Se frenó en la esquina del kiosco, miró el semáforo y comenzó a cruzar la calle hasta que se encontró con una camioneta arriba de la senda peatonal. Gustavo le pidió al conductor que hiciera marcha atrás cuando pasó por delante del capó.
Quiso cruzar la calle, había una camioneta sobre la línea peatonal y reaccionó mal
Hoy a las 11.30 en la esquina de calle Santa Fe y Alameda de la Federación el peatón se cruzó con el conductor de la camioneta y no pudo contener su ira.
4 de agosto 2017 · 16:03hs
A las 11.30 de la mañana Gustavo Acosta venía bajando por Alameda de la Federación, por la vereda de la Policía Federal, escuchando música con sus auriculares blancos conectados al teléfono celular. Era una mañana de viernes llena de sol.
Terminó de cruzar la calle y escuchó la respuesta del hombre que estaba al mando del volante.
Si bien solo ellos sabrán las palabras que cruzaron, algunas, tocaron las fibras del peatón que se volvió y le pegó una patada al costado izquierdo de la camioneta.
Después del incidente y una vez que llegó la policía, Gustavo reconoció que se equivocó que no debería habar reaccionado así pero que la impotencia fue muy fuerte y no se pudo controlar.
Justo en la esquina había un operativo interno de la Policía Federal Argentina que contó con la colaboración de algunos agentes de la policía de Entre Ríos.
Uno de ellos en particular se encargó de contener al conductor de la camioneta y a Gustavo. Este cronista, como testigo, también se quedó en el lugar.
Después de varios minutos llegó un patrullero de la Comisaría Primera y tomaron las declaraciones de los involucrados y del testigo, en este caso el que escribe estas líneas.
En esa esquina como en todas las esquinas de Paraná, la mayoría de los automovilistas, pasan por arriba la senda peatonal.
Los que caminan saben que tienen que hacerse lugar entre los automóviles para poder pasar.
Nada justifica la reacción violenta de Gustavo pero muchos habrán pensando en hacer lo mismo cuando les tocó la misma situación.
En Paraná hay que tomar medidas en las calles para las personas. Hasta ahora todo lo que se hizo fue para los autos y el tránsito está cada vez peor.
Habrá que esperar el momento en que las decisiones políticas den vuelta la tortilla. Primero el peatón, después la movilidad no motorizada, luego el transporte público y por último los vehículos privados.
En el país y Latinoamérica hay sobrados ejemplos de cómo las grandes ciudades van cambiando los paradigmas.
Mientras tanto habrá más Gustavos que impotentes reaccionen y más vehículos que frenen sobre las sendas peatonales.