Los más entendidos en el tema sostienen –con razón– que la campaña electoral para 2023 se va a adelantar. Y hay muchos motivos para creer que va a ser así. Uno de ellos es que muy probable que el Poder Ejecutivo decida el desdoblamiento de las elecciones provinciales, para despegarse básicamente del calendario nacional. Se estima que es una decisión que el gobernador Gustavo Bordet anunciará no antes de fin de año, confirman los allegados a su círculo más cercano.
Se adelantó la campaña electoral
Por Marcelo Comas
Creer que la política argentina es cuestión de estadistas y posturas ideológicas sostenidas con argumentos serios es una utopía
Al igual que en anteriores comicios, establecer elecciones separadas del cronograma nacional podría favorecer las aspiraciones del partido gobernante, en función de recuperar los votos que se perdieron en la última legislativa. Los candidatos del oficialismo explicaron que la amplia diferencia obtenida por Juntos por el Cambio denotaba más bien una elección con fuerte identificación nacional. Sin decirlo, dieron a entender que el electorado expresó en las urnas su rechazo a la gestión de Alberto Fernández, en una tendencia que se repitió en varias provincias del país.
Más allá de esta lectura, vale decir que en Entre Ríos el resultado legitimó a Rogelio Frigerio como el principal referente de la oposición, tanto que ya no se discute su candidatura para competir por la gobernación en 2023.
Mientras se dedica a la construcción de nuevas alianzas para fortalecer a su espacio, el legislador sabe que necesita resguardar el caudal de votos en los departamentos donde ganó y a su vez seducir a aquellos que no lo acompañaron. “Nos votaron muchos peronistas”, dijo en una entrevista el exministro del Interior. Tiene mucha razón y lógica esa frase, porque quizás ese armado haya sido parte fundamental en su proyecto político.
La oposición en Entre Ríos hace mucho que está en campaña. Así lo demuestran los permanentes encuentros del frigerismo, aunque tampoco se queda atrás el espacio de Pedro Galimberti, actual diputado nacional y uno de los que consiguió más sufragios en la última elección intermedia. Se podría decir que son los dirigentes con más presencia tienen en el territorio y sin disimular su objetivo de seguir fortaleciendo su propuesta política.
En esta carrera de largo aliento saltó a la cancha un nuevo jugador, de perfil alto y que en base a un trabajo “hormiga” está armando su mesa chica en Entre Ríos. Es Javier Milei, el economista y representante del Partido Libertario, quien ya hizo pie en esta parte del Litoral con exponentes de sus ideas en diferentes departamentos. Uno de ellos es el gualeyo Juan Martín Erro, de familia peronista, y sobrino del exintendente Luis Erro. El joven de 23 años muestra como antecedentes haber promocionado la candidatura presidencial de José Luis Espert, pero desde hace un tiempo levanta las banderas libertarias: afirma que tiene grupos de trabajo en 14 de los 17 departamentos.
Pero no es la única agrupación identificada con Milei: en Entre Ríos están haciendo campaña con la imagen del diputado nacional la Confederación Vecinalista de Entre Ríos y Entrerrianos por la Vida, el Trabajo y la Libertad, sector liderado por Miriam Müller.
Así las cosas, las corrientes del peronismo alineadas con el Gobierno prefieren hablar de la importancia de la gestión y de lo que falta por hacer, pero sin dejar de atender los movimientos internos: la sucesión de Bordet está en marcha y más allá de algunas especulaciones los nombres de los precandidatos son siempre los mismos.
Se sabe que es número puesto el exintendente de Concordia, Enrique Cresto, pero también se mantienen apellidos que tienen su peso propio: la vicegobernadora Laura Stratta, al intendente de Paraná, Adán Bahl, nunca hay que dejarlo y en la costa del Uruguay busca posicionarse el intendente de Gualeguaychú, Esteban Piaggio. En las últimas semanas dejó entrever sus aspiraciones de ser gobernador, el diputado nacional, Marcelo Casaretto.
Todo está por verse. Pero con varios meses por delante, los partidos tradicionales no pierden tiempo y salieron a jugar pensando en 2023. La campaña y las aspiraciones partidarias, lejos está de la agenda diaria de la gente que se las ingenia para hacer rendir sueldos cada vez más magros e insuficientes.