De acuerdo al informe de Política Integral de la Prematurez del Ministerio de Salud de la Nación, durante 2019 en Argentina nacieron 625.441 bebés vivos, de los cuales 55.709 nacieron antes de las 37 semanas de gestación. Por otro lado, UNICEF informó en 2022 que uno de cada diez niños en el país, que llegan al mundo de forma prematura, nacen con menos de un kilo y medio por lo que precisan permanecer en el área de Neonatología para fortalecerse y, en algunos casos, proteger los sistemas de aquellos niños que precisan un apoyo externo para salir adelante.
Neonatología desde adentro, ¿Cómo es el día a día?
Por Fedra Venturini
En la capital entrerriana funcionan cuatro áreas de Neonatología, tres de ellas son privadas y una pública. En todas trabaja un equipo profesional e interdisciplinario que no sólo atiende en las necesidades médicas de cada bebé, sino que además contienen emocionalmente a los padres y madres cuyos sus hijos e hijas están internados.
En este sentido UNO dialogó con profesionales de esta disciplina que trabajan en el hospital materno-infantil San Roque y el instituto Rawson para conocer más en profundidad las historias que se forman dentro de la Neonatología.
Hospital San Roque
El área de Neonatología del Hospital Materno-Infantil San Roque, ubicado en calle La Paz 435 de Paraná, funciona desde 1972 en el primer piso de la institución que fue recientemente refaccionada. La doctora Analía Picotti, quien inició como médica de guardia en el área hace 19 años, es la actual jefa de Clínica desde mayo de 2023 y dialogó con UNO para detallar los servicios y cómo es trabajar en esta disciplina. “Es una experiencia muy particular, porque siempre está en riesgo la vida del paciente. Además, se trabaja muy de cerca con los padres, ellos son parte importante en el tratamiento y recuperación del bebé”, comentó la especialista e indicó que el área tiene una capacidad de 30 unidades de internación y 10 de terapia intensiva, además de espacios de cuidados intermedio, “pero hemos llegado a tener hasta 35 pacientes”, destacó Picotti.
La profesional informó que el hospital hace la recepción del recién nacido en todos los partos, independientemente si son normales o con alguna patología, provenientes de toda la provincia. “Todo bebé sin obra social que nace con una cardiopatía congénita es evaluado en nuestro hospital y, posteriormente, es derivado si lo requiere para corrección”, agregó, “también contamos con un Consultorio de Alto Riesgo donde trabajamos en el seguimiento de todos los pacientes que estuvieron internados”.
Una frase recurrente de esta área es que es “una montaña rusa de emociones”, pues los bebés internados en Neonatología tienen mejorías y desmejorías constantes: “Muchas veces los papás se decepcionan, porque son bebés que están muy graves, pero también hay alegría cuando vemos cómo un niño tan pequeño lucha junto a su familia y sale adelante, son guerreros”, remarcó.
La médica remarcó en la importancia de promover y respetar el vínculo entre las familias y los pequeños durante la internación: “Cuando un niño nace prematuramente y debe permanecer mucho tiempo internado, muchas veces se produce un desbalance en esa familia que tiene que adaptarse, sobrellevar el hecho que tiene un hijo en estado crítico o hacer frente al desarraigo si viven en otros lugares de la provincia, lejos de sus familias y sin la contención de éstos”, comentó. En este sentido, para favorecer el vínculo lo más posible, las madres tienen un acceso irrestricto al área de Neonatología, es decir las 24 horas del día, mientras que los padres pueden asistir en el horario de 15 a 16 horas.
Por otro lado el nosocomio pone a disposición residencias para las madres que tengan a sus hijos internados en el San Roque donde se alojan todo el tiempo que sea necesario. “Esto es posible gracias a la Fundación Neonatológica del Hospital San Roque (FUNDNEO), que trabaja constantemente tanto para brindarle a las madres todo lo que necesitan en la residencia -en la que se alojan el tiempo que sea necesario- como así también colaboran en la compra de aparatología médica”, detalló.
Actualmente trabajan en el área un total de 19 doctores y doctoras que atienden en grupos de a tres en las guardias de cada día, además de un grupo interdisciplinario que trabaja en la planta diariamente. En el Hospital San Roque se cuenta con un equipo tecnológico de alta complejidad que permite distintos tratamientos, como el óxido nítrico -destinado a recién nacidos con Hipertensión Muscular- que es el único centro en toda la provincia que brinda esta terapia. Asimismo también cuentan con un respirador de alta frecuencia para tratar patologías específicas neonatales y en este momento se encuentran en proyecto de ampliar el número de unidades de cuidados críticos.
Otra arista a la que el área de Neonatología da suma importancia es la asistencia emocional y psicológica destinada a las familias de los bebés internados. Por este motivo, en el nosocomio trabajan dos profesionales de la salud mental, donde “están atentos a las necesidades y contención de los padres”.
Finalmente, Picotti resaltó a UNO: “El trabajo que realizamos es en equipo, donde cada eslabón es importante: sean médicos, enfermeros, mucamos, quienes realizan intervención temprana, técnicos o secretarios, cada uno tiene una función importante en la atención del niño y su familia. En conjunto realizamos nuestro trabajo en pos de la recuperación de nuestros pacientes”.
Salud mental, un recurso fundamental de Neonatología
Como mencionó Picotti a UNO, la estadía en Neonatología es sin dudas un momento angustiante para los padres y madres que tienen a sus hijos o hijas internados. Por este motivo tanto el Sanatorio Rawson como el Hospital San Roque cuentan con licenciadas en Psicología donde se ofrece una asistencia emocional. UNO dialogó con Magalí Mandrile, quien atiende en el Rawson a las familias que precisen contención.
“Mi rol dentro del área de Neonatología es el de brindar acompañamiento psicológico a las familias, madres y padres fundamentalmente, en su tránsito por esta área. No sucede en todas las situaciones, sino cuando el personal médico lo considera pertinente o las propias familias lo solicitan espontáneamente”, explicó la especialista. En cada sesión, las psicólogas de estas áreas ofrecen a los padres, de forma conjunta o separada, un espacio de escucha y contención. “Allí ponen en palabras sus temores, angustias e incertidumbres en relación a la situación que están viviendo”, detalló la psicóloga y remarcó el hecho de que el nacimiento prematuro o con alguna problemática de salud de un hijo “es inesperado y disruptivo, ya que exige un gran trabajo psíquico para ser tolerado y elaborado”. Asimismo aclaró: “El acompañamiento que brindamos no tiene por objetivo remover la angustia o el sufrimiento, sino recibirlo, escuchar, contener, dar tiempo y favorecer la construcción de herramientas subjetivas para transitarlas”.
Por otro lado, Mandrile detalló que otra gran arista en el acompañamiento que ofrecen es el de encuentro con el bebé para, de este modo, formar un vínculo con él en un contexto tan particular: “Es fundamental que los padres reconozcan lo valiosa que es su participación activa, ya que además de los tratamientos médicos es esencial para los bebés el contacto y el afecto que sus padres les transmiten”, indicó y agregó: “Mirarlos, hablarles, llamarlos por su nombre o hacerles saber que es tan allí es igual de importante como el cuidado de la salud orgánica. Trabajar esto permite correrse de un lugar de impotencia que esta circunstancia genera”.
Consultada por la importancia de la salud mental en este tipo de situaciones, expresó: “Es fundamental porque transitar algo de estas características tienen efectos potencialmente traumáticos: un abordaje y acompañamiento psicológicos adecuados puede actuar como factor protector de la salud mental”. Asimismo, recalcó que también es igual de importante la contención de los afectos como los familiares y las amistades, así como entre los padres que están en Neonatología.
Respecto a su experiencia, indicó: “Es conmovedora en muchos sentidos porque inevitablemente produce en los profesionales que intervenimos distintas emociones que también debemos elaborar” y destacó que en esta área, independientemente del rol que se cumpla, “es esencial un trato empático y humano que permita construir un espacio de confianza”.
Sanatorio Rawson
Por otro lado, desde el ámbito privado de la Medicina, se encuentra el Sanatorio Rawson. Ubicado en calle Enrique Carbó 531 de Paraná, atiende hace más de 65 años en las disciplinas de ginecología, obstetricia y parto al que asisten personas de toda la provincia.Apenas pasando la sala de espera, en una puerta con acceso restringido se accede al interior del nosocomio. Allí se observa una sala de espera donde se ven padres y madres compartiendo mates, charlas y tienen la mirada clavada en las grandes puertas y el cartel que dice "Neonatología". Una vez dentro hace calor, pues allí los bebés requieren de una temperatura elevada. Enfermeros y médicos van de incubadora en incubadora, recibiendo familias y, sobre todo, sosteniendo con mucho amor a los pequeños.
César Famin es enfermero hace 25 años y es el encargado de esta disciplina dentro de Neonatología en el Sanatorio. Consultado por las evoluciones en el tratamiento médico a bebés prematuros, comentó a UNO: “El sistema de Neonatología cambió mucho desde que inicié en la profesión. Antes el ingreso era restringido para las familias y en la actualidad los padres están en contacto con sus hijos constantemente, sin horario de ingreso. Hace aproximadamente 13 años que trabajamos con esta modalidad”. En este marco destacó que los padres y madres participan en la atención del bebé en espacios como el contacto piel con piel, pues “está sumamente comprobado que el contacto estrecho colabora enormemente a la evolución del bebé”.
Por su parte Susana Nocera, administradora del instituto, destacó la implementación de una sala preparto: “Es un espacio de habitaciones privadas donde cada mamá que ingresa en trabajo de parto es derivada a un cuarto individual. Allí hay pelotas, bancos, duchas y todos los elementos necesarios para que las personas gestantes vivan su preparto de un modo respetuoso y como más cómodas se sientan. Finalmente, cuando llega el momento, se envía a la madre a la sala de partos”.
"No nos damos cuenta de la información que falta hasta que uno lo hace visible"
Por otro lado, UNO también conversó con Ana Laura Montiel, una de las coordinadoras del servicio de Neonatología en el instituto Rawson y, además, forma parte del equipo de médicos de guardia de la misma área en el Hospital San Roque. Consultada por esta disciplina médica, reflexionó: “La Neo es muy dura porque no hay una linealidad en el transitar de un bebé que se encuentra fuera de la panza, por lo que hay días muy buenos y muy malos. En esta evolución pasan muchas cosas y esa es la situación tan difícil que uno vive, por lo que estás en vilo ante lo que puede pasar”.
En este marco la neonatóloga destacó, además del acompañamiento de los profesionales y todo el equipo que conforma la Neo, la contención entre padres: “Se hace una red emocional porque ¿Quién te va a entender mejor que alguien que pasa por lo mismo? Las familias están horas enteras y los papás son una parte más del cuidado de los bebés. Hay estudios que demostraron que la evolución integral de los pequeños se ve potenciada con la presencia de sus familias, por lo que acá no los consideramos una visita”.
Consultada al respecto de la información que se difunde en torno de esta especialidad, Montiel afirmó que hay una gran necesidad de mayor difusión: “Hace falta porque sólo se llega a los padres cuando, en los controles, se detecta algo fuera de lo normal. Falta también que se sepa que es un servicio disponible y qué instituciones la tienen, además de cómo se trabaja”.
En este marco la profesional destacó la importancia de la Semana del Prematuro, cuyo día mundial es el 17 de noviembre: “Sirve para visibilizar desde otra arista y como instituciones tratamos de sacar la Neo a la calle, también convocamos a los papás que transitaron esta instancia. Hace dos años hicimos una muestra fotográfica donde Nora Dalmasso, quien se dedica a esto, tomó imágenes de situaciones cotidianas del área. Lo hicimos al aire libre y se puede convocar a más gente y vinieron muchos bebés que lo transitaron que están más grandes, lo que nos permite reencontrarnos en otra instancia. Para nosotros es habitual que los papás no tengan mucha información, pero no para lo demás y no nos damos cuenta de la información que falta hasta que uno lo hace visible”.
Por otro lado, Montiel hizo énfasis en una problemática que transita la especialidad: la falta de profesionales: “Estamos sobrepasados de trabajo y a nivel nacional, provincial y local hay pocos profesionales de Neonatología”. La médica destacó que este año no ingresó ningún residente a la especialidad y muy pocos a Pediatría: “No se alcanzan a cubrir los cupos. Al complejizarse el servicio aumenta la expectativa de vida, pero la necesidad de profesionales es mayor. En Paraná las áreas de Neonatología tienen mucha afluencia, por lo que los profesionales estamos sobrecargados y trabajando en distintos lugares”.
Montiel destacó que los profesionales de esta área tratan de hacer el mejor trabajo posible, pero la exigencia del pluriempleo dificulta un trabajo de calidad: “Nos encantaría hacer más, pero no damos abasto, estamos desbordados. Es mucho el trabajo, aunque es gratificante también es agotador porque seguimos siendo personas”.