Hace poco más de un año iban tres meses de cuarentena, y muchas cosas eran todavía confusas y en ese río revuelto de información algunos aprovecharon para delinquir. Entre ellos, un grupo de asaltantes que irrumpió en una vivienda de Paraná para robarle a una familia haciéndose pasar por personal de salud con una orden judicial para hacerles un hisopado. Lograron entrar a la casa donde a punta de pistola intentaron reducir a la familia, pero uno de los hijos forcejeó con uno de los ladrones que efectuó un disparo al suelo y su hermana salió corriendo a pedir ayuda. Poco después, un hombre y una mujer cayeron por los rastros que fueron dejando. Ahora uno de ellos acordó cumplir seis años y ocho meses de prisión efectiva por el violento asalto. Se trata de José Román Giménez, de 34 años, quien acordó la pena a cumplir en un acuerdo con la Fiscalía.
Condenado por el asalto a una familia como falso agente de Salud para hacer hisopados
El pacto fue presentado por la fiscal Evangelina Santana y la defensora oficial Romina Cian. El juez de Garantías José Eduardo Ruhl lo homologó en una sentencia. Su cómplice aún aguarda la resolución de su causa y el tercer integrante de la gavilla no pudo ser identificado. El hecho ocurrió el 23 de junio de 2020, aproximadamente a las 8.15 en calle Ursini (en inmediaciones de Miguel David e Intendente Blanda) de Paraná. N.S.A., Giménez y el tercer cómplice llamaron a la puerta y fueron atendidos por una mujer.
Le solicitaron el ingreso a la vivienda y le exhibieron una orden judicial falsa dirigida a la familia con la firma apócrifa del juez de Garantías Ricardo Bonazzola, con el fin de realizar un hisopado para descartar la presencia de Covid-19 aduciendo pertenecer a Salud Pública. Para demostrar mayor veracidad estaban vestidos como personal médico con mamelucos, cofias y barbijos. La mujer los hizo pasar, y ni bien entraron los delincuentes les requirieron tanto a la madre como a los dos hijos que pusieran los celulares sobre la mesa.
Uno de los ladrones sacó un arma de fuego de su cintura y blanqueó la situación: “¡Esto es un asalto!”, gritó. Enseguida el hijo de la mujer se le abalanzó y comenzaron un forcejeo, momento en que el sujeto efectuó un disparo con la pistola calibre 9 milímetros hacia el piso, mientras el otro delincuente ataba a la mujer con precintos en las piernas. En ese instante, tras el disparo, la hija logró salir de la vivienda. Cuando la banda advirtió esta circunstancia se apoderaron de una mochila negra que contenía una billetera con documentación personal y 1.000 pesos y salieron. Se subieron a un auto y escaparon.
Tras la denuncia intervino primero la comisaría 10ª, y luego la División Robos y Hurtos para esclarecer el suceso, en cuya investigación se fueron reuniendo pruebas importantes en pocos días, según se puede observar de las actas incorporadas al legajo, que permitieron el esclarecimiento Por un lado se reunieron varios videos de cámaras de seguridad particulares en las inmediaciones del lugar del hecho y del recorrido que efectuó el auto antes de llegar y después de huir.
El personal de la División Rastros de Criminalística levantó huellas en distintos lugares y elementos de la vivienda y por dos de ellos pudieron dar con el principal sospechoso. Según el informe de las pericias, en una hoja de papel con la inscripción “Oficina de Gestión de Notificaciones” y en un rollo de cinta adhesiva se obtuvo como resultado la presencia de impresiones latentes que fueron sometidas al sistema de identificación dactiloscópico argentino. Desde Rastros informaron la correspondencia dactiloscópica con el dígito anular izquierdo correspondiente a Giménez. En la base de datos surgió su domicilio, el cual fue allanado de inmediato.
A partir de la localización del auto Peugeot 207 Compact pudieron llegara a la mujer que integraba la banda, por lo que allanaron su vivienda y así pudieron secuestrar el vehículo, dentro del cual hallaron una pistola calibre 9 milímetros. La sospechosa fue detenida mientras hacía compras en un supermercado chino ubicado cerca de su casa. Al respecto, el informe técnico pericial balístico de la División Scopometría relativo a la pericia balística sobre el arma de fuego secuestrada, indicó que la misma fue la que disparó la vaina servida (en el suelo de la casa asaltada) y el proyectil calibre 9 milímetros (incrustado en la pared del living).
Además, según surgió del Registro Provincial de Armas, esa pistola se encontraba registrada a nombre de la Policía de Entre Ríos, y tenía un pedido de secuestro desde el 26 de abril de 2019 por haber sido robada. Finalmente, entre las pruebas fundamentales recabadas, se terminó de comprometer la situación de Giménez y de la mujer en la rueda de reconocimiento, donde ambos fueron señalados por las víctimas. Incluso aseguraron que era Giménez quien portaba el arma de fuego en el hecho.
Aparentemente, los ladrones fueron a esa vivienda con la información de que un integrante de la familia iba a realizar una operación inmobiliaria, por lo cual tenían allí una importante suma de dinero, la cual no estaba porque se encontraba depositada en un banco. Las consecuencias del asalto no quedaron allí. Se informó que una semana después del hecho falleció la mujer que fue maniatada en el robo, y no pocos creen que el susto y el trauma sufrido en el atraco dejaron secuelas graves en su salud.
Tras la audiencia en la cual Giménez confesó los delitos de Robo calificado por uso de arma de fuego y Uso de documento falso, y donde consintió que le aplicaran seis años y ocho meses de cárcel, el juez Ruhl homologó el abreviado en la sentencia. Dispuso el alojamiento del hombre en la Unidad Penal N° 5 de la ciudad de Victoria.