Una nueva Fiesta de Disfraces hizo vivir a Paraná un fin de semana diferente. Desde el sábado ya se notaba el movimiento de gente, algunos pocos ya disfrazados en la calle, otros en fiestas previas como si se dieran manija para llegar a la noche de ayer con ritmo. Con un clima ideal, por la tarde se llenaron los espacios públicos.
Paraná volvió a disfrazarse junto a miles de visitantes de todo el país
Desde temprano en la tarde, ayer se vieron pokemones, presidiarios, enmascarados, asesinos seriales de películas y hombres arañas, entre otros, que poblaron la capital provincial. Con un clima ideal, se llenaron los espacios públicos
10 de octubre 2016 · 06:20hs
Desde el túnel subfluvial esperaban el cruce, desde el sábado y hasta hoy, de 45.000 vehículos; el grueso comenzó a llegar a Paraná ayer al mediodía. Desde temprano hubo un operativo de tránsito en diferentes puntos de la ciudad.
En la calle, en los comercios que estaban abiertos, lo mismo en las plazas, en el Parque Urquiza,en la Costanera y en la Peatonal, desde temprano había grupos de jóvenes y no tanto, ya disfrazados, como si hicieran un ritual. A los gritos, contentos, de un lado al otro, fueron lo que quisieron ser y se hicieron notar.
Cuando el sol dio lugar, de a grupos, a paso lento, algunos ya querían encaminarse para el predio de la Fiesta, otros se quedaron un rato más en los espacios públicos de la ciudad, sobre todo en la Costanera.
En la calle, en la Plaza 1º de Mayo, había pequeños contingentes de diferentes lugares del país: Córdoba, Formosa, Chaco, Santa Fe; muchos con sus botellas y jarras llenas en mano, como si la fiesta hubiera empezado hacía horas, pero recién eran las 18. También había paranaenses que recorrieron cada lugar para ver a aquellos otros, los disfrazados: pokemones, mujeres militares, enmascarados, asesinos de películas, presidiarios, un jeque árabe, curas, vikingos y gladiadores caminaban por la calle, se reunían, compraban bebidas o entraban en algunos bares para pasar la tarde; un hombre araña sin capucha corría con una bolsa de hielo por la Peatonal.
Las redes sociales también fueron el espacio elegido para mostrarse, donde muchos dieron cuenta, por ejemplo, de que ya estaban cerca de Paraná; hubo quienes hicieron cientos de kilómetros solo por la noche de ayer.
La ciudad volvió a vivir la fiesta más convocante. Este fin de semana de octubre estuvo acompañado por el clima y los 24º de la tarde de ayer, anunciaron una buena noche.
Un crecimiento sostenido y exponencial
La gran fiesta de Paraná nació en 1999, y al principio fue un simple festejo de cumpleaños de un grupo de amigos que coincidieron en agosto. Se trató de 150 invitados que se disfrazaron en esa incipiente iniciativa, una reunión donde nadie imaginó en lo que se iba a convertir.
Así nació la Fiesta de Disfraces más grande de Latinoamérica y la actividad de mayor convocatoria de Entre Ríos. Aquella primera edición tuvo lugar en el Club Ciclista. En 2000 y 2001, la fiesta se desarrolló en un pequeño salón ubicado en calle Santa Fe, frente a Casa de Gobierno, y en el salón de la Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina, en el Brete, respectivamente.
Un crecimiento importante se dio en la cuarta edición, en 2002, cuando el sitio elegido fue uno de los galpones de Puerto Nuevo. Algo similar ocurrió en 2003, cuando la fiesta se realizó en la disco Excándalo. Pero fue la elección del predio de La Rural, en 2004, el hecho que marcó un antes y un después en la historia de la fiesta y desde entonces –si bien años siguientes se desplazó a diferentes espacios más amplios y cómodos– creció de manera exponencial.
En esta oportunidad, la iniciativa se desarrolló en un espacio más cerca del centro, en el Acceso Norte, en República de Entre Ríos al 3500, entre las calles Juan Morath y Jorge Luis Borges.