La confluencia de distintas historias, realidades y situaciones en algunos lugares del planeta siempre han repercutido en nuestro país, y concretamente en nuestra provincia. Ya sea por ser Entre Ríos la provincia que creó la Primera Colonia Agrícola Militar (Las Conchas, Villa Urquiza) por gestión del General Justo José de Urquiza hasta las cruentas llegadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, pasando por la ordenada Colonia San José (también promovida por Urquiza) han sembrado nuestro territorio de innumerables asentamientos con rango de población, Junta de Gobierno o Ciudad. Un tecnicismo que sin dudas, no implica nada frente a las cálidas historias que emergen de sus conformaciones.
Ubajay, un pueblo de nombre guaraní, colonia judía y suelo entrerriano
En este número aniversario de Diario UNO, la diversidad y totalidad de los departamentos provinciales está comprendida en sus notas y aseveraciones. Y en tales matices, en nuestro caso nos ocupa nada menos que una población con nombre de milenario guaraní, al cual llegaron centenarios inmigrantes judíos y que con las décadas pasadas, conformaron la ciudad de Ubajay (Departamento Colón).-
Algunos datos
En el municipio de Ubajay habitan casi 4.000 personas según el censo del año 2010. Está ubicado a unos 50 kilómetros de Concordia, 300 de Paraná y a 62 de la ciudad capital Departamental de Colón, es decir Colón.
Los que allí viven son ubajayenses, un gentilicio dulce y apropiado para la hospitalidad y generosidad de sus habitantes. Su cercanía al río Uruguay también le permite que los distintos y diversos cursos de agua de la zona sigan el camino del declive natural de sus tierras, partes de una faja arenosa proveniente del mismo río.
Cereales, lino, tártago y maní han sido sus cultivos tradicionales, y la explotación maderera el devenir industrial que permite parte de la subsistencia económica del lugar.
Con raíces de árbol
El Ubajay es un fruto que provee el árbol del mismo nombre. En el "Índice sintético de la toponimia entrerriana" se dice sobre el Ubajay que "El fitotopónimo Ubajay se refiere a un árbol dela familia de las Myrtaceae (Hexachblamys edulis) conocido comúnmente con ubajay y casi con seguridad a la variedad Eugenia Edulia, común en los montes ribereños de los ríos Uruguay y Paraná, aunque no abundante.
¿Pero qué significa ese nombre que deriva del Guaraní? Continúa expresando la fuente anterior que "según Buffa el nombre deriva del guaraní y da como etimología "fruta agria", aunque más propiamente sería "fruta ácida". Vaya con las etimologías, un pueblo de gente tan amable con esa traducción inapropiada.
Valga la aclaración, hay dos arroyos en nuestra provincia con el mismo nombre, y también un bañado que así fue bautizado.
Ese devenir de los tiempos y las cosas suele traer novedades a las convivencias. En aquel paraje que se iba formando en el actual Departamento Colón, se dieron las condiciones propicias para dos hechos sustantivos que cambiarían para siempre todas las realidades: la inmigración y el tren.
La inmigración. La Jewish Colonization Association (JCA). Primeros apellidos inmigrantes
El barón Maurice Hirsch y su fundación filantrópica Jewish Colonization Association tuvieron muchos (y casi todo) que ver en el proceso migratorio judía en Entre Ríos. La formación de decenas de localidades que actualmente conforman un circuito turístico, conllevó el arribo de migrantes judíos a ocupar la diversidad geográfica entrerriana. Basavilbaso, San Gregorio, Villa Domínguez o Villa Clara entre otras, dan muestras de una historia subsistente al paso del tiempo.
La operación filantrópica de la JCA consistía en la selección de inmigrantes de nacionalidad judía en Europa y en la adquisición de tierras para colonización en otros países (en especial Argentina, Canadá y Estados Unidos) que permitieran la llegada y desarrollo de estas familias. Así fue elegido nuestro país y en particular Entre Ríos, dando lugar a las poblaciones anteriormente enunciadas.
Luego e instalados, tanto los enseres, herramientas y la tierra misma eran abonadas a la JCA en diferentes modalidades siempre facilitando el pago y la adquisición definitiva por parte de los inmigrantes.
Hacia 1912 se empezaron a poblar algunas hectáreas con colonos rusos ( Asquenazies) que venían desde Lucienville, Clara y San Antonio, luego 10 familias polacas y ya en 1930 otro grupo proveniente de Transilvania.
Dice Sonia Gastiazoro en su trabajo de investigación sobre Ubajay que "El grupo inicial estuvo compuesto por alrededor de cuarenta familias a las que se les asignaron parcelas, en las estancias Yatay y La Matilde, adquiridas al Barón Page, dando lugar a la Colonia Yatay.
Las primeras familias que la poblaron provenían de Lucienville, Clara y San Antonio, y más tarde se sumaron otras oriundas de Polonia y Transilvania que se fueron instalando progresivamente a lo largo de varios años.
Se tiene conocimiento, por sus descendientes, que Benjamín Braverman procedente de Rusia llegó en 1905, al igual que Naum y Rubén Hurevitz procedentes de Ucrania. También contemporáneamente se radicó la familia de Salomón Latacheff y los hermanos Adolfo y Gregorio Lapiduz entre otros.
En una interesante recopilación de historias orales editada en el año 2006 bajo el título Historia oral de Berduc y Ubajay, Marina Panziera, APN, 2006 se recopilaron para la posteridad y como asiento de recordaciones históricas de los pobladores genuinos de esos parajes, un sinfín de anécdotas, historias y relatos de aquellos dos sitios (Berduc y Ubajay). Nos dice don Enrique Bondaz (nacido en 1925) sobre las Colonias judías que "Me acuerdo de muchos apellidos pero de los nombres no. Empezando en el Palmar: Halperin, Vainstud, Mandel, Altman, Ganz, Irijimovich, Viñer, Milman, Antich, Rajkyn, Furer mas al fondo. Después siguiendo para acá, en Yatay (Colonia): Milman, Moisés. Hejt no podía decir cincuenta centavos, entonces decía "media kila, media pesa""
Y termina diciendo: "Yo tuve muchos amigos judíos, buenos, buenos amigos".
Don Alcides Coullerí (nacido en 1930 y sobre quien volveremos en otras ediciones) nos cuenta que "La colonia judía llegaba hasta la Quemada nomás, hasta ahí, hasta la Quemada y de ahí para allá ya no era Colonia judía, Ahora en Pedernal si, ya había otra que era completamente independiente de esta. Era la Palmar Yatay la colonia y aquella era la Santa Isabel. Porque me contaron en Pedernal que le dejaron el nombre de Santa Isabel cuando el barón Hirsch le compró el campo a los dueños que eran ingleses".
Y Niseldo Bouvet (de 1936) que "Ya había pocos judíos en 1950-51, ya que en el 45 cuando entró Perón empezó a haber una inflación del 20%. Ellos compraron y tenían 20 años para pagar, allá por el año 1910. Y entonces se pagaron las tierras y ellos se fueron a la ciudad"
Vestigios quedan de aquella gran oleada de hombres y mujeres promovidos por el barón Hirsch. De hecho, el cementerio israelita que se ubica de camino a la ciudad de Colón da testimonio de ello, de la misma forma que algunos restos edilicios de lo que fuera la sinagoga del Pueblo. Una antigua copia de una foto obrante en el Archivo General de la Nación recuerda aquella estructura, ya prácticamente desaparecida.
El Ferrocarril
El día 5 de Enero de 1915 se inaugura la Estación Ubajay. Sin dudas, el vínculo entre los procesos migratorios y la urbanización que representaba la presencia del ferrocarril ya dotaban al paraje de una entidad suficiente para darse el carácter de población. La llegada del ferrocarril implica la necesidad de un catastro más preciso (sobre la base de las demarcaciones de la JCA) como así también la presencia de nuevos comercios (panaderías, farmacias, herrerías, etc.).
Hacia el año 1916 (siguiendo el lineamiento histórico de Sonia Gastiazoro) y en vinculación con aquella inauguración, "los colonos crearon la cooperativa agrícola Palmar-Yatay. Por entonces funcionó una escuela judía y una sinagoga y en cuanto al cementerio, los registros indican que la primera sepultura data del año 1917".
"El tren lechero pasaba a las 8 de la mañana y se llevaba sus pasajeros también y todo el mundo ocupaba eso para irse a Concordia...Se comercializaba principalmente trigo y lino." Así dice Niseldo Bouvet (nacido en 1936).
La estación fue el motor económico (y de alguna manera también el social) de Ubajay. Transporte de cargas, mercaderías hacia el resto de la provincia y materia primera para los molinos de Buenos Aires; el fulgor de la mano de obra posible a tenor del movimiento incesante entre vías e inmigrantes. Todo ello representaba el funcionamiento de esa línea.
Una realidad que se derrumbó un día cuando la decisión nacional de eliminar ramales de trenes considerados poco productivos se llevó hasta hoy, aquella dulce visión de estibas, rieles y andenes. Era el año de 1991 cuando alguien (en un escritorio porteño) pasó lápiz rojo sobre el renglón de la estación de Ubajay.
Pintarás tu aldea
Pinta tu aldea y pintarás el mundo es una frase que se le atribuye a León Tolstoi. Más allá de la comprobación de ello, sin dudas que su contenido es una acierto y tiene exactitud. Porque de todas formas, siempre las artes nos devuelven a todos las imágenes que han quedado impresas en el alma y la mente de los artistas. Así como La Boca ha dado a Benito Quinquela Martín o Entre Ríos se regodea con obras de Cesáreo Bernaldo de Quirós, Ubajay también tiene su eternidad en forma de imágenes.
Se trata de la pintora Sara Sterin de Chichelnitzky, nativa del lugar y quien dejó una serie de pinturas que reflejan el diario y cotidiano devenir de Ubajay. Títulos como "Regreso a casa"; "Destrozos de Tormenta"; "Rumbo al pueblo", "Fin de Jornada" y otros componen una historiografía pictórica que permite comprender (para quien no es nativo del lugar) la idiosincrasia histórica de Ubajay.
La vida del campo, las tormentas que dejan huellas indelebles, el trabajo de siembra y cosecha. Los trenes, la perseverancia del agricultor y la devoción de los fieles son reflejados en la obra de Sara Sterin de Chichelnitzky. Desde "Estudiando el Talmud" hasta "Velas Sabáticas" y pasando por una serie campesina como "El rancho espera", "Esperando al hijo" o "Acopiando la parva" cumplimentan más de 70 motivos en forma de pinturas.
Sara nació hacia el dos de junio de 1916, hija de los inmigrantes Aaron y Clara. Ya lejos de su Ubajay, falleció a principios del Siglo XXI. Su obra recopilada se puede observar en el Museo Histórico de Ubajay "La Estación" o bien en una obra de compilación de excelente factura y diseño titulada "Una pintora de Ubajay", edición de Manrique Zago Ediciones.
El héroe del lugar
Casi como una remembranza, las estrofas de la canción de Víctor Heredia retumban liminarmente sobre la historia de don Alcides Coullerí. Fue el último guarda de la estación ya cerrada, y el Museo de Ubajay precisamente lleva su nombre en homenaje a su labro de preservación del espacio y dedicación al terruño. Llegó al lugar hacia la década del cuarenta, viendo la evolución que representaba para la ciudad el uso del tres como transporte de mercancías, las colas de carros esperando la estiba y el subir y bajar constante de pasajeros.
Nacido cerca de Chajarí hacia el año 1929, dedico su vida al ferrocarril y luego, a mantener la estación y la cultura ubajayense. Sin dudas, el héroe del lugar con uniforme gris de jefe de estación, alguien sobre el cual volveremos en futuras notas remembrando su vida y su anecdotario.
Cuentan que el día que llegó la notificación de cierre del ramal, y al momento de asentarlo en el libro de guardia don Alcides escribió "cierre temporario". Un augurio que aún espera resarcimiento.
Fuentes y material utilizado
Reseña sobre la colonia Palmar Yatay, por Sonia Edith Gastiazoro, Ubajay, Entre Ríos, 2.017.
Índice sintético de la toponimia entrerriana, Rubén Bourlot y Juan Carlos Bertolini, Archivo General de Entre Ríos, CFI, 2016
Historia oral de Berduc y Ubajay, Marina Panziera, APN, 2006
El guaraní en Entre Ríos, Gaspar Benavento, IALA, 1962
Los pueblos de Entre Ríos, su actualidad, su historia, Orlando Britos, 2011, Uader/Vicegobernación de E.R/ Materiales y archivos del Museo Histórico de Ubajay La Estación.