La pérdida de caudal de agua del río Paraná parece ir más rápido que lo que prevén los pronósticos de los organismos especializados. Durante la jornada de ayer, la altura frente al Puerto Nuevo de la capital provincial cayó por debajo del metro. Ahora ya no puede ser medida con exactitud debido a que la ubicación del instrumento se encuentra tapado por sedimentos, por lo que cualquier modificación de lugar debería requerirse de la presencia de especialistas de Hidrografía de la Nación.
La costa del río sin gente ni agua: el Paraná en su nivel más bajo de los últimos 40 años
De acuerdo con los registros de los últimos 40 años, se trata de la medición más baja, ya que anteriores referencias sitúan a bajantes históricas en 2009, con 1,10 metros; 1,16 metros en 2000, y justamente 1,18 metros en noviembre de 2019. Todas esas marcas, frente a la capital entrerriana, quedaron atrás.
Ante esta situación, ya se encuentra impedida en algunos tramos la navegación comercial. Según se informó ayer a UNO desde Prefectura Naval, por la medida de aislamiento preventivo y obligatorio vigente por la pandemia del coronavirus no hay actividad fluvial particular, sino la correspondiente al movimiento comercial.
En ese sentido, se indicó que barcazas han quedado varadas en Pueblo Brugo, ya que en la zona de La Paz no hay calado para mantener la navegación.
En el caso de la costa frente a Paraná, el canal mantiene su operatividad con una altura de 9 metros aproximadamente.
Si bien resulta una obviedad, vale aclarar que las marcas incluso queden bajo 0 no equivalen a no tener agua en el río; el instrumento de medición es colocado en un punto específico para determinar tal altura.
La circunstancia abre también otro interrogante en la capital provincial en torno al servicio de agua potable.
Desde fines de 2019 la ciudad viene sufriendo el impacto de la bajante del río Paraná en uno de los muelles de captación de agua para la potabilización.
Desde septiembre y hasta fin de año se han realizado distintas tareas para permitir que el agua pueda ingresar hasta el sector donde están ubicadas las bombas de extracción.
Esta situación perjudica la potabilización del agua en la planta Ramírez.
Del mismo modo que sucede con Paraná, la situación perjudica a distintas localidades costeras tanto de Entre Ríos, como de otras provincias como Santa Fe y Corrientes.
El Instituto Nacional del Agua (INA) preveía un retroceso hasta por debajo del metro de agua del río Paraná frente a la costa de la capital entrerriana recién para mediados de mes.
Siguiendo esos cálculos, las estimaciones son que se mantendrá el déficit de lluvias en las nacientes del Paraná y sus afluentes (en Brasil) y todo el tramo en territorio argentino, por lo que la actual situación se mantendrá o agravará en las próximas semanas.