Las panaderías de Paraná advirtieron a principios de mayo que si la bolsa de harina continuaba en aumento, iban a tener que incrementar los precios de sus productos finales. En el sector afirman que la palabra incertidumbre es la que mejor caracteriza este momento; les dicen los molinos que hay poca materia prima para venderles. De todos modos la demanda de los clientes en los comercios del rubro disminuyó y presiona por mejores costos.
El kilo de pan ya cuesta 17 pesos
Hasta ayer hubo panaderías del centro que mantuvieron el kilogramo del pan a 12 pesos. Otras no lograron sostenerlo y desde la mañana lo vendían a 17 pesos. En barrios pasó de 11 a 13,50 aproximadamente. Esas diferencias se dan porque hay panaderos que les cuesta tomar una decisión con respecto a los precios.
Desde enero, la bolsa de 50 kilogramos aumentó un 120% aproximado para los que podían comprar en cantidad. Pasó de 100 a 220 pesos e incluso llegó a estar a 230. Eso da como resultado un costo del kilo es de 4,40 y 4,80 pesos.
“El que hoy vende a 11 pesos no le sirve. Debería estar a 15 o 16. Hicimos un costo sobre la harina en 200 pesos, pagando todos los impuestos y gastos y nos da para vender a 17 el kilogramo de pan. Algunos en el centro lo tienen a ese precio porque los costos son mayores”, dijo a UNO Dante Cauvet presidente de la Federación de Industriales Panaderos y Afines de Entre Ríos (Fipaer).
Falta de fluidez
Se estima que en la capital provincial hay aproximadamente unas 300 panaderías y más del doble en toda la provincia. “Hay un grado de preocupación bastante importante y no hay una respuesta normal. Todavía la situación es complicada y no se consiguen precios y no hay fluidez en la provisión de harina”, sostuvo Cauvet.
También explicó que el techo a un aumento desmedido del precio del pan, lo pone hoy el cliente de todos los días. “La gente lo siente en el bolsillo”, señaló y agregó que cuando se dan esta situaciones, aparece una de retracción de la demanda.
Plazos
Quienes trabajan en el rubro sostienen que hay exportadores que cuentan con el trigo para venderle a los molinos del país pero no lo hacen para provocar el aumento del precio.
La cosecha de trigo en la última campaña no fue buena. En Entre Ríos por ejemplo se hizo el 68,5% menos de toneladas comparada con la anterior. A partir de esta situación se buscó incentivar a los productores para ampliar la cantidad de hectáreas en el país. “Si sale bien se verán los resultados a esta altura del año que viene”, dijo Cauvet mientras espera, como otros, alguna medida que al corto plazo logre mejorar la situación.