La capital entrerriana, Paraná, celebra este miércoles 25 de Junio sus primeros 211 años como aniversario de su elevación de poblado a "Villa". La ciudad que no tiene fecha de fundación y es símbolo de río, paisajes, mate, disfraces y mucho más.
Paraná cumple 211 años: izamiento de bandera e historia
Este miércoles Paraná celebra los 211 años desde su elevación a Villa. No tuvo fundación pero fue creciendo a la vera del río hasta ser la actual metrópoli.
La intendenta de Paraná, Rosario Romero, encabezó este martes el acto oficial por el aniversario. “Sentimos mucha alegría porque celebramos contando historias, las cosas buenas hay que festejarlas”, expresó.
“En todos estos días la ciudad se ha visto llena de música, de arte, de emprendedores y de visitantes, algo importante porque hubo un porcentaje grande de ocupación hotelera y una activación de nuestro comercio”, reflexionó la presidenta municipal.
“Los paranaenses acompañaron y fueron protagonistas, los comerciantes abrieron sus puertas y el vecino, con la amabilidad que nos caracteriza, recibió a quienes nos visitaron desde el resto de Entre Ríos y también de otras provincias”, finalizó.
Estuvieron presentes el viceintendente David Cáceres, funcionarios de distintas secretarías y concejales.
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Historia de la capital de Entre Ríos
A comienzos del siglo XVI, los habitantes de Santa Fe se fueron estableciendo en esta orilla del río, ya que encontraban más seguridad para sus bienes y familias. Es por ello que Paraná no registra una fundación como era costumbre de los colonizadores españoles: se formó por decisión de esta gente.
A fines del siglo XVI se levantó una capilla que prestaba servicios religiosos a los pocos pobladores de la “Baxada de la otra Banda del Paraná”. Ese poblado siguió creciendo y las autoridades decidieron dotarlo de una iglesia, por iniciativa a cargo de Mauricio Zabala, gobernador de Buenos Aires. Así, el Cabildo Eclesiástico erigió la Parroquia del Pago de la Otra Banda del Paraná bajo la advocación de la Virgen del Rosario (1730). En 1813 nuestro pago alcanzó la categoría de Villa al ser declarada “Villa de Nuestra Señora del Rosario de Paraná”.
Los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en la Batalla de Caseros y la posterior Jura de la Constitución en Santa Fe en 1853, convirtieron a Paraná en capital de la Confederación Argentina a partir del 24 de marzo de 1854.
Como resultado de la Batalla de Pavón, el 17 de septiembre de 1861 dejó de serlo, hasta que en 1883 fue declarada nuevamente capital de Entre Ríos.
De Villa a ciudad
Francisco Ramírez organizó la República de Entre Ríos y Paraná se convirtió en su centro activo. La Villa tenía en esa época 4.230 habitantes y 781 viviendas según el censo de 1820. Tras su muerte, Entre Ríos superó la prueba de fuego de la anarquía e inauguró una etapa constitucional (1822). Paraná progresó y el 17 de marzo de 1822 se convirtió en capital de la provincia.
Estaba dividida en dos grandes departamentos. La Paz permitió el crecimiento de establecimientos industriales y la activación del comercio, apoyado por un intenso movimiento portuario. El 26 de agosto de 1826 se promulgó la ley que declaró ciudad a Paraná.
Confederación Argentina
La separación de Buenos Aires de la Confederación impidió que se estableciera en ella el Gobierno Nacional . Paraná fue designada, entonces, Capital de la Confederación y se transformó en un centro político y cultural de importancia. La población aumentó con el aporte de los hombres que, representando a sus provincias, se instalaron en la nuestra.
Solo existían para ese entonces el teatro, algunas casas de azotea, y otras de paja que alternaban en las dos cuadras de edificación que rodeaban a la Plaza; el resto de la población se encontraba muy diseminada . Veredas de lajas y filas de piedras en las esquinas.
Estaba la Plaza del centro y la de enfrente a la Iglesia San Miguel. Esta conmoción ciudadana exigió un ordenamiento de la estructura y de la actividad. Se debió dar nombre a las calles y número a las casas, ensanchar las angostas calles y las veredas.
Cuatro años después de la instalación de la Confederación Argentina, todo cambió: casas de más de una planta, las calles se empedraron y se ordenó el barrido. Como actividad comercial se Encontraban los hornos de cal, de baldosas, de ladrillos y de muebles, así como también una curtiembre.
Había negros llegados al país con una libertad lograda luego de su paso por la esclavitud. Vivían detrás de la Iglesia San Miguel y en varias casas de huéspedes como lo eran, por ejemplo, el Hotel París, el Americano y el Du Brasil, entre otros.
Esta ciudad convivió con ciudadanos provenientes de distintas partes del mundo para hacer de relojeros, afinadores de pianos, sastres, cocheros o cocineros. Se desarrolló una intensa actividad cultural en la que los periódicos tuvieron una efectiva participación, según se publica en el sitio web de la Municipalidad.