El Mundial Qatar 2022 volvió a tener una emotiva jornada en el cierre del grupo H con la agónica clasificación de Corea del Sur tras vencer a Portugal en la tercera fecha, pero el elenco asiático debió esperar varios minutos para festejar en un suceso que generó una imagen atípica en el estadio Ciudad de la Educación.
Así se enteró Corea del Sur de su clasificación a octavos
Después de empezar perdiendo a los 5 minutos por el gol de Ricardo Horta, los dirigidos por Paulo Bento igualaron la historia a los 27 de la etapa inicial con el tanto de Kim Young-Gwon, pero la victoria de Uruguay por 2-0 ante Ghana los obligaba a ganar este compromiso para igualar a su rival y pasarlo por goles a favor. Ese festejo llegó en el primer minuto adicionado de la parte final gracias al remate de Hwang Hee-Chan.
Así se enteraban los jugadores de Corea del Sur, dentro del campo de juego, que clasificaban a octavos del Mundial Qatar 2022
A pesar de que los partidos habían arrancado en simultáneo, los encuentros no finalizaron a la par y eso dio a pie a una imagen que se replicó en las tribunas del estadio y en los jugadores que esperaron en el césped el final de lo que sucedía en otra de las ocho sedes de esta Copa del Mundo.
El pitazo final del árbitro argentino Facundo Tello provocó que la gran figura de esta Selección, Son Heung-Min, se arroje en el césped con profunda emoción por lo que estaba viviendo junto a la delegación. Rápidamente, titulares y suplentes se sumaron en una arenga que tuvo lugar en el círculo central con un gran ausente: Bento no podía ingresar porque había sido expulsado y esperó pacientemente en la puerta del vestuario hasta la llegada de sus dirigidos.
Fueron más de cinco minutos donde reinaba el dramatismo. La transmisión enfocaba las caras de los hinchas que miraban fijamente a los teléfonos móviles. Deseos, rezos y plegarias se observaban con la firme intención de que no haya otro gol del equipo sudamericano en el estadio Al Janoub. Un resultado más abultado los dejaba afuera por diferencia de goles.
En un momento, los protagonistas no pudieron esquivar la ansiedad de la situación porque llegaron a escena algunos celulares para sintonizar el partido. La imagen acaparaba toda la atención con los fanáticos que no podían dejar de mirar la pantalla digital, mientras que los futbolistas hacían lo propio con una tensa calma dentro del terreno de juego.
Con el paso de los segundos, las caras mutaban de un gesto serio a una sonrisa que demostraba lo que ocurría en la ciudad de Al Wakrah sin decir una palabra. La mayor explosión de alegría ocurrió en el preciso instante en que el juez Daniel Siebert bajó el telón del encuentro que cerró con triunfo uruguayo, pero no alcanzó. Habían igualado en puntos y en diferencia de goles, pero en tantos a favor estaban 4 a 2 en favor de los surcoreanos.
El final de ese partido no fue un gol, pero se gritó como tal en la localidad qatarí de Rayán. Allí, los hinchas y jugadores asiáticos se unieron en un grito ensordecedor que dio cuenta de su tercera clasificación a los octavos de final de un Mundial después de lo que fue el cuarto puesto logrado en Corea-Japón 2002, mientras que también llegó a estar entre los 16 mejores en Sudáfrica 2010.
Esta zona fue liderada por Portugal con seis unidades y se enfrentará al segundo del grupo G, que puede ser Brasil, Suiza, Serbia o Camerún. Su escolta hará lo propio en la próxima instancia con el líder de ese mismo sector. Por otro lado, Uruguay y Ghana fueron el 13° y 14° eliminado de la competición.