El gobierno de Venezuela anunció que varios de sus funcionarios mantendrán este jueves una reunión pública con dirigentes de la oposición, y que cursó una invitación formal al número dos del Vaticano para que participe como "testigo de buena fe" en el diálogo entre ambas partes. Ambas novedades son resultado de la gestión realizada ayer y el lunes por una comisión de cancilleres de la Unasur, con el propósito de dejar atrás la crisis política generada por las protestas cotidianas iniciadas el 6 de febrero pasado, que causaron 39 muertos y cientos de heridos y detenidos.
El vicepresidente, Jorge Arreaza, afirmó que, tras el primer encuentro "exploratorio" de ayer, este jueves se efectuará una "reunión ampliada" de la que participarán "todo el tren ejecutivo del gobierno nacional" e integrantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que reúne a 29 partidos opositores. "En el espíritu que ha convocado el presidente Nicolás Maduro, del diálogo, mañana vamos a hacer la reunión ampliada y ojalá se hagan muchas reuniones para la coexistencia pacífica, para que los grandes problemas del país se solucionen con tolerancia", dijo Arreaza.
"No vamos a pactar; vamos a reconocernos, a entendernos, a compartir visiones donde pensamos llegar a acuerdos", agregó el funcionario durante un acto oficial, informó la agencia noticiosa estatal AVN. Maduro agregó más tarde que la reunión será pública, "para que Venezuela vea ese debate".
Asimismo, AVN divulgó la carta de tres párrafos en la que el canciller, Elías Jaua, transmite al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolín, la invitación de Maduro "con el propósito de que participe en los procesos de diálogo entre representantes del gobierno y la oposición venezolana".
Venezuela: con la mediación del Vaticano, el gobierno dialogará con opositores
Jaua pidió directamente a Parolín "la designación de su persona como testigo de buena fe para acompañar el amplio diálogo que actualmente se desarrolla en Venezuela y que cuenta con el acompañamiento de los cancilleres de la Unasur".
Parolín conoce bien a todos los actores políticos de Venezuela porque antes de convertirse en el número dos del Vaticano, en octubre pasado, fue durante cuatro años nuncio apostólico en Caracas.
El Vaticano había ofrecido semanas atrás sus servicios para facilitar conversaciones entre los dos sectores enfrentados en Venezuela pero, pese a declaraciones favorables de varios funcionarios, el gobierno no había aceptado formalmente.
La participación del Vaticano como tercero neutral fue una de las cuatro condiciones que la MUD puso al gobierno, a través de la comisión de cancilleres de la Unasur, para asistir a la "reunión preparatoria" que ambos sectores sostuvieron finalmente ayer.
Ese encuentro, al que las partes llegaron dispuestas a conversar sobre las condiciones requeridas por cada una y en el que llegaron a un principio de acuerdo para establecer un diálogo formal, pareció mejorar el clima en el país, donde los principales medios de comunicación no reportaron nuevos incidentes.
Maduro calificó la reunión de ayer como "muy importante e interesante" y agregó que "sirvió para avanzar hacia el reconocimiento". "Conversamos con gran franqueza y de manera directa, respetuosa; hubo momentos tensos, pero hubo acuerdo en realizar una serie de reuniones en conjunto", agregó el mandatario.
En ese contexto, el gobernador del estado Miranda y excandidato presidencial de la MUD, Henrique Capriles, anunció que asistirá al encuentro de mañana, dispuesto a "defender la verdad". "Les aseguro que si esa reunión es en (el palacio presidencial) Miraflores, cuando nos toque hablar temblará Miraflores porque le diremos al gobierno la verdad, para que el país abra los ojos y nos demos cuenta de que esto tiene que cambiar", dijo Capriles, según el diario Ultimas Noticias.
Aunque Capriles asumió la actitud más moderada dentro de la oposición, distanciándose de otros líderes que convocaron al pueblo a las calles -como el hoy encarcelado Leopoldo López y la diputada destituida María Corina Machado-, hasta ahora no había aceptado dialogar con el gobierno.
Voluntad Popular (VP), el partido de López, que forma parte de la MUD, no rechazó absolutamente el diálogo pero advirtió que no participará de él mientras su líder "y todos los presos políticos, incluyendo estudiantes detenidos", sean liberados, una de las condiciones puestas el lunes por la coalición.
En ese contexto, el diputado Carlos Vargas -opositor al gobierno pero independiente de la MUD- denunció en una entrevista con el canal Globovisión un supuesto "pacto" entre el oficialismo y la coalición opositora para "repartirse" los altos cargos judiciales y electorales cuyos titulares actuales tienen los mandatos vencidos.
Vargas -expulsado a fines de 2012 por el partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo y, por lo tanto, de la MUD- sostuvo que el diálogo entre el gobierno y la MUD es una "cortina de humo" para ocultar el presunto acuerdo sobre esos nombramientos.
Fuente: Télam