Unas 68.513 toneladas de maíz, otras 76.588 toneladas de soja y 61.148 toneladas de trigo fueron vendidas oficialmente durante el mes de septiembre en Entre Ríos, detalló la Bolsa de Cereales, y explicó que los productores registraron un comercio "regular" del trigo a lo largo del mes, mientras que la soja y el maíz presentaron mayores variaciones intersemanales.
Los productores entrerrianos obtuvieron ganancias en el maíz, trigo y soja
Los productores que sembraron maíz lograron un 25% de ganancias, por encima de los retornos del trigo (9%) y soja de primera (2%), detalló la Bolsa de Cereales.
Respecto al precio al cual se comercializó, las ventas de soja promediaron los $295.000, las de trigo $217.000 y las de maíz $170.000. Mientras el maíz y la soja presentaron tendencia alcista en la cotización a lo largo del mes, el trigo experimentó caídas en el precio disponible.
Durante el mes, presionaron al alza en soja y maíz la reactivación tanto de la demanda mundial como local. Luego, una caída de los dólares financieros (y con esto, el dólar “blend” exportador) presionaron a la baja las cotizaciones locales, lo cual fue acompañado en soja y maíz de una baja del mercado de Chicago.
Hacia el final del mes, se combinaron el factor demanda mundial junto con los efectos generados por el huracán Helene en EE. UU, que permitieron convalidar las subas presentadas tanto en el precio internacional como en el disponible local.
Por su parte, el trigo local abrió el mes en $220.000, y a lo largo del mes fue cayendo su cotización, alcanzando un piso de $195.000 para el cierre de la tercera semana. Los últimos días del mes experimentó una leve recuperación, cerrando septiembre en $200.000.
Rendimientos positivos
La campaña 2023/24 se vio marcada por la siembra de soja, trigo y maíz, que representaron el 91,7% del total de la superficie sembrada (alrededor de 2.202.550 hectáreas). En función de los cálculos realizados sobre los márgenes brutos por hectárea, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos estimó el retorno de la inversión de cada combinación.
El análisis arroja que el retorno por dólar gastado se ubicó en torno al 10,5% por hectárea, representando un beneficio de 10,5 centavos por cada dólar invertido. Como resultado, se superó el rendimiento de indiferencia -la producción necesaria por hectárea para recuperar la inversión- para todos los cultivos, lo cual permitió recomponer parte de las pérdidas incurridas en la campaña 2022/23.
Los productores que implantaron maíz de primera lograron 6.794 kilogramos por hectárea, 3.643 kilos los que optaron por el trigo, por encima de los rendimientos promedio de la soja de primera (2.700 kilogramos por hectárea) y de segunda (2.045 kilos). Todos por encima de los rendimientos de indiferencia estimados para el maíz de primera (5.300 kilogramos por hectárea); trigo (3.100); soja de primera (2.600) y soja de segunda (1.900 kilogramos por hectárea).
Ganancias
En ese marco, el ciclo 2023/24 tuvo una inversión cercana a los U$S 1.624.758.236 en los tres principales cultivos empleados en la rotación agrícola (incluyendo no solo labores e insumos, sino también otros factores como los costos de cosecha, transporte, arrendamiento y comercialización). Por eso, la temporada agrícola que cerró generó un beneficio económico para los agricultores de aproximadamente U$S 234.369.753, lo que equivale a 94,5 dólares por hectárea.