Piscinas. Faltan todavía dos meses para la llegada del verano. Sin embargo, la extenuante sensación térmica en la región, que el fin de semana trepó a los 40°, generó que mucha gente ya esté pensando en las vacaciones de la temporada estival, aun cuando las posibilidades de irse de viaje son todavía inciertas debido a la pandemia del coronavirus.
Aumentaron un 300% las consultas para instalar piscinas
La situación sanitaria en la zona hizo que un gran franja de la población busque alternativas para mitigar el calor durante el próximo receso y alquilar una casa quinta fue una de las opciones que cobró fuerza ya a esta altura del año y generó que las reservas para las Fiestas y enero se completen rápidamente en algunos lugares como efecto del coronavirus, tal como publicó UNO en su edición del martes 6 de octubre.
En este contexto, también creció de manera inusitada la demanda de piscinas para instalar en los hogares, o en algún terreno del que dispone la familia o algún propietario en particular, con la intención de tener un espacio donde aliviar los sofocones que trae la estación más calurosa del año.
En este marco, comerciantes del rubro confiaron en que se incrementaron las consultas en un 300%. Milagros, referente de una franquicia que comercializa una popular marca de piscinas de fibra de vidrio en avenida Almafuerte al 4700 de Paraná, afirmó a UNO: “Nosotros vendemos piscinas de fibra de vidrio con instalación en unos cuatro o cinco días, pero ahora son tantas las ventas que para la instalación estamos dando turnos recién para febrero, porque antes ya está todo completo”.
“La demanda fuerte empezó en plena pandemia. En invierno estaba todo cerrado y nosotros empezamos a recibir muchas más consultas de lo habitual. En el mes de julio vendimos 20 piscinas, cuando vendemos habitualmente seis o cinco, así que la operaciones concretadas fueron cuatro veces más”, aseguró.
Asimismo, indicó que el fin de semana, cuando la sensación térmica superó los 40° en la capital entrerriana, se disparó la cantidad de consultas que recibieron a través de sus redes sociales: “Nos escribían a cualquier hora y preguntaban de todo. Estamos a unas 30 o 40 consultas diarias, si no más”, sostuvo la vendedora.
El grueso de los comercios del rubro a nivel local afronta una demanda similar, según confirmaron otros propietarios de este tipo de negocios consultados por UNO. Al respecto, Milagros confió que muchos locales del sector están sufriendo un desabastecimiento bastante general, y explicó: “A nuestro local viene gente que ha comprado piscinas en otro lado y que no le entregan el insumo. Es como todo, es un rubro en el que hay mucha gente que empieza a vender pero no está preparada o no lo hace de la manera en que nosotros solemos organizarnos para poder entregar la piscina completa, ya que le compramos el filtro a un proveedor, la bomba puede ser a ese u otro proveedor distinto, la cañería hidráulica de otro. Convergen muchas cosas, entonces nosotros por ejemplo nos hemos ido stockeando de todo lo vendido, pero vemos que empieza a caer gente que ha comprado en otro lugar y si bien le llevan la piscina, no le entregan ciertas cosas, porque los proveedores hoy tienen una producción a un 50% y es de alrededor del 300% más de demanda”.
En su caso, afirmó que no han sufrido desabastecimiento, aunque aclaró: “Nosotros traemos los productos de una fábrica de Córdoba y no hemos tenido desabastecimiento porque al dar el plazo de instalación vamos planificando las entregas de fábrica y hemos podido dar abasto aunque por ahí resignemos ventas”.
“Por ejemplo, hay un modelo que tiene guardas de venecitas, que se fabrican en el medio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde por ahí la situación por el Covid estuvo más complicada, y estamos tratando de vender sin esas guardas porque no hay abastecimiento”, añadió.
En cuanto a los modelos y los precios, señaló que la piscina más chica que se ofrece en el mercado en productos de la marca en fibra de vidrio, es de tres metros por dos. “El precio en este tamaño arranca de los 200.000 pesos, de ahí para arriba”, dijo, aunque comentó: “Sin embargo, los modelos que más llevan son los de cinco a seis metros, cuyos valores están alrededor de los 300.000 o 400.000 pesos”.
Por otra parte, afirmó que si bien el precio incluye la instalación, ya que esto asegura la cobertura de la garantía, han recibido clientes dispuestos a ocuparse del emplazamiento de la piscina con tal de no esperar más de tres meses para poder tener disponible la pileta en su casa y poder disfrutarla en pleno verano. “Hay gente que las lleva así, pero tratamos de darle toda la atención para que puedan tener también la garantía. Intentamos asesorar en todo a quienes nos piden por favor llevarse la piscina enseguida o cuanto antes”, manifestó.
La financiación de la casa y los planes Ahora 12 y Ahora 18, vigentes en el mercado con tarjetas de crédito bancarias, hacen más accesible la adquisición de un natatorio, y Milagros observó: “Este año se viene dando mucho que si la gente tiene la posibilidad de comprar un terreno, compra la piscina, pone un quincho y ya tiene donde pasar el verano”.
El coronavirus llevó al sector a redefinir el mercado actual
El precio de las piscinas que se venden en el mercado local generalmente incluye la instalación, todo el equipo de filtrado y los elementos de limpieza. Lo que es opcional es el tema de veredas, y hay quienes las hacen con un particular o piden presupuesto al negocio en el que compran el natatorio.
La alta demanda que se registra en la actualidad llevó a muchos vendedores de redefinir su mercado. En este sentido, Milagros explicó a UNO: “Estamos vendiendo actualmente solo en Paraná. En el resto de la provincia dejamos de comercializar esta temporada, porque por ejemplo hubo un cliente en Villaguay al que no le podíamos ir a instalar su pileta, aún con stock disponible, ya que no estábamos seguros de poder ingresar a la ciudad por la situación del Covid. Hay un montón de cosas que son ajenas a nosotros y lo que queremos es cumplir”.