Por la perspectiva de género que deben tener todas las sentencias judiciales, el juez Elvio Garzón le impuso cinco años de cárcel a Julio Godoy, el exjefe narco de Paraná acusado de tres hechos de Desobediencia judicial y uno de Amenazas, ocurridos en contexto de violencia de género. Se trata de la sanción que había requerido la abogada querellante que representa a la expareja y la hija del acusado, víctimas del hecho, Fernanda Vásquez Pinasco, quien también fue amenazada por el imputado. La Fiscalía había pedido tres años, y la defensa oficial una pena condicional. Además, le dictaron a Godoy la prisión preventiva en la Unidad Penal hasta que el fallo quede firme.
Cinco años de cárcel a exjefe narco por violencia de género
Tal como había informado UNO, Godoy fue juzgado por desobedecer medidas de restricción judiciales hacia su familia y por amenazar de muerte a la abogada de su expareja.
El hombre, tristemente célebre por ser uno de los primeros capos narcos en caer preso y por su presunta vinculación con el asesinato de la funcionaria judicial Dalma Otero, ya había llegado al juicio alojado en la cárcel de Paraná cumpliendo prisión preventiva, ya que poco antes del juicio, estando bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica, salió de su casa durante 42 minutos.
En un primer momento el hombre fue enviado al penal, pero una vez que cumplió los días de arresto quedó libre con la prohibición de acercarse y molestar a las tres mujeres y sus familias. Sin embargo, el 12, 13, 14, 16 y 17 de abril pasó cerca de la casa de su exmujer y le gritó que quería la vivienda.
Por tal motivo le retiraron la libertad con restricciones y le impusieron arresto domiciliario con tobillera electrónica y fue en los últimos días de abril cuando salió de la casa.
En la primera jornada del juicio realizada a mediados de mayor declararon las dos hijas del acusado, la exesposa, una vecina y un oficial de la Policía, y al día siguiente hizo lo propio otro funcionario policial.
Se explayaron en torno a los hechos juzgados, ocurridos a fines de 2019, cuando Godoy fue acusado por coaccionar a su expareja y a sus hijas (les dijo que las iba a matar para quedarse con la casa donde viven), además de amenazar de muerte a la abogada en una audiencia.
En los alegatos de clausura, la fiscal Mercedes Nin pidió tres años de prisión efectiva para Godoy, en tanto que la querellante Vasquez Pinasco solicitó cinco años, la máxima para los delitos endilgados, y justificó tal pedido en la obligación del estado en prevenir y sancionar la violencia de género.
El juez Garzón falló a favor de la querella y en el adelanto del veredicto de ayer a la mañana fundó tal decisión en la perspectiva de género que deben tener los jueces. Como se recordará, la semana pasada la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos dictó una sentencia en la cual la vocal Claudia Mizawak instó a los jueces a tener la mencionada perspectiva al momento de dictar sus resoluciones, lo que amerita una “deconstrucción” en este sentido a los funcionarios del Poder Judicial.