incluso después de haber probado distintas medidas para limitar su reproducción.
Entre los antecedentes mencionados, Borla recordó que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabajó en la implementación de un repelente para palomas, aunque advirtió que "no está dando la solución que se estaba esperando". En ese marco, consideró clave la conformación de una mesa de diálogo que reúna a los distintos equipos técnicos.
La iniciativa, sin embargo, despertó la preocupación de organizaciones proteccionistas, que alertaron que declarar a las palomas como plaga podría derivar en prácticas de eliminación masiva. Ante esos cuestionamientos, el senador aclaró que el proyecto no contempla un plan de exterminio. "No vamos a salir mañana a matar a todas", afirmó, aunque tampoco precisó cuáles serían los métodos a aplicar una vez que la especie sea declarada plaga a nivel provincial.
El abordaje de Paraná
Mientras en Santa Fe el debate avanza en el plano legislativo, en Paraná la situación epidemiológica y el abordaje del problema son distintos. Desde mayo de este año, la Dirección de Plagas y Vectores del área de Ambiente del municipio lleva adelante un trabajo de vigilancia epidemiológica en conjunto con la vecinal María Auxiliadora, tras varias instancias de diálogo para consensuar una metodología de intervención.
El operativo consiste en recorridas dos veces por semana en las que se aplica un repelente natural (que no es veneno) con el objetivo de lograr que las palomas migren de manera progresiva. La finalidad es expulsarlas del lugar de forma natural, sin causarles daño ni recurrir a la matanza.
Las tareas suelen comenzar los días lunes y continúan los jueves o viernes, de acuerdo con la planificación semanal. El plan está previsto para desarrollarse durante un año, período en el que se evaluará su efectividad para decidir si se ajusta o se consolida la estrategia.
El recorrido principal se realiza sobre calle Misiones, entre Colón y avenida Echagüe, y se amplía a un radio cercano que incluye zonas de San Luis, Ferré, Santa Cruz, Uruguay y Rosario del Tala, donde existen colonias de palomas o árboles propensos a su asentamiento.
Así, mientras Santa Fe debate una ley para declarar plaga a estas aves y definir un marco provincial de control, en la capital entrerriana se sigue trabajando muy firme y con fuerza en una experiencia basada en la vigilancia epidemiológica y el uso de métodos no letales, mostrando dos enfoques distintos frente a una problemática común en la región.
El hecho que puso en marcha nuevamente el control
La Comisión Vecinal María Auxiliadora de Paraná anunció en septiembre que comenzó a implementar un plan de control de la población de palomas en el barrio, luego de que se detectaran varias aves muertas en la vía pública.
Según un análisis preliminar realizado por la Municipalidad de Paraná, las palomas habrían muerto por envenenamiento, lo que generó preocupación entre los vecinos. El hallazgo de las aves muertas sobre las veredas y aceras de calle Misiones encendió alarmas sobre la posible presencia de cebos tóxicos en la zona.
El hecho también reactivó un pedido vecinal para retomar un programa de manejo de palomas que había comenzado en 2023, pero que había quedado suspendido. La medida busca controlar la población de estas aves y disminuir los inconvenientes que generan en la vida cotidiana, como la acumulación de heces y los malos olores.
Agentes de Control de Plagas y Vectores de la municipalidad realizaron una constatación a campo y confirmaron la hipótesis del envenenamiento. Todo indica que un particular, cansado de las molestias, podría haber colocado los cebos tóxicos en árboles y otros sectores habitados por las palomas, repitiendo un comportamiento que ya se había registrado con anterioridad.
Desde la Comisión Vecinal destacaron la importancia de implementar medidas de control oficiales y seguras, para evitar riesgos para las personas, las mascotas y el resto de la fauna urbana, y evitar recurrir a métodos peligrosos como el uso de veneno.















