Diferentes propuestas en educación buscan promover que las chicas se acerquen a las ingenierías para ser protagonistas, creadoras y reducir así la brecha de género en la tecnología y la ciencia.
"Espero que más chicas elijan la ingeniería y que a ninguna le digan que esa carrera es 'de varones'"
Por Dina Puntín
Justina Maskavizan, oriunda de Concepción del Uruguay, se recibió de Ingeniera Electromecánica en 2020, con un excelente promedio lo que le significó la posibilidad de acceder a una beca doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), en el marco de la ingeniería y tecnología de materiales.
En el día de la mujer en ingeniería, que se celebró el pasado 23 de junio, Diario UNO la entrevistó para conocer su ingreso a la profesión, lo atractivo de la carrera, las herramientas que ofrece, las oportunidades laborales y también visibilizar a las ingenieras con el fin de proponer a las jóvenes referentes donde mirarse.
—¿Por qué la elección de ingeniería?
—Elegí ingeniería porque desde pequeña siempre me gustó entender cómo funcionaba el mundo, por qué ocurrían ciertas cosas o cómo podían realizarse en un laboratorio o en una industria determinados procesos para obtener productos elaborados. Mis materias favoritas siempre fueron matemáticas y química. Además, siempre me llamó la atención las teorías y los modelos propuestos y validados y cómo se pensaron estas teorías y modelos. En mi casa siempre se estuvo cerca de las ciencias, mi mamá es ingeniera, entonces me ayudó a decidir que quería estudiar esto.
—¿Qué te atrajo de la propuesta académica?
—Lo que más me atrajo de la propuesta académica es la variedad de salidas laborales, debido a que es Electromecánica, se aprende mucho de ambas disciplinas, lo cual es muy útil al momento de trabajar, ya que se puede resolver un problema de forma integral, atendiendo a todos los aspectos involucrados, tanto desde el punto de vista mecánico como eléctrico.
—¿Cómo promocionarías la carrera de Ingeniería Electromecánica para captar el interés de otras chicas?
—Creo que Ingeniería Electromecánica es una carrera que puede, en principio, asustar. En general existe la idea de que quienes estudian esta carrera están mucho tiempo en el taller o tienen que tener mucha destreza manual con máquinas y herramientas, lo cual no es así. Un ingeniero electromecánico no necesariamente es un técnico, puede serlo, si le gusta, pero no es un requisito para recibirse. Por lo que pienso que para que las chicas se interesen por esta carrera hay que mostrar que no es únicamente para estudiar sobre motores o máquinas o, como se lo suele llamar, “fierros”, sino que se trata de mucho más que eso. Las herramientas que una tiene como ingeniera se aplican en muchos ámbitos muy variados y existen muchos perfiles de profesionales distintos. Hay personas que se dedican al mantenimiento, pero también hay muchas que se dedican al diseño, a la confección de proyectos, a la docencia, a la organización y gestión de las empresas, a la venta y relación con clientes, y, como es mi caso, a la investigación, entre otras oportunidades que seguramente esté olvidando mencionar.
—¿Qué oportunidades te significó graduarte con excelente promedio?
—Mi promedio me permitió decidir continuar mi formación, haciendo lo que más me gusta. Actualmente soy becaria doctoral, y mi promedio, así como también la experiencia y trayectoria de mis directoras, el plan de tesis propuesto y mis actividades en docencia e investigación me permitieron alcanzar un alto lugar en el orden de mérito de las becas. Si bien tener el título es muy importante, también lo es tener un buen promedio, ya que en general, al graduarse se tiene poca experiencia para mostrar, por lo que en los puestos que se busca una persona en los inicios de su carrera profesional el promedio es crucial al momento de comparar aspirantes, y suele ser lo que tienen en cuenta los empleadores.
—¿En qué etapa te encontrás ahora? ¿Qué significa la beca del Conicet?
—Actualmente me encuentro realizando mi tesis doctoral en el Grupo de Ingeniería de Superficies de la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional. La beca me permite que mis estudios de posgrado sean mi trabajo y pueda dedicarme exclusivamente a las tareas propuestas en mi plan de tesis, brindándome la oportunidad de trabajar en lo que más me gusta que es la investigación.
—¿Te tocó trabajar o investigar en importantes laboratorios como por ejemplo Balseiro?
—Gracias al programa de Becas de Verano del Instituto Balseiro pude trabajar en tareas de investigación durante un mes en las instalaciones en el Centro Atómico Bariloche, esta experiencia fue sumamente enriquecedora ya que pude aprender y poner en práctica muchos de los conocimientos adquiridos durante la carrera. Además, conocí gente en mis mismas condiciones y con aspiraciones similares con quienes compartí hermosas experiencias y tengo muy lindos recuerdos. Además, en el marco de mi tesis doctoral he podido visitar algunos laboratorios del país, conociendo qué equipos poseen y qué trabajos realizan. Espero poder conocer y trabajar en más Universidades e Instituciones ya que son aportes muy valiosos para mi formación como investigadora. Quienes nos dedicamos a la Ingeniería no podemos trabajar de forma aislada, y no es común que podamos concentrar todo nuestro trabajo en un único lugar. El poder conocer otros lugares y aprender sobre otras técnicas, nuevas tecnologías y estar en constante capacitación es lo que realmente hace a un buen profesional. El aprendizaje es continuo y uno nunca termina de estudiar, por lo cual es indispensable poder aprovechar el conocimiento que nos pueden brindar otras personas, ya sea que estén en el ámbito de la Ingeniería como no.
—¿Cuál es tu objetivo en la Ingeniería?
—Creo que no tengo un objetivo definido, me gusta mucho aprender y enseñar, y creo que voy a tratar de seguir por este camino, espero poder inspirar a otras personas a que estudien Ingeniería y, en general, carreras de base tecnológica.
—Imagino que tenés muchas propuestas de trabajo. ¿Es así? ¿Los ingenieros son muy demandados?
—La salida laboral de la Ingeniería es muy amplia, siempre hay propuestas laborales y hacen falta más ingenieros. Estas carreras no solo brindan conocimientos de naturaleza técnica, sino que también se logra una forma de pensar o de evaluar los problemas y buscar soluciones y un pensamiento crítico de los resultados que es útil en muchos puestos de trabajo, lo cual hace que la demanda de profesionales de la Ingeniería sea tan alta. Actualmente la diversificación es tan grande que hay personas que se desarrollan profesionalmente en ámbitos en los cuales no imaginaban que podían trabajar cuando eran estudiantes de grado.
—¿Qué mensaje te gustaría hacer llegar desde tu experiencia sobre la universidad, la ingeniería y las mujeres?
—Espero que la universidad se masifique aún más, y que quienes tenemos la posibilidad de estudiar una carrera de grado seamos conscientes de lo afortunados que somos al poder hacerlo. Existe el mito de que las carreras de Ingeniería son muy difíciles, lo cual no es cierto, tiene el mismo grado de dificultad que otras carreras y no hay que tener miedo a enfrentarse a lo desconocido. Es muy importante promover la participación de las mujeres en estos sectores ya que la variedad de puntos de vista es lo que permite el verdadero crecimiento y avance tanto tecnológico como de la sociedad en su conjunto. Espero que más chicas elijan la Ingeniería que yo estudié o cualquier otra y espero que a ninguna le digan que esa carrera es “de varones”, porque no hay disciplinas de varones ni de mujeres y todos deberíamos poder elegir qué queremos para nuestro futuro.
La mujer en ingeniería
Cada 23 de junio se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, que busca reconocer la incursión de las ingenieras dentro de este ámbito laboral que históricamente estuvo ocupado por hombres. La fecha fue promovida por la Women’s Engineering Society (WES) en el Reino Unido durante el 2014 con motivo de la celebración de su 95º aniversario y mas tarde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Tecnología (Unesco), impulsó la celebración de esta jornada a nivel internacional.
Según la Unesco, en numerosos países las mujeres jóvenes representan solamente el 25% de los estudiantes de ingeniería o de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Una disparidad preocupante, ya que las carreras vinculadas con las matemáticas, ciencias, tecnología e ingeniería constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible. Por eso, desde hace casi una década, cada 23 de junio se conmemora el Día internacional de la mujer en la ingeniería: una fecha para celebrar a las profesionales del sector e invitar a niñas y jóvenes a unirse a ellas.