Sintetizar la inmensa trayectoria de la científica entrerriana Ana Heller no es fácil. Sin embargo, ella supo hacerlo como en cada charla o conferencia sobre el espacio o nanosatélites que lleva adelante frente a jóvenes de cualquier nacionalidad. “Hola, soy Ana Heller, licenciada en Astronomía, Master en Geofísica y Ciencias Planetarias, doctora en Astrofísica, experta en nanosatélites. Mis amigos (y ahora ustedes) me llaman Ani”, indicó a UNO desde Israel, donde reside.
"Mi visión es llevar los jóvenes al espacio y el espacio a los jóvenes"
Por Dina Puntín
Siempre buscando promover y despertar el talento de jóvenes estudiantes en la ciencia y la tecnología espacial del futuro, Ana ha recibido innumerables premios y reconocimientos por sus publicaciones y labor profesional. Junto a UNO recorrió el inicio de la vocación que nació en un campo de su ciudad natal.
—¿Cómo y cuándo surgió su interés por estudiar el universo? ¿Cuál fue el disparador? ¿Decidir qué carrera seguir? ¿Qué conocía sobre la temática?
—Mis padres tenían una estancia para la cría de ganado y forestación a una hora de la ciudad de Concordia donde vivíamos. Si bien el campo ofrece sin fin de actividades para una niña (pescar, cazar, etc.), lo que más me gustaba era cabalgar especialmente en las noches, ya que no había peligro alguno. Así es que montaba mi caballo, observaba las estrellas y soñaba. Me fascinaba entender el lenguaje de las estrellas y el mensaje transmitido a través del espacio y del tiempo. De regreso, escribía historias cortas de ciencia ficción, (mi padre, el héroe, por supuesto), o registraba la posición de la luna, y figuras inimaginables que formaban las estrellas. Con el tiempo, aprendí (fui autodidacta) a identificar los planetas observables y dar nombre a las constelaciones. A nadie le sorprendió entonces cuando me fui a la universidad de La Plata a estudiar astronomía para hablar con las estrellas.
En noviembre pasado brindó la conferencia “Misión: Espacio Exterior” en la Universidad Tecnológica Nacional Regional Concordia. Sobre su trayectoria la UTN destacó: “Ana Heller es concordiense, recibida de doctora en Física y Astrofísica (Tel Aviv University, Israel), Master en Geofísica y Ciencias Planetarias (Tel Aviv University, Israel) y Licenciada en Astronomía (Universidad Nacional de La Plata, Argentina). Trabajó en el Observatorio Astronómico de la Universidad de Tel Aviv y desarrolló nuevas técnicas de fotometría y espectroscopia para el análisis de estrella variables, Quasares, y mecanismos de formación estelar en galaxias irregulares. Al mismo tiempo, integró el equipo de investigación para el diseño del telescopio espacial ‘Tel Aviv Ultra Violet’ (TAUVEX). En 2000 se integró a ISA (Israel Space Agency) como investigadora para el diseño de los satélites israelíes de observación Eros-B y Ofek-6. En 2005 creó el primer laboratorio espacial de Israel para jóvenes de colegios secundarios. Esto incluyó una moderna estación terrestre de comunicación y rastreo de satélites artificiales y un programa educativo dirigido a el lanzamiento de Nanosatélites de tipo cubesat. En 2010, siendo directora del laboratorio espacial, Ana consigue con éxito alistar a Israel en el proyecto QB50 de la Unión Europea (lanzamiento a fines del 2016 de 50 satélites para el estudio de la baja atmósfera). El satélite propuesto es llamado Duchifat-2. Los proyectos de satélites Duchifat-1 y Duchifat-2, ambos dirigidos y creados por la doctora, se encuentran entre las 60 innovaciones Israelíes en la exposición anual que fue lanzada en marzo de 2016 por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion. La exposición se muestra a los 8 millones de viajeros que pasan por el aeropuerto cada año con el objetivo de introducir la ciencia y tecnología desarrollada en el país. A comienzos de 2016, la doctora Heller fue nombrada Chairman (presidente) del ‘Nanosatellite Research Division’, parte del ‘International Space Center’”.
—¿Qué sensaciones le despierta poder trasladar todo su saber a estudiantes y docentes de su ciudad? ¿Pudo advertir entusiasmo en la temática que abordó?
—En la UTN, tanto como en el colegio Nacional Alejandro Carbó de Concordia, encontré una juventud entusiasta y curiosa por las tecnologías espaciales de avanzada. Aunque esas pocas oportunidades fueron muy emocionantes para mí, yo estoy convencida que solo conferencias no son herramientas suficientemente efectivas para influir y despertar vocaciones; esto requiere un trabajo mucho más profundo y continuo.
—¿Cuántos años lleva en Israel y cómo es su relación con la ciencia argentina?
—En Israel estoy desde 1972, becada por la universidad para realizar un Máster en Ciencias Planetarias por decisión de Yuval Ne'eman, presidente de la universidad. En Argentina soy miembro de la Red de científicos argentinos residentes en Israel que tiene como objetivo coordinar actividades por medio de la Embajada Argentina en Israel.
—¿Advierte un aumento en el fomento de las vocaciones científicas argentinas? ¿En qué rama hay mayor crecimiento?
—Estoy totalmente convencida que, en todo país, la realización de un programa de ciencia y tecnología espacial educativo para la juventud es crucial para mantener la calidad del capital humano y la investigación científica en todo campo. La promoción de ciencia y tecnologías espaciales a la generación joven contribuye, sin duda alguna como lo he probado en Israel, a despertar vocaciones, aumentar la investigación, fortalecer la economía, la seguridad nacional y sobre todo asentar una sociedad abierta al hoy y al futuro. Personalmente estoy comprometida en desarrollar y expandir en el mundo el concepto “Youth Space” (Espacio Joven). Mi visión es llevar los jóvenes al espacio y el espacio a los jóvenes.
—¿Cómo contagiar la vocación por el espacio, por la investigación? ¿Qué claves pueden ser el disparador para que un joven decida estudiar carreras afines?
—Es difícil para los sistemas educativos romper con los modelos estandartes. El sistema conservador clásico se enfoca en mantener un nivel promedio medio sólido para toda la población, con actividades esporádicas. Por el contrario, el método de mi concepto Youth Space comienza creando, a una edad crítica de la juventud, una plataforma continua de excelencia que automáticamente se expande de lo local, aumenta los números y finalmente genera los nuevos líderes de la investigación y la tecnología nacional.
—Cómo cofundadora y miembro de la junta directiva de Wispace, la asociación de mujeres profesionales del espacio. ¿Qué visión tiene sobre la mujer en el campo de la astronomía? ¿Es compleja su vinculación? ¿Hay paridad de género?
—Wispace es una organización de mujeres profesionales activas en el sector espacial de Israel. El género femenino representa solo 25-30% pero va en continuo aumento. Hace 40 años atrás hablábamos solo de astronomía, actualmente el sector espacial en Israel comprende un amplio espectro de actividades; tales como ciencia, tecnología, comercio, industria, investigación, campo jurídico, educación, entre otras. En Wispace nos ayudamos y apoyamos unas a otras de diversas maneras, tales como: mentor a nuevas profesionales, conexiones locales e internacionales, asesoramiento profesional, becas a eventos internacionales.
—Viviendo en Israel y compartiendo a diario vida, costumbres y amistades. ¿Qué mantiene de la idiosincrasia entrerriana?
—Asado a lo entrerriano con los amigos latinos, mate amargo todas las tardes, tango en toda oportunidad.
—¿Extraña algo en particular?
—El campo y cabalgar bajo las estrellas.
—En pocas palabras ¿qué diría de la astronomía en su vida, de Argentina, Israel y Concordia?
—La astronomía fue solo el comienzo de una gran aventura que me llevó a la astrofísica, los satélites artificiales y la investigación. El espacio es mi filosofía de vida en donde descubrí mi total humanidad. Israel y Argentina son mis dos queridos hogares y Concordia la cuna en donde nací.