A fines de enero, con más 35° promedio, y con las playas llenas a lo largo de toda la costa del río Uruguay, la CARU, la comisión binacional encargada de administrar todo lo que sucede en este curso de agua, lanzó un comunicado afirmando que la contaminación imperaba en el río.
El río Uruguay, contaminación y responsabilidad
8 de febrero 2017 · 10:20hs
Foto UNO/Archivo ilustrativa
El dato general es conocido desde hace muchos años, pero lanzado en medio de una temporada de verano sin dudas causó un impacto fuerte, sobre todo en las autoridades de cada ciudad que se veía afectada en sus intereses turísticos. Muchos dudaron sobre el sentido de la oportunidad de dicho comunicado, puesto que generó un revuelo mediático importante en la costa este entrerriana, y hubo repercusiones que afectaron la llegada del turismo e incluso generaron un principio de psicosis sobre los efectos del agua en la salud.
La respuesta de las ciudades afectadas no fue inmediata. De hecho costó mucho que varios intendentes dieran su punto de vista, o sus propios datos, respecto de lo que la CARU afirmaba. Recién unos 10 días después los referentes de cada una de las ciudades ribereñas se reunieron en el marco del Comité Hidrovía del Río Uruguay para acordar una declaración conjunta.
"Las Intendencias tienen un seguimiento permanente de la calidad de aguas en las zonas balnearias y actúan con responsabilidad ciudadana en la habilitación y/o clausura en relación a los parámetros que garanticen la salud de la población", afirman, remarcando una idea repetida en cada verano, cuando se conocen los análisis que se hacen en el agua para habilitar los balnearios. A su vez explican que "las mediciones que realiza la CARU, en el marco de su competencia, apuntan a conocer el comportamiento general del río en el espacio de la frontera argentino-uruguayo y no de cada punto específico".
El comité hace hincapié que ya durante 2010 el problema de los vertidos de fluidos de las grandes ciudades es uno de los componentes importantes de la contaminación del Bajo y Medio río Uruguay. Frente a este panorama que acontecía se realizó en 2014 una sesión plenaria donde se aprobó como de Interés Regional la construcción de plantas de tratamiento de efluentes, y de esta manera se comenzó a analizar la posibilidad de comprometer a la CAF/Banco de Desarrollo para América Latina en el financiamiento de la construcción de dichas plantas en todas las ciudades ribereñas del litoral argentino, tal es así, que en la actualidad la Gobernación de Entre Ríos y los intendentes del Litoral, en acuerdo con el Gobierno están negociando el préstamo correspondiente.
El comunicado de la CARU recordando que el río Uruguay está altamente contaminado tuvo un impacto que no les gustó a quienes viven del turismo, o a las autoridades municipales que esperan la temporada de verano para vivir el repunte económico que significan miles de visitantes durante dos o tres meses, lo cierto es que el recordar la realidad que sufre hoy el río ha servido también para volver a poner en la lista de prioridades la necesidad que tienen todas las ciudades ribereñas de tratar sus efluentes si no queremos perder de forma definitiva todos los beneficios que hoy aún se pueden disfrutar gracias al río Uruguay.