El sábado 7 de mayo, una persona denunció al 911 un movimiento sospechoso en cajeros de calle 25 de Mayo de Paraná. Una mujer de mediana edad, estaba extrayendo dinero con 22 tarjetas de débito. Tal como informó UNO en su momento, la maniobra de alerta llevó al personal de la División Delitos Económicos de la Policía hasta una vivienda del barrio Brisas del Oeste, donde habita la señora y su pareja, el extesorero de la Asociación del Personal No Docente de la UNER (Apuner).
Apuner: la causa se afirma sobre el extesorero
El funcionamiento de la financiera en Apuner se afirma sobre el rol del extesorero.
En esa casa los agentes encontraron dinero pero, precisamente, en el vehículo que manejaba el extesorero gremial, contaron 270.000 pesos en efectivo.
Al día siguiente, una consigna policial de civil hizo guardia en la zona del gremio, ubicado en calle Alem 957. El agente esperó hasta que llegó la pareja de la mujer, apresurado por entrar a la sede sindical. Allí fue interceptado y en el procedimiento de requisa, secuestraron documentación de interés.
En ese momento, los investigadores manejaron una hipótesis principal: el funcionamiento de una financiera dentro del gremio. Se pudo establecer que el extesorero Adrián Meyiner (con la colaboración de su pareja, una mujer de apellido Ibarra), prestaba dinero a personas vulnerables, beneficiarios de planes sociales. Los montos iban de 5.000 a 10.000 pesos. Como garantía, el prestamista se quedaba con las tarjetas de débito de los individuos que accedían a los créditos.
Investigan posible usura
En principio la causa estuvo a cargo de los fiscales Gonzalo Badano y Patricia Yedro, porque se pensó una vinculación con la conocida "causa de los contratos truchos", pero con el avance de la investigación se supo que no tenían conexión. De modo que el legajo quedó a cargo del fiscal Laureano Dato quien, hasta ahora, encuadra los hechos en el delito de Usura.
Al respecto, el funcionario dijo a UNO: "Aún no tenemos imputados en la causa, sí dos personas investigadas que ya designaron abogados defensores. Si bien estamos en una etapa preliminar, hasta ahora podemos decir que el hombre, valiéndose de situaciones vulnerables de las personas, aprovechó y retuvo las tarjetas de planes sociales. Incluso, en algunos casos, no retornó más la tarjeta".
Sobre la etapa de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Dato aseguró: "Mandamos a peritar todo lo que se secuestró. Recién ahora (por ayer) nos trajeron informes del Gabinete de Informática Forense y estamos comenzando a analizarlos. Los elementos se secuestraron en los allanamientos, puntualmente en los lugares de trabajo".
Para el fiscal, las maniobras investigadas se desarrollaron en dos escenarios: la sede gremial y la facultad. Maynier, además de desempeñar sus tareas en la sede de calle Alem, se desarrollaba en la Facultad de Ciencias Económicas. "También pedimos informes financieros a los bancos, queremos establecer la situación financiera de esta persona, los movimientos en los bancos", acotó.
En el marco de la causa también se recibieron testimonios. "Es claro que esta persona ofrecía préstamos en Apuner y en la facultad. Eran montos chicos de dinero. Pero en algunos casos, la devolución era por más del doble. Hasta ahora entendemos que las autoridades de Apuner no estaban en conocimiento de la situación. De hecho colaboraron con la información", manifestó.
Según se precisó a este medio, la modalidad que se investiga se aproxima a la siguiente hipótesis: una persona solicitaba el préstamo, como garantía dejaba la tarjeta de débito a partir de la cual se cobraba un plan social. El prestamista, con tarjetas bancarias en su poder, cobraba mes a mes hasta alcanzar el monto pactado de devolución. En algunos casos, cuando se llegó a cubrir ese momento, el prestamista no devolvió la tarjeta de débito.
Pronunciamiento de la Universidad
El escándalo con la tarjetas mereció el pronunciamiento de las autoridades de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). El rector Andrés Sabella aseguró: “Somos una universidad que defiende el derecho de los trabajadores, el cual naturalmente se ejercita a través de sus asociaciones gremiales. No se reniega de los gremios, por el contrario, gestionamos con ellos. Con el mismo énfasis condenamos cualquier acto de corrupción o poco transparente en el manejo de cualquiera de las instituciones. La UNER y los gremios son instituciones diferentes, y no vulneramos su autonomía e independencia, pero sí exigimos un accionar transparente, ético y democrático”.