Los entrerrianos lo sabemos muy bien. Nuestra provincia tiene un potencial enorme, por nuestras riquezas naturales, por nuestra posición privilegiada, en el corazón del Mercosur, y por el talento de nuestra gente que, sin dudas, es nuestro mayor valor: esa cultura del trabajo, esa resiliencia y esa búsqueda permanente de superarnos que llevamos en nuestros genes.
Rogelio Frigerio: "Ahora el Estado está para servir a los que producen, a los que invierten y los que crean trabajo"
Se realiza este jueves la 20° Jornada de la Industria de la UIER bajo el lema "La innovación y el liderazgo empresario como motores de transformación".
Con esas condiciones, la industria, así como el campo, tienen que ser pilares esenciales del desarrollo que necesitamos los entrerrianos. Lamentablemente, durante años, el potencial de nuestra industria fue desaprovechado. Y el motivo lo conocemos todos: un Estado grande y más preocupado por preservar los privilegios de la política que por servir a la sociedad. Quienes a diario se esfuerzan por innovar y producir debieron, durante años, lidiar con un Estado que, cuando llegamos al gobierno, parecía preparado para impedir, con constantes regulaciones innecesarias, trámites anclados en el tiempo e impuestos que ahogaban y achicaban los márgenes de ganancia, generando así un límite a la reinversión.
Ese paradigma cambió en Entre Ríos. Dejamos atrás una historia de obstáculos entre la política y la producción y ahora trabajamos como un sólo equipo, hombro con hombro.
La Argentina está sufriendo la peor crisis desde el retorno de la democracia y los ingresos de la provincia se encuentran en niveles inferiores a los de la pandemia. A pesar de eso, evitamos caer en el default, logramos reactivar la obra pública, trabajamos para mejorar la infraestructura y reparar los caminos de la producción, acompañamos con créditos para los sectores productivos e impulsamos la adhesión al RIGHI nacional y la creación del RINI provincial para estimular las inversiones en nuestra tierra.
Entre Ríos no va a salir adelante si no cambiamos la relación entre la cantidad de empleo público y privado. Otras provincias vecinas, como Córdoba y Santa Fe, lo lograron, y las diferencias en cuanto al desarrollo están a la vista. El Estado no puede ser el mayor dador de trabajo porque eso se traduce en más impuestos para la sociedad.
El desarrollo real y sostenible va a venir de la mano de la industria y del campo, de los nuevos emprendimientos, de las pymes y de las grandes empresas que vean no sólo el potencial de nuestra provincia sino también algo más, que antes no existía: la firme decisión política de generar las condiciones para que las empresas que ya están en Entre Ríos puedan crecer y las que evalúen dónde radicarse o expandirse, nos elijan.
Hay grandes ejemplos de industrias de esta provincia que superaron todos los obstáculos que hubieron en las últimas décadas y, a pesar de eso, se convirtieron en una referencia ineludible a escala nacional. Queremos que sepan que van a encontrar siempre en nuestro gobierno a personas decididas a sacarles el pie de encima y ponerse a su servicio. Porque estamos acá para mejorar la vida de los entrerrianos, y sabemos que eso lo vamos a lograr si generamos las condiciones para que haya trabajo en el sector privado. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance y más para lograr ese objetivo, ya que, si la política no sirve para mejorar la vida de la gente, la política no sirve para nada.