Las constantes subas de los alimentos viene golpeando el bolsillo de la población en general, y sobre todo de las personas celíacas, que deben consumir productos libres de gluten o sin TACC –es decir, que no contengan trigo, avena, cebada y centeno–, que habitualmente son más caros y componen solo el 20% de los comestibles procesados industrialmente en la Argentina.
La inflación golpea el bolsillo de las personas celíacas
Por Vanesa Erbes
Si bien el gobierno nacional impulsó distintos programas para contener los aumentos de la canasta básica de alimentos, como Precios Cuidados y Precios Justos, muy pocos artículos incluisos son aptos para que ser consumidos por quien está diagnosticado con celiaquía, una enfermedad que no se trata con medicación y que “el único tratamiento es evitar el conusmo de gluten de por vida”, aclaran desde la Asociación de Celíacos de Entre Ríos (ACER).
Sobre este tema, Cecila Pautaso, referente de la entidad, comentó a UNO: “Los precios de los productos libres de gluten están sin control y obviamente que hoy la inflación afecta enormemente a quienes tiene que consumirlos. Además, no entraron casi en Precios Cuidados: solo el 8%, o con suerte el 10%, son libres de gluten. Y no están contemplados alimentos esenciales, sino que hay mermelada, salsa de tomate, alguna yerba, pero no lo que significan farináceos para la producción o materia prima”.
Asimismo, alertó: “Hay faltantes muchas veces en las góndolas. Y si uno va al interior o a algún lugar mucho más alejado de grandes centros urbanos, son más costosos inclusive por el tema del transporte”.
“No garantizar el acceso a este tipo de productos es poner en riesgo a una persona con celíaquía. Porque si se alimenta correctamente puede ser una persona sana, pero si trasngrede una dieta sin TACC por falta de recursos, estamos teniendo una persona con chances de que deba ser internada o de tener problemas de salud que se asocien a la enfermedad celíaca”, advitió.
En este marco, subrayó: “Por eso es tan importante este este tema y que la provicia estimule a la fabricación de alimentos libres de gluten; y que eso se traduzca luego en el precio final para la persona con celíaquía. En este sentido, hay que promover la educación alimentaria”.
Por otra parte, Pautaso observó que la ayuda económica a las personas con celiaquía hoy resulta insuficiente, y explicó: “Es otro reclamo que queremos hacer y tiene que ver con la actualización de los montos otorgados por Ley, tanto a nivel provincial como nacional, para la canasta básica de los alimentos libres de gluten. Porque las obras sociales hoy están reconociendo 2.672 pesos para la compra de alimentos, que solamente alcanzan para una premezcla, una leche, y algún polvo de hornear y nada más. Entonces, para nada se condice con el espíritu de la Ley, que es acompañar con los alimentos para el tratamiento de una persona celíaca”.
“También está muy distante de lo que se percibe a través de la tarjeta Sidecreer para las personas que no tiene obra social, que el monto es de 5.100 pesos. Hay una suerte de ciudadanos de primera y de segunda en este aspecto”,lamentó Pautaso, que actualmente es defensora del Pueblo Adjunta de Paraná.
Para dar cuenta de la diferencia de precios entre los productos comunes y los que son libres de gluten, la dirigente de ACER recurrió a un informe realizado por el Insituto de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Córdoba (INEDEP): “El organismo hizo un relevamiento de la canasta básica de alimentos sin gluten, que se renueva bimestralmente, para conocer un monto aproximado de lo que gasta una familia con un integrante con condición celíaca”, señaló, y valoró: “Es un estudio muy interesante. Casualmente estamos trabajando en un proyecto de modificación de la ley provincial de Celiaquía, donde además de solicitar que se revisen y se actualicen los montos de acuerdo a los índices inflacionarios, se impulsan algunos cambios en el articulado y uno de ellos contempla declarar de interés este estudio, porque es el único estudio de mercado existente sobre alimentos libres de gluten”.
Dicho informe del INEDEP da cuenta, entre otras cuestiones, de que “harinas y legumbres concentran la mayoría de los productos que los celíacos deben remplazar en su alimentación”, y refiere que “el costo mensual de los mismos tuvo una diferencia en enero del 150,85% entre una canasta básica común y una apta para celíacos: en el primer caso sumó 3.807,56 pesos; y en el segundo 9.551,34 pesos”.
A su vez, refiere que los productos más costosos de este rubro son la premezcla, las galletas dulces, y los fideos de arroz, que tuvieron variaciones mensuales de 4%, 4,81% y 2,51% respectivamente; y el rubro en general aumentó un 3,24%.
“Entre las adaptaciones que deben realizar los celíacos a su dieta, es frecuente que tengan que elaborar su propio pan. En enero, hacer un kilo de pan apto para celíacos costó 633,12 pesos. Este valor tiene una diferencia de 68,70% con el precio promedio del kilo de pan francés, que es de 375,28 pesos”, indica el informe, que a su vez advierte que “se destaca el aumento interanual de la premezcla del 121,27%”.
Por otra parte, compara: “Un desayuno apto para celíacos ronda los 606,18 pesos. Este monto supera ampliamente la misma comida para quien no tiene la anomalía, que puede costar entre 174,87 pesos y 386,76 pesos”.
También refiere a los costos en el caso de un almuerzo, como puede ser fideos con salsa bolognesa: “Mientras el menú común cuesta 778,44 pesos, el mismo plato elaborado con ingredientes sin TACC llega a 1.124,02 pesos. Es decir, que
la diferencia es del 44,39%”, concluye el análisis del INEDEP.