En Argentina, las bibliotecas populares son mucho más que un espacio para la circulación del conocimiento, son espacios que promueven la transformación social.
Bibliotecas populares se preparan para el regreso a clases
Por Luciana Actis
La Biblioteca Popular Colibrí tiene un programa de recreación y apoyo escolar
Son asociaciones civiles autónomas creadas por iniciativa comunitaria. Ofrecen servicios y espacios de consulta, expresión y desarrollo de actividades culturales, de la lectura y del libro en forma amplia, libre y pluralista. Desde la autonomía en su gestión y su imbricación con la comunidad, adaptan sus servicios a las necesidades de sus usuarios.
Las Bibliotecas populares existen en el país desde hace más de 140 años, en pleno proyecto sarmientino. A a lo largo de su historia han ido adaptándose a la situación social, política y económica del país, sufriendo en muchas épocas las consecuencias de regímenes políticos dictatoriales o de repetidas crisis económicas.
Hoy siguen existiendo gracias a la voluntad de las personas que las crean, las financian y las gestionan, han seguido creciendo en número y han seguido adaptándose, persiguiendo el mismo fin que desde sus inicios, pero prestando además servicios nuevos y así han ido constituyéndose en una institución esencial del sistema de lectura pública. En definitiva, las bibliotecas populares son espacios desde donde se promueve una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria, salvando la brecha social y la brecha digital y ayudando así a incrementar la justicia social y la redistribución del conocimiento.
En Paraná existen cerca de una decena de bibliotecas populares, muchas de ellas ubicadas en barrios donde los derechos de la población son sistemáticamente vulnerados, brindando acceso al conocimiento de todos los ciudadanos sin exclusión alguna, como así también convirtiéndose en espacio de contención, formación y apoyo de infancias y juventudes.
Biblioteca comparsera
Esteban Amatti es vicepresidente de la Biblioteca Popular Pedro Lemebel, ubicada en Santos Vega 54, en la Galería Comercial de Barrio El Sol. Actualmente están ultimando los detalles de su comparsa que congrega a decenas de gurises de la zona, pero sin olvidar que falta poco para el comienzo de clases y muchos de sus pequeños comparseros adeudan materias que se llevaron a marzo.
“En enero hacemos una feria de editoriales cartoneras, por lo general el 23 de enero, que coincide con el fallecimiento de Pedro Lemebel. Los hacemos como incentivo para volver a la lectura, a los recuperatorios, a la escuela. También hacemos un racconto de los chicos que se llevan materias para ayudarlos con el apoyo escolar. Nuestro sistema de apoyo escolar es de autogestión desde hace cuatro años, en un momento contamos con una beca del Instituto Becario de la provincia, pero lamentablemente no tuvo continuidad”, comentó a UNO.
Dentro de la comisión directiva de la biblioteca hay profesores, profesionales y personal idóneo para dar apoyo a los chicos que lo necesitan: “Tenemos varios chicos que se llevan entre una y seis materias. Nosotros implementamos un sistema por el cual los que se llevan muchas materias y están en peligro de repetir, no pueden participar de la escuela de carnaval, pero los dejamos que colaboren con las preparaciones de los trajes, con los ensayos y después los guiamos con las materias que tienen que rendir”.
En estos siete años que han pasado desde que la Biblioteca Popular Pedro Lemebel abrió las puertas, hubo un gran avance en materia académica para los niños y niñas que concurren al espacio. “El primer año era desastroso, se llevaban muchas materias, había varios repitentes; después de dos años, ninguno de los 50 a los que dimos apoyo escolar se llevó materias ni repitió, incluso tuvimos dos abanderadas. Cuando vino la pandemia, con la escolarización digital, la mayoría de los chicos, que no tienen conexión a internet o no tienen acceso a dispositivos para conectarse, se llevaron un montón de materias a diciembre y marzo”, comentó.
Asimismo, señaló que reciben donaciones de libros, útiles escolares, barbijos y alcohol en gel, guardapolvos y otros elementos que se solicitan en el calendario escolar. Para hacer donaciones, comunicarse al +54 9 3436 23-6151 (Esteban) o +54 9 3434 63-4822 (Nora).
Muchos inscriptos
En el Barrio Padre Kolbe, en calle Virgen del Luján, se ubica la Biblioteca Popular Colibrí, que nació en 2001 a partir de una comparsa barrial homónima. Tiempo después, el grupo fundaría la biblioteca.
María Amatti es la presidenta de la institución, y adelantó que ya abrieron la inscripción para quienes quieran recibir apoyo escolar, a través del programa Educando en Movimiento que proporciona el Instituto Becario de la provincia de Entre Ríos. “Este año también vamos a poder brindarle apoyo escolar y recreación a niños de entre seis y 13 años. Ya llevamos 12 chicos inscritos, y en los años anteriores hemos notado que han tenido muy buenos resultados porque pudieron aprobar materias y pasar de grado”.
Consultada sobre cómo afectó la pandemia a los niños que concurren a la biblioteca, manifestó que “retrocedieron muchísimo con la pandemia; hay chicos de 1° a 3° grado con mucha dificultad para leer y hacer comprensión de textos. Por eso este año volvimos a ponernos en contacto con la gente del Instituto Becario para que nos faciliten el programa donde vienen estudiantes avanzados a darles apoyo escolar”.
Destacó además que este año tienen programado un taller de artesanías, de puntillismo y dibujo. “Los chicos se concentran muchísimo con las manualidades y el arte. Tenemos también programado un taller de lectoescritura, siempre sumando actividades para cumplir nuestra función; tratamos de incentivar la lectura y dar acceso a la cultura a niños que no tienen recursos”.
Actualmente, la Biblioteca Popular Colibrí funciona en el espacio que le presta la vecinal del barrio, y están construyendo su edificio propio a 100 metros de la vecinal. “Este año esperamos poder techar y trasladarnos para allá. Con ayuda del subsidio provincial anual con lo que han comprado materiales y parte del techo, ya que por la inflación los materiales aumentaron mucho de precio. También con ayuda de voluntarios que colaboran. Lo que más necesitamos ahora son chapas”, comentó, y añadió que al terreno lo comparten con una canchita de fútbol del grupo Defensores del Chaco. “Cuando la Municipalidad nos lo cedió en comodato, no los dio con la condición de que compartamos el lugar respetándonos mutuamente”.
Por último, señaló que toda donación es bienvenida para poder continuar con su trabajo social en los barrios. Útiles, libros y elementos de limpieza, fundamentalmente. Interesados en hacer donaciones, comunicarse al +54 9 3434 62-4293 (María).
Un barrio de pescadores
En calle El Patí, entre El Manguruyú y La Vieja del Agua, a 50 metros del Río Paraná, se encuentra la Biblioteca Popular Laura Vicuña, en el corazón de Los Arenales, barrio de enormes contrastes económicos, donde conviven familias pobres y sectores privilegiados que cerraron el acceso al río.
La Biblioteca Laura Vicuña tiene 20 años, y desde sus orígenes se ocupó de dar contención a las infancias del barrio, contemplando también el apoyo escolar en una zona donde gran parte de la población adulta es iletrada. “En marzo empezaremos con los talleres, tras dos años de no hacer actividades presenciales. Este tiempo de pandemia nos dio la posibilidad de mejorar nuestras condiciones para atender mejor a los ciudadanos”, comentó a UNO Raquel Menis fundadora y presidenta de la biblioteca.
“Cuando comenzó la pandemia trabajamos mucho con hacerles fotocopias, ya que los chicos las necesitaban para poder realizar las tareas que les mandaban desde la escuela. Eso fue lo que hicimos durante 2020 y 2021, ahora nos estamos preparando para volver a la presencialidad”, contó.
Asimismo, señaló que desde hace dos meses están practicando con la batucada para volver al ruedo. “La inauguramos en 2015 con los niños y niñas para sacarlos de las calles, hacerles conocer sus derechos y tocar en otras partes de la ciudad. El 19 de febrero estaremos en los corsos de calle Churruarín y el 1° de marzo en el Corso Oficial de la Gurisada que organiza la Secretaría de Cultura de Paraná. Al finalizar el corso se va a quemar el muñeco del dios Momo”, manifestó Menis.
Finalmente adelantó que en marzo van a empezar a dictar un taller textil para mujeres y recordó que la Biblioteca Laura Vicuña también tiene un programa de Información Ciudadana a través de la Conabip, mediante el cual asesoran a personas analfabetas sobre trámites jubilatorios y de otro tipo.
Por último, destacó: “Recibimos donaciones de ropa que arreglamos, zapatillas, útiles escolares y libros. También recibimos muebles y ventiladores para donar a familias de pescadores, tenemos una camioneta y vamos a buscarlas a domicilio”.
Para donar, contactarse al celular +54 9 3435 18-5111 (Raquel).