Víctor Javier Álvarez está acusado de asesinarlos brutalmente a golpes, mientras que la mamá de los niños está acusada de omisión.
Mañana comienza el juicio por el homicidio de los hermanitos Zapata
Mañana, a partir de las 8.30 comenzará el juicio por el doble homicidio doblemente calificado, por el crimen de los hermanitos Hugo y Gustavo Zapata, de 5 y 7 años, respectivamente.
Víctor Álvarez, padrastro de los menores, será juzgado por acción, mientras que la madre biológica, Andrea Soledad Zapata, fue imputada por omisión. La pena estipulada por el código penal es de una condena perpetua para ambos.
Se estima que hay unos 50 testigos citados a declarar, ente éstos funcionarios del Copnaf , médicos y vecinos de las víctimas.
El fiscal Gustavo Castillo, presentará las pruebas científicas y psicológicas, por el juicio transitarán cerca de 50 testigos.
Álvarez está detenido en el neuropsiquiátrico de la Unidad Penal Nº 8 de la ciudad de Federal y será trasladado en las próximas horas para el inicio del juicio. Por su parte, Zapata aguarda desde el momento de su detención en la Comisaría del Menor y la Familia, sin ningún tipo de asistencia psicológica y sin poder tener contacto con sus hijos.
La Defensa de la mujer sostendrá su inocencia contextualizando las muertes “en la propia violencia de la que ella era víctima por parte de Álvarez”. Para el defensor esto está constatado a través de pruebas médicas que demostrarían golpes en la cara y quemaduras con cigarrillos en el cuerpo de la mujer.
Este argumento es apoyado por informes psiquiátricos y psicológicos pedidos por el defensor a especialistas particulares de Buenos Aires, mientras que por parte de la fiscalía subrayan existen otros informes psicológicos que refutarían lo contrario.
Por su parte, los testimonios de los vecinos que se presentarán sostendrán que en la vivienda de la tragedia eran frecuentes los ruidos contra las paredes lindantes, por los golpes que recibía María Soledad Zapata y sus hijos por parte de Javier Álvarez. Incluso precisaron que el método usado por el padrastro era poner la música a un volumen considerable para así castigar a la mujer y los menores que la chica había tenido con otro hombre.
Fuente: Diario Río Uruguay