Federico Delbonis enfrentará este miércoles al chileno Cristian Garín, y el santafesino Federico Coria al juvenil español Carlos Alcaraz, en partidos de los octavos de final del ATP 500 de Río de Janeiro, que repartirá premios por 1.915.485 dólares.
Delbonis y Coria buscan seguir adelante en Río de Janeiro
Delbonis, nacido en Azul y ubicado en el puesto 86 del ranking mundial de la ATP, se presentó en Río con un triunfo cómodo sobre el español Roberto Carballes Baena (93) por 6-2 y 6-4, y desde las 16.30 enfrentará al chileno Garín (25), campeón en Córdoba hace 10 días y vencedor en la ronda inicial del eslovaco Andrej Martin (94).
Los antecedentes entre ambos se remontan a torneos Challenger, con dos triunfos de Garín, en las finales de Campiñas y Santo Domingo, ambas en 2018, y uno de Delbonis, en la ronda inicial de Milán 2015.
El rosarino Coria (116), por su parte, ingresó al cuadro principal desde la clasificación y obtuvo el mejor triunfo de su carrera (el segundo en un ATP) al vencer en la ronda inicial al francés Corentin Moutet (77), por 1-6, 7-6 (7-1) y 7-6 (7-3).
Coria jugará desde las 20.30 ante el español Carlos Alcaraz (406), de apenas 16 años, quien sorprendió el lunes último por la noche a su compatriota Albert Ramos (41) y se convirtió en el primer tenista nacido en 2003 en ganar un partido en un ATP.
En el caso de ganar sus respectivos partido, Delbonis y Coria se enfrentarán en el viernes en los cuartos de final.
El torneo se quedó ayer sin los otros tres argentinos que cayeron en la ronda inicial: Guido Pella (26), Juan Ignacio Lóndero (61) y Leonardo Mayer (109).
El máximo favorito al título es el austríaco Dominic Thiem (4), finalista este año en Australia y ganador en Río en 2017, quien superó en el debut al brasileño Felipe Meligeni Alves (341) en tres sets.
El único argentino que alzó el trofeo en Río es Diego Schwartzman (13), quien no jugará este año debido al desgarro en el músculo aductor mayor de la pierna izquierda que sufrió el viernes pasado en el Argentina Open, que lo mantendrá al menos 21 días sin jugar.