Alfredo Hoffman/ De la Redacción de UNO
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Hay una caracterización del gobierno de Cambiemos que asegura que estamos ante la primera vez que “la derecha” llega al poder en Argentina a través de los votos y no por medio de golpes de Estado. Esto tiene algo de cierto: el PRO es un partido de derecha, formado por dirigentes que expresan esas ideas, que creció hasta ganar las últimas elecciones. Pero no es verdad que la derecha no haya gobernado el país en períodos constitucionales y sin fraude electoral y lo hizo, desde la recuperación de la democracia, a través de los dos partidos de masas: la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista.
Puede entenderse que en 1989 el grueso de la ciudadanía no votó un presidente neoliberal, sino a uno que proponía la revolución productiva y el salariazo. Pero en 1995 el electorado reeligió a Carlos Menem, cuando ya había privatizado las empresas estatales, desregulado la economía, alineado al país con los Estados Unidos y todo lo que ya se sabe. La corta historia de la Alianza es similar: De la Rúa, un radical conservador, llegó a la Presidencia en el marco de la Alianza UCR-Frepaso sin ocultar su intención de continuar con el modelo de la convertibilidad y la política económica neoliberal.
La otra parte de esta historia es que en Argentina nunca hubo gobiernos de izquierda. El exterminio de los militantes revolucionarios en los 70 eclipsó esa posibilidad. Pero la contracara de los gobiernos de derecha la han expresado los gobiernos populares, los que han antepuesto las necesidades de los asalariados a las de los capitalistas, los derechos de los sectores vulnerables a las ambiciones de los dueños del país, los intereses nacionales a los extranjeros. Y esto también ha sucedido durante los mandatos radicales y peronistas.
Con matices que sería largo de desarrollar aquí, no podrían calificarse como “de derecha” a los gobiernos de Raúl Alfonsín y del kirchnerismo, sobre todo a la luz de la perspectiva histórica y comparándolos con quienes los antecedieron y sucedieron.
En dos meses, con Macri, “la derecha” volvió a instalarse y actúa con medidas que benefician a los empresarios, despido de trabajadores, vaciamiento de políticas de derechos humanos, encarcelamiento de opositores y aval para reprimir ¡hasta a los niños! Como antes, los sectores de poder gobiernan a través de un partido tradicional, en este caso la UCR en alianza con el PRO y otras fuerzas, pero ahora con predominio de sus representantes directos en puestos clave del gobierno.
La derecha
7 de febrero 2016 · 08:06hs