El padre Julio Faes fue convocado por UNO para reflexionar sobre los 10 años de pontificado del Papa Francisco. Desde su lugar, la catedral San Pedro y San Pablo de Islas Vírgenes, en Estados Unidos, el oriundo de Bovril repasó cómo vivió el momento de la elección y lo que significó a lo largo de su vocación sacerdotal.
El padre Julio Faes y su sacerdocio marcado por el Papa argentino
Por Dina Puntín
JMJ en Río de Janeiro. El padre Faes recordó la multitudinaria misa del Papa en la playa de Copacabana.
Padre Julio Faes. "El Papa Francisco es quien me motiva, con su testimonio, a darme por completo desde la Misericordia de un Padre (Dios) que jamás se cansa de amar a sus hijos".
"Cuándo pensamos en la elección del Papa Francisco en aquel 2013 sin duda se nos ensancha el corazón, es el 'Papa del fin del mundo', llegó al pontificado una tarde que jamás olvidaremos, porque aquel día personas 'con fe' y 'sin fe' hablaban del argentino que había sido elegido para dirigir la iglesia católica en el mundo y provenía de un país que muchos no sabían la ubicación", indicó el sacerdote.
Posteriormente, Faes destacó: "Ésta elección marcó todo mi sacerdocio porque un año después que el Papa Francisco era electo yo era ordenado sacerdote en la Catedral de Paraná por monseñor Juan Alberto Puiggari. Cuatro años después me iba a hacer una experiencia de misión con los inmigrantes en los Estados Unidos, que continúa hasta el día de hoy. Primero tres años cerca de Chicago y ahora en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. Sigo trabajando lejos de mi tierra con aquellos que más necesitan de la cercanía y Misericordia de Dios. No tengo dudas que el Papa Francisco y su forma de gobernar la Iglesia en el mundo fueron los que más me invitaron a dejar todo para poder trabajar con los más necesitados lejos de mi casa. Cada historia, de cada inmigrante, marcó mi vida de una forma única. Una de las historias que más me impactó fue la de una inmigrante que llegó a los Estados Unidos por el desierto y fue violada junto a su hija, nunca me voy a olvidar de este testimonio que me hizo pensar y llorar y entender que todo sueño tiene un precio, a veces muy duro, el cual sólo muy pocas personas están dispuestas a pagar. Huyendo de países que no tienen esperanza y llegando a tierras lejanas para cumplir sueños, 'American Dream'. Hoy sigue siendo Jesús que me mueve a estar lejos pero el Papa Francisco es quien me motiva, con su testimonio, a darme por completo desde la Misericordia de un Padre (Dios) que jamás se cansa de amar a sus hijos".
Posteriormente el sacerdote reflexionó sobre 10 momentos del Papa Francisco que para él son dignos de destacar: “el primero es la misma elección del Papa que conquistó a todo el mundo cuando él mismo le pidió al pueblo que orara por él. Unos meses más tarde, en agosto de 2013, él va a presidir 'La Jornada Mundial de la Juventud' en Río de Janeiro, yo estaba ahí, junto a los 4 millones que se encontraban en la playa de Copacabana en la Misa de Clausura, ese día el Papa alentaba a 'jugar en equipo' para Dios. El segundo es la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, sus antecesores, un 27 de abril del año 2014 y en presencia del Papa Benedicto XVI. El tercero es en enero 2015, la misa más multitudinaria de la historia en su visita a Filipinas. El cuarto es en septiembre del mismo año, su viaje a Cuba considerándose así el tercer Papa que visita la isla llevando a Esperanza a un pueblo herido por años pero de una gran Fe. El quinto, también en 2015, 'el año de la misericordia' que proclama con la apertura de la puerta Santa. Este tema ha sido para él central. Creo que el Papá Francisco se animó a hablar temas escabrosos como de la homosexualidad dando un mensaje de Misericordia y esperanza sobre este tema. El sexto, en abril 2016, cuando publica 'Amoris Laetitia' sobre el amor en la familia. Pero aquí él se anima a hablar sobre temas muy importantes como las uniones libres y divorcio. Dando esperanza a aquellos que habían roto su matrimonio por diversas circunstancias de la vida o estaban en pareja sin poder acceder a los sacramentos. El séptimo, en mayo de 2017, cuando viaja a Fatima para la celebración del centenario de las apariciones de la virgen María a los tres pastorcitos. El octavo, en febrero de 2019, el viaje histórico a Emiratos Árabes, para reunirse con el Gran Imán de Al-Azhar. Máxima autoridad islámica con la cual declara una común sobre la fraternidad humana. Y el décimo en marzo de 2020, cuando Francisco realiza la Bendición Urbi et orbi extraordinaria ante la pandemia del coronavirus. Una pandemia nos había azotado y ya no sabíamos cómo el mundo iba a seguir, muchos teníamos miedo, sobre todo aquellos que ya eran entrados en edad o que estábamos lejos de nuestros países. Todo estaba siendo transformado por algo desconocido y el papa Francisco daba una bendición a todo el mundo para dar esperanza en medio de un panorama desolador".