En una extensa testimonial el exministro de Turismo, Hugo Marsó, respondió a un interrogatorio que se centró en torno a la instalación del parador turístico en la ciudad de Mar del Plata. Marsó, que está imputado en la causa Sueño Entrerriano, explicó su participación en el proceso de licitación de ese complejo turístico y recordó que la idea se gestó a mediados de 2014. El exfuncionario había pedido ampliar su declaración indagatoria, y en esta oportunidad aceptó responder preguntas de las partes. De esa manera comenzó una nueva audiencia del megajuicio que tiene como principal acusado al exgobernador Sergio Urribarri, familiares y empresarios, por tres grandes causas por presuntos hechos de corrupción.
Megajuicio: Marsó dijo que "Urribarri nunca usó un acto de turismo para hacer campaña"
El exintendente de Colón negó en todo momento que el parador haya sido utilizado con fines político-partidarios. “Urribarri nunca usó un acto de turismo para hacer campaña”, aclaró ante las preguntas de la defensa. Explicó que desde siempre estuvo ligado a la actividad privada, aunque contó que en medio de la crisis de 2001 “me convocaron a hacer política”. Después de haber sido intendente de Colón, surgió la posibilidad de ser candidato a diputado, aunque por pedido del exgobernador Urribarri terminó desistiendo. “Él quería que el primer ministro de Turismo sea de Colón y eso me motivó más que una diputación”, dijo al hacer una cronología de su trayectoria política.
Cómo se gesta el parador
Marsó respondió que el proyecto de un parador turístico surgió en el verano de 2014, a partir de la experiencia de otras provincias que promocionaban sus atractivos en la costa atlántica. “Llevamos diversión y que se le meta -a la gente- el nombre de Entre Ríos en la cabeza, el desafío era que la gente que se vaya de vacaciones tenga a Entre Ríos entre las opciones. Competíamos con la costa atlántica, tenemos casi la misma distancia, es trascendente promocionar en la gente atlántica”, detalló durante el debate.
Consultado por su intervención en el proceso de licitación, Marsó sostuvo que su actuación se limitó solo “a lo formal, ya que en la adjudicación participó la central de Contrataciones”. De inmediato agregó: “Conozco a la empresa el día de la adjudicación, en la apertura de sobres, que creo haber escuchado acá se llamaba el Juego en que Andamos, había participado otra empresa o había intentad participar, pero estaba floja de papeles”.
En ese momento negó que esa acción de gobierno haya tenido el objetivo de posicionar la figura de Urribarri en su afán de ser elegido candidato a la Presidencia de la Nación en 2015. Marsó descartó que ese haya sido el propósito del parador. “No, si lo hubiera hablado en esos términos -en referencia a Urribarri- el parador no se hubiera hecho. Si usted le habla a un privado de que se iba a hacer política partidaria, se iban todos, no se hubiera quedado ninguno”, planteó.
El imputado señaló que el parador comenzó a funcionar el 3 de enero, y que en ese momento decidió que el secretario de Turismo, Alfredo Bedriñan, sea el encargado de verificar en Mar del Plata que se hayan cumplido todas las condiciones previstas en el contrato. Como en anteriores audiencias surgió la consulta acerca de las características del parador, la ubicación de los inflables y si llevaban alguna leyenda distintiva. Marsó respondió que a simple vista aparecía la marca Entre Ríos, aunque luego acotó: “Tomé conocimiento por un portal digital que aparecía la cara de Urribarri, entonces nos replanteamos varias cosas. Le dije a Alfredo que esa foto no estuviera; mientras estuvo el parador no hubo niguna foto del gobernador Urribarri. Son lecturas que hacen los periodistas”.
Luego llegó el turno de las preguntas del Ministerio Público Fiscal. Al hacer uso de la palabra el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull insistió en la foto de Urribarri en el parador playero. Como ocurrió con otros testigos, la acusación pública le exhibió imágenes de archivo del complejo turístico donde se observa la imagen del exmandatario. Ante la evidencia, Marsó terminó por aceptar que hubo fotos de Urribarri en el parador.
Una audiencia que se centró en el parador
Hacia el final de la audiencia el imputado admitió que conocía a Corina Cargnel y a Juan Pablo Aguilera, dos de los imputados en el megajuicio. Sostuvo que a la primera la conocía “por haber ido a las imprentas de calle Racedo a buscar merchandising” y que Aguilera lo conocía de la política.
En la audiencia de ayer declararon el expresidente de la Cámara Entrerriana de Turismo, Sebastián Bel. El empresario destacó el crecimiento que tuvo el turismo a partir de la creación del Ministerio. Del mismo modo explicó el trabajo conjunto que se daba entre el sector público y privado.
El segundo testigo fue Martín Monita, un agente de prensa que fue contratado por la empresa El Juego en que Andamos para difundir las actividades y espectáculos que tenían lugar en el parador playero en el mes de enero de 2015.