La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación difundió un video que contiene la transcripción del testimonio de un testigo de los vuelos de la muerte en el delta entrerriano, como se conoció al procedimiento mediante el cual eran arrojados a los ríos de Islas del Ibicuy los cuerpos de detenidos desaparecidos durante la dictadura.
Vuelos de la muerte: difunden el testimonio de un testigo
Actualmente la fiscal federal de Concepción del Uruguay, Josefina Minatta, quien lleva adelante la causa, se encuentra tomando declaraciones testimoniales a testigos que vieron caer bultos desde helicópteros sobre el delta o que encontraron cadáveres en la costa de los ríos. Entre ellos se encuentra un jornalero cuyo relato fue tomado por la Secretaría de Derechos Humanos para elaborar el video que el titular del organismo, Horacio Pietragalla Corti, difundió a través de su cuenta de Twitter.
La Secretaría es querellante desde septiembre en esta causa, en la cual se investigan vuelos de la muerte en las islas formadas por el Delta del Paraná y la desembocadura de algunos de sus efluentes en el río Uruguay, en la zona de Villa Paranacito. Según los testimonios de lugareños, durante los años de la dictadura era común observar helicópteros sobrevolando la zona, desde los cuales se arrojaban cadáveres que serían de personas detenidas-desaparecidas.
"En la actualidad la Fiscalía está convocando a testigos que puedan aportar sus testimonios. La causa aún no posee víctimas ni imputados. 45 años después muchos y muchas comienzan a hablar", sostuvo Pietragalla.
El testimonio
En el video se reproduce el siguiente testimonio: "Soy jornalero y vivo desde que nací, en el 54, a orillas del río Sauce, en las islas del Ibicuy, en Entre Ríos, a 10 mil metros del río Bravo. Yo estaba en la costa con un vecino que cortaba madera para cargar en el barco. Ahí en la costa del desagüadero me avisa que había dos cuerpos flotando, uno de cada lado".
Y continúa: "Ese día se acerca otra persona, que al ver los cuerpos fue a hacer la denuncia a la Prefectura, donde le preguntaron si era familiar. Como no lo era le dijeron que se quedara calladito, quietito, que no vio nada. Pocos días después, sobre la costa del Sauce, cerquita del río Uruguay, vi otro cuerpo. Estaba muerto, atado con una cobija y alambre en las puntas. No pude hacer nada, ni acercarme, porque saber algo en dictadura acá era para problemas".
"El carnicero –sigue– que hacía el reparto a los pobladores con su lancha contó que vio cómo tiraban bultos desde un helicóptero. Todos Sabían".
El estado de la causa
A principios de diciembre, luego de años sin avances en la causa, el juez Pablo Seró y la fiscal Josefina Minatta tomaron declaraciones a testigos, entre ellos la viuda de un policía y el director periodístico de Radio Máxima de Gualeguaychú, Fabián Magnotta, quien publicó el libro El lugar perfecto, sobre los vuelos de la muerte en el delta entrerriano. Las declaraciones se realizaron por zoom desde el Escuadrón de Gendarmería de Gualeguaychú.
Magnotta reveló datos de su investigación surgidos en los últimos años. Le dijo al juez que “habría que buscar restos en todos los cementerios de la zona, Paranacito, Ibicuy, Médanos, Ceibas y Gualeguaychú”.
El periodista recordó: “En 2001 fuimos al cementerio de Paranacito con el juez (Roberto) García Jurado, a buscar los restos del empresario Rodolfo Clutterbuck, secuestrado desaparecido en democracia, con Antropología Forense”. En un lugar alejado, el lugar de los NN, vio restos y cráneos con disparos. “Como nadie buscaba desaparecidos de la dictadura, se volvió a tapar”, dijo.
Agregó Magnotta que en los últimos años le llegaron testimonios también sobre inhumaciones NN en el cementerio de Ibicuy, que parece más prolijo y no sufre inundaciones permanentes como el de Paranacito.
Magnotta declaró que hace algunos años una mujer que se desempeñó como docente en el delta en aquella época, volvió al lugar y señaló lugares entre los ríos Ceibo y Sauce donde eran lanzados cuerpos dentro de tachos de gasoil de 200 litros, tapados con cemento. Agregó que Prefectura Argentina cuenta con equipos llamados “Sonar de barrido lateral”, que permiten identificar objetos en el lecho de los ríos. La docente, ya jubilada, no vive en Entre Ríos pero está dispuesta a declarar ante la Justicia.
Asimismo, el periodista reveló que dos testigos le indicaron que podría existir un cementerio clandestino en lo que fuera la delegación policial de Arroyo Merlo, en el delta, cerca de los ríos Ceibo y Sauce. “Me dijeron que la delegación policial de Arroyo Merlo fue cerrada, abandonada, como para dejar que se fuera diluyendo la historia”, declaró Magnotta.
Además, Seró interrogó a la mujer de un policía de apellido Cano, ya fallecido, que en 1977 encontró un cuerpo sin identificación en Ibicuy, departamento Islas.