—¿Un club?
La Selfie: Matías Ibáñez, a pura sonrisa
—Dos: uno es Olimpo porque me dio la posibilidad de jugar en Primera División, que era mi sueño, y el otro, por las cosas que viví, Lanús.
—¿Un triunfo?
—La victoria de Lanús con Racing en el último minuto en la final en la cancha de Racing. Es la que más recuerdo y la que más feliz me hizo.
—¿Un equipo?
—El Lanús de 2016 era un equipazo. Fue el mejor equipo que integré. Se dieron cuatro o cinco cosas ese año. Después viéndolo con el diario del lunes era imposible no ser campeón con el club como estaba, con el técnico que había y con los jugadores que teníamos. La proyección fue impresionante de esos jugadores.
—¿Un compañero con el que compartiste vestuario?
—Es muy difícil elegir uno. En el fútbol tengo buena relación con muchos jugadores, pero amigos muy pocos. Amigo es Nicolás Abot, si no es el argentino que en más países jugó, le pega en el palo. Es el Abreu argentino. Es el mochilero del fútbol.
—¿Una atajada?
—Una por Copa Sudamericana contra Cerro Porteño, atajando para Lanús. Me patean un tiro libre, la pelota va para un lado, doy el paso y en el camino se desvía en un jugador. Logré sacarla con los dedos.
—¿Una cancha?
—El Monumental es una de las canchas más lindas.
—¿Cuál fue el gol que más gritaste?
—Fue uno que no fue. El de Higuaín a Alemania en el Mundial de Brasil. El que le cobran offside. Me abracé con mi vieja, la levanté, pero no fue.
—¿Con quién te hubiese gustado abrazarte después de un gol?
—Con el Diego el día que le hizo el gol con la mano a los ingleses en 1986.
—¿Cuál es tu top tres de deportistas argentinos?
—Maradona, Messi y Ginóbili.
—¿Y tres del mundo?
—Michael Jordan, Federer y Messi.
—¿Para qué sos bueno?
—Para atajar, después en lo demás soy normalito. Hace poco lo escuchaba a Traverso que decía que era bueno para manejar y para lo demás no servía mucho. Bueno yo lo mismo. Cocino más o menos, normalito. Si no hubiese sido bueno en el arco no hubiese atajado en Primera División.
—¿Qué te gusta hacer en los momentos libres?
—Cualquier cosa. Trato de estar activo. Soy ansioso e hiperactivo. No paro ni un segundo. Imaginate ahora en cuarentena.
—¿A qué cosas le tenés miedo?
—A que le pase algo a mis hijas.
—¿Qué cosas te sacan?
—Que la gente no pelee por sus sueños y que se excuse en la suerte o en la mala suerte.
—¿Que cosas te hacen reír?
—Con mis hijas, con las cosas que hacen todos los días, es lo que más disfruto.
—¿Cuál fue tu peor compra?
—Tuve un par de malas. Pero una de las peores fue un par de autos y me terminaron estafando.
—¿Cuál fue tu primer sueldo y en qué lo gastaste?
—Mi primer premio lo agarré en Olimpo. No era profesional y lo gasté en una afeitadora y alguna que otra boludez.
—¿Una comida?
—El asado y el vacío.
—¿Un postre?
—Flan con dulce de leche y crema.
—¿Una bebida?
—Coca Cola.
—¿Qué música escuchás?
—Un poco de todo, pero últimamente regaetón.
—¿Una banda o solista ?
—Joaquín Sabina y Ciro y Los Persas.
—¿Una película o serie?
—No soy de mirar mucho. Me cuesta mucho sentarme a ver algo.
—¿Un viaje?
—A Disney con mis hijas.
—¿Una ciudad?
—Miami.
—¿Un barrio o lugar de tu ciudad?
—Ciudad Evita donde tuve una infancia muy buena.
—¿Qué lugar te gustaría conocer?
—Sevilla.
—¿Un hombre?
—Mi viejo.
—¿Una mujer?
—Cuatro: mi vieja, mi mujer y mis hijas.
—¿Cuál es el contacto más groso que tenés en el celular?
—Son todos iguales.
LA SELFIE RECARGADA
—¿A quién te gustaría meterle un caño y decirle oleeee?
—A Pepe Sand, porque tengo muy buena relación y si le llego a meter un caño me voy a reír por toda la vida. Me hizo un gol cuando jugaba en Aldosivi, después me hizo un gol yo atajando para Temperley y él para Lanús. Y ahora en el último partido Patronato-Lanús, no me hizo. Así que con un caño quedamos a mano.
—¿Qué te hubiese gustado ser de no haber sido lo que sos?
—Cuando terminé el Secundario empecé a estudiar administración de empresas. Quizás algo relacionado con eso.
—¿A quién le sacás la roja?
—A Cauterucio un compañero que tuve en Olimpo. No tenía buena relación.
—¿Qué camiseta nunca te pondrías?
—Por lo que viví en Lanús, la de Banfield.
REDES
—¿Cuántos grupos de Whatsapp tenés y cuál es el mejor?
—Debo tener 10 y el mejor es el que tengo con algunos excompañeros de Lanús en el que están los
utileros y cinco o seis jugadores.
—¿Cómo se llama?
—No te puedo decir.
—¿Quién te gustaría que te siga en Instagram?
—Messi.
—¿Con quién te gustaría tener una selfie y en dónde?
—Con Messi en el Camp Nou.
El arquero que conquistó a los hinchas de Patrón
Matías Ibáñez nació el 16 de diciembre en Buenos Aires. Jugó un par de años de 9 cuando era pequeño, pero no era su lugar en la cancha hasta que llegó al arco. Estuvo en Racing y en Vélez donde hizo inferiores y luego se mudó a Bahía Blanca donde hizo su debut con la camiseta de Olimpo en 2011. Luego fue a San Lorenzo donde finalmente no pudo jugar y fue cedido a Argentinos Juniors. En el armado del equipo llegó otro arquero y volvió a Bahía. En 2014 se fue a préstamo a Eibar, donde jugó en la Segunda División de España. En el segundo semestre de ese año llegó a Lanús y debutó en octubre de ese año.
En 2016 fue parte del plantel que se consagró campeón del Torneo de Primera División. En agosto de 2016 fue titular en la final de la Copa Bicentenario que disputaron Lanús ante Racing. Ibáñez iba a sumar un nuevo título, esta vez como protagonista excluyente en la victoria por 1 a 0 del Granate.
Luego pasó a préstamo a Temperley, donde jugó dos años y regresó a Lanús donde llegó a la final de la Copa Libertadores. En el segundo semestre de 2019 llegó a Paraná para reemplazar nada más ni nada menos que a Sebastián Bértoli, el máximo ídolo del club. Ibáñez se convirtió en un referente del equipo y tuvo grandes actuaciones en el arco de la Superliga. El arquero tiene contrato hasta junio y tiene intenciones de seguir en el club.