En Paraná un buen número de personas practican la equitación y hay varios lugares que se dedican al deporte y al cuidado de los caballos. Hace unos días habían estado cerca de volver a la actividad con las medidas sanitarias necesarias, pero no fue así por la situación que atraviesa la región por la pandemia. Ahora agua dan poder regresar para que los caballos tengan ese contacto necesario con los dueños.
Paraná: Los caballos esperan para volver a saltar
El deporte ecuestre se practica de manera individual, lo que facilita mucho el cumplimiento de todo lo dispuesto por la normativa general. El contacto con otras personas en ese sentido, durante la práctica de la equitación está absolutamente restringido, limitando de manera casi absoluta el riesgo de contagio de la enfermedad. Todas las actividades ecuestres se realizan en espacios abiertos y amplios, con una extensa disponibilidad de superficies, lo que evita el con tacto entre personas.
Se guarda una distancia mínima de dos metros entre todas las personas y en todas las actividades que realizan en la instalación: durante el trabajo con los caballos (montados como pie a tierra) como en cualquier otra interacción. Esa son las medidas principales para que este deporte vea acción y por ahora sigue parado.
Víctor Albornoz es propietario de un establecimiento ecuestre llamado Los Álamos –ubicado en calle Almirante Brown– el cual es nuevo en el rubro y pasa gran parte de su día cuidando caballos propios y otros a su cargo, que en la especialidad le dicen pensionados. Víctor charló con Ovación sobre la situación de la actividad en la capital entrerriana.
“Por la pandemia ha sido todo complicado, porque en un momento estaba todo bien y parecía que había una lucecita para poder volver a practicar, pero se tuvo que volver atrás todo. Esto ha parado todo. Lo mismos dueños no vienen a ver o visitar a los caballos por miedo al virus. Es una situación que va a pasar y llevará su tiempo. Pero todo va a pasar”, dijo.
Luego agregó: “Arrancamos desde cero y es un emprendimiento familiar hace unos meses. Estuvimos bastante tiempo para hacer todo esto y la idea era ofrecer un lugar al aire libre. Más hoy con todo lo que está pasando con el coronavirus la gente valora lo verde y el contacto con un animal”.
“La idea es el pensionado y el cuidado del animal. Y la parte de deporte con la equitación. Es una hermosa actividad”, aseveró.
Luego comentó: “En Paraná lo practican bastante personas. Hay varios establecimientos; poco se conoce pero se practica mucho. Es una actividad para arrancar de pequeño. Con 5 o 4 años se pueden subir a un caballo. Es una hermosa especialidad para practicar en la ciudad de Paraná”.
El protocolo que se realizó por parte de la entidad nacional dice claramente que el barbijo o tapabocas es obligatorio, tanto para los socios como para el personal y dirigentes. Que se tomará la temperatura de los empleados diariamente y de los socios al ingresar.
El baño estará habilitado para concurrir de a una persona por vez. Que se pondrá a disposición de los asistentes suficientes medios de higiene para el lavado de manos frecuente. Que se mantendrán los elementos de higiene, conforme protocolo nacional, alcohol en gel en todos los sectores, especialmente en los establos. Mantendrán distancia en forma constante y que los socios deberán traer desde sus respectivos hogares todos los elementos necesarios para varear los caballos, (casco, fusta, espuelas, botas, etc.).
Es muy practicado en la región
Víctor Albornoz es cuidador de caballos e instructor de equitación: “en Paraná lo practican bastante personas al deporte. Hay varios establecimientos; poco se conoce pero se practica mucho. es una actividad para arrancar de pequeño. Con 5 o 4 años se pueden subir a un caballo. es una hermosa actividad para practicar en la ciudad de Paraná”. Se sabe poco del deporte, pero es muy utilizado como terapia e integración de personas con problemas cognitivos.