En campaña electoral, y en sus primeros meses de gestión, el presidente Mauricio Macri prometió la construcción de 3.000 jardines en el país, con el desafío de alcanzar la cobertura universal de las salas de 3, 4 y 5 años en todo el país. Una fuerte discusión académica pobló esos meses la agenda pública, acerca de la necesidad o no de escolarizar a los más pequeños, desde una temprana edad. El modelo educativo de Finlandia, ponderado por las actuales autoridades nacionales, prevé el ingreso de los chicos al sistema escolar, a partir de los 6 años.
Sin jardines y con más deudas en Educación
18 de julio 2018 · 08:16hs
Sin embargo, luego de casi dos años y medio de gestión, se iniciaron solo 100 y no se finalizó ninguno. Semanas atrás, la líder de GEN Margarita Stolbizer presentó una denuncia penal contra funcionarios del gobierno nacional por los delitos de administración fraudulenta e incumplimiento de los deberes. Puntualmente, apuntó a esa promesa de crear 3.000 jardines de infantes para diciembre de 2019; pero hasta mediados del año pasado solo se habían comenzado 19. El Gobierno no respondió qué se hizo con los 1.800 millones de pesos destinados a las 91 primeras obras adjudicadas mediante cuatro licitaciones internacionales. Citó, por caso, que en Entre Ríos tenían que hacerse 23, pero no se concretó ninguna.
Se trata de algo más de una promesa de campaña desnudada. Revela lo que se observa en la actualidad, un rumbo educativo sin claridad, o indefinido: entre una de las primeras medidas de gestión se habló de pasar a un ciclo lectivo de 190 días –con su aprobación en el Congreso de la Nación–, y aún no se puede cumplir con los 180 días estipulados por una ley anterior, del 2003; se habló de la universalización de la sala de 3 años, y no se pueden cumplir siquiera con la sala de 4 años. También se prometieron docentes "bien remunerados", la continuidad del Conectar Igualdad y hasta la implementación del programa La computadora de 1° Grado. El Conectar se desmanteló y no se entregaron más netbooks, y la propuesta para 1° grado solo fue un anuncio efectista.
"Te quiero proponer también una revolución en la calidad educativa, que lo que hicimos en la Ciudad lo pongamos en marcha en todo el país: la computadora de 1° grado", prometió Macri, durante el debate presidencial, en noviembre de 2015.
"Sueño con poner computadoras desde primer grado en todo el país para que los chicos tengan las mismas oportunidades", registró en la red social de Twitter, el 17 de noviembre de 2015, en la semana previa al balotaje.
En nada de eso se ha avanzando.
En cuanto a las estadísticas acerca del Nivel Inicial muestran que ha crecido en la última década, en cuanto a cobertura. En unos siete años creció alrededor de un 12,9% a nivel nacional. En la provincia, la matrícula en ese nivel se incrementó un 16,5%, por encima de la media nacional.
Pero el acceso de todos los niños sigue siendo deficiente. En la actualidad, la sala de 5 años tiene una cobertura casi total, con algunos inconvenientes en zonas rurales. En el caso de la sala de 4 años, el promedio ronda en torno al 70%, con disparidades en las provincias. En algunos casos, las instituciones educativas no poseen espacios en sus edificios para ampliar la oferta; por otro lado, tampoco se amplía la cantidad de cargos docentes. Esa situación repercute e impacta aún más en la sala de 3 años, con un acceso garantizado que no llega al 50% de los niños.
Esa desigualdad inicial en la escolarización, afirman especialistas, impacta en el proceso de aprendizaje y en la trayectoria educativa posterior de los niños. Para ello se basan en los datos e informes recogidos en los operativos Aprender: allí se sostiene que aquellos que antes se escolarizaron, mostraron mejores desempeños educativos. Justamente, la marca distintiva de la actual gestión nacional ha sido el cambio de metodología y mecanismo de esos operativos de evaluación de la educación, que ahora pasaron a ser anuales.
Los resultados recogidos fueron idénticos a los que se mostraban años atrás: los chicos no saben leer ni escribir, ni resolver problemas matemáticos.
Enredados en esa sencillez, han pasado otros dos años y medio de gestión. La deuda en educación del anterior gobierno se acumula con lo que tampoco hizo la actual administración. Mientras tanto, todo sigue sin ningún cambio o mejora a la vista.