La trágica muerte de Ezequiel Curaba, un muchacho de 21 años que sufrió gravísimas quemaduras cuando intentaba robar cables de alta tensión en una fosa de la EPE el domingo pasado, causó una verdadera conmoción en la escuela Carlos Fuentealba del barrio Santa Lucía, en Rosario, donde el joven estudió. El plantel de docentes recordó al joven con cariño y destacó su voluntad de salir adelante pese a las adversidades.
Joven muerto tras robar cables: dolor de su comunidad educativa
El joven en estado de shock tras sufrir terribles quemaduras en 90% en todo el cuerpo. Fue derivado al Heca donde quedó internado en grave estado y luego falleció.
Por el triste final del muchacho hubo cuestionamientos por el tratamiento que tuvo el tema y la repercusión en las redes sociales, donde abundaron comentarios feroces, despectivos y hasta burlas hacia Ezequiel.
Melina Gigli, docente de esa institución ubicada en la zona oeste, posteó en Facebook un mensaje en el que pidió honrar la memoria del joven. “No quiero que lo recuerden así. Él era Eze, mi alumno, nuestro alumno. Él era muy dulce y andaba con un carro. Tuvimos muchas mañanas de mates y sonrisas. Le gustaban los cuentos pero no leer. Estamos en deuda. Qué crueldad. Él tiraba de un carro, andaba cirujeando. El hambre no espera. Era tan dulce, tiraba de su carro”, escribió.
Juan Pablo Casiello, titular de Amsafe Rosario, salió este miércoles a condenar los discursos de odio en las redes sociales. En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, el representante de los docentes de las escuelas de gestión pública afirmó: “Comparto las expresiones de dolor de los maestros de Ezequiel en la escuela de Santa Lucía. Era un estudiante, que la pasaba muy mal y que en la escuela se defendía como tantos alumnos. Le interesaban los cuentos y era buen compañero. Y para sobrevivir, mientras iba a la escuela, cirujeaba, tiraba de un carro. Vivía en las condiciones más terribles que viven algunos niños y adolescentes no en la pobreza sino en la indigencia”.
“Ezequiel tuvo que dejar la escuela. Los docentes después se lo cruzaban tirando del carro. El chico se había mudado con su familia, pero cada tanto pasaba por la escuela. Que un chico muera mientras trataba de robar cables es un reflejo de una situación social extendida. Muchos pibes y pibas dejan la escuela porque no tienen para comer y a veces encuentran en el robo el camino para esto”, subrayó.
"Ayer había mucho enojo y tristeza en las docentes por los comentarios en las redes sociales, que fueron brutales, crueles, festejando la muerte de un pibe. Eso era algo que no podíamos dejar pasar. En los últimos tiempos tuvimos una serie de muertes de alumnos y alumnas que moneda corriente en Rosario por distintos motivos”, sostuvo Casiello.
“Lamentablemente, sigue habiendo un sector de la población que sigue esperando estas situaciones y celebra que este joven se haya muerto electrocutado. Quienes más padecen estos actos de robo o vandalismo son las escuelas. De ninguna manera justificamos delitos, los rechazamos, pero contextualizamos una situación que es dramática. No hay nada que festejar. Como sociedad tenemos que hacernos cargo. Qué mal estamos que para que un chico, para sobrevivir, roba un cable y se muere y hay un sector de la población que lo festeja”, destacó.
Casiello agregó: “Estamos muy mal y hay que llamar la atención sobre eso. Hay una crisis social muy profunda en el marco de una brutal miseria y una desigualdad que es horrorosa. O pensamos en construir una sociedad más igualitaria o seguiremos estando así, y habrá muchos Ezequiel y habrá más robos de cables y más chicos muertos. Hay que plantear una reflexión profunda sobre la sociedad en la que vivimos y qué respuesta damos. Si creemos que festejar la muerte de un chico está bien, le erramos mal”.
Antecedentes
No es la primera vez que una persona sufre graves heridas tras electrocutarse mientras intenta robar cables de energía en Rosario.
El 11 de enero, un hombre quedó fulminado a unos cinco metros de altura, enredado entre unos cables, cuando intentaba sustraer cables en Conscripto Carrasco al 3900 (ex calle Riccheri), en la zona sur de Rosario. El caso trascendió a partir de una llamada a la central de emergencias 911 en la que se denunciaba la presencia de una persona sin vida en ese lugar. Cuando los efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar comprobaron que se trataba de un hombre que había quedado atrapado arriba de una columna de cables.
Un testigo que estaba en el lugar declaró ante la policía que, minutos antes, la persona fallecida se encontraba cortando cables de energía y recibió una descarga eléctrica. La persona fallecida quedó suspendida entre los cables y la policía se preparaba para iniciar el rescate del cuerpo, que quedó a varios metros de altura, apoyado entre los cables.
De acuerdo a las estadísticas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), en 2023 hubo seis casos de personas fallecidas en circunstancias parecidas. El 11 de noviembre de 2023, un hombre murió producto de una descarga eléctrica mientras intentaba robar un tendido de la red de media tención en una subestación transformadora ubicada en Avellaneda y Cisnero, en la zona sudoeste de Rosario. La EPE denunció 191 casos de electrocución en la provincia durante ese año.
Fuente La Capital