Los productores entrerrianos iniciaron los últimos días la cosecha de las 570.000 hectáreas sembradas con trigo en la campaña agrícola 2024/25, unas 59.500 menos (9%) que la temporada pasada, y unas 80.000 hectáreas menos que la intención proyectada a inicios de mayo pasado, detalló la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Inició la cosecha de trigo en Entre Ríos
Las labores comenzaron en lotes muy puntuales, debido a que la mayoría del trigo sembrado se encuentra finalizando la etapa de llenado de granos.
Si bien los trabajos empezaron en lotes muy puntuales, teniendo en cuenta que la mayor parte del área cultivada se encuentra finalizando la etapa de llenado de granos, se estima que las labores se generalizarán a partir de mediados de noviembre, si las condiciones climáticas lo permiten.
El rendimiento promedio se situaría en 2.550 kilogramos por hectárea, lo que representaría una pérdida a nivel provincial de 160 kilos por hectárea sembrada, ya que se deberá obtener unos 2.710 kilogramos de trigo por hectárea para cubrir los costos de la temporada agrícola, sin considerar impuestos, arrendamiento ni gastos de estructura. Las escasas precipitaciones en invierno, la baja cantidad de espigas por metro cuadrado y altas temperaturas en septiembre y octubre aceleraron la etapa de llenado.
A mediados de año, los productores se encontraban atraídos por incrementar el área del trigo y alcanzar las 650.000 hectáreas, gracias a las abundantes lluvias registradas hasta mediados abril, y a los buenos rendimientos del grano en las últimas tres campañas. Sin embargo, la demora en la cosecha de la soja y posteriormente las prácticamente nulas lluvias de junio y julio pasados -la más baja de los últimos 21 años- imposibilitaron concretar el área planificada.
Dicho escenario impactó negativamente en el potencial de rendimiento del trigo y en muchas zonas se visualizaron claros síntomas de estrés hídrico, con un menor desarrollo de las plantas y un acartuchado de las hojas. Afortunadamente, las recientes precipitaciones trajeron un alivio ante la caída de producción que se registra en toda Entre Ríos.
Rendimientos bajos
Las condiciones ya mencionadas obligaron a realizar un análisis sobre la condición del cultivo y las perspectivas de rendimiento. Del total implantado, solo el 9% presenta un muy buen estado fenológico, con un rendimiento promedio de 3.650 kilos por hectárea. En tanto, un 53% tiene buena condición (con un rendimiento promedio estimado en 2.950 kilos por hectárea); un 28% se mantiene regular (rendimiento promedio de 2.050 kilos por hectárea); y el 10% restante permanece en mal estado (1.200 kilogramos por hectárea).
Si bien los lotes sembrados en los departamentos Gualeguay, Gualeguaychú, Tala y Uruguay prevén un rendimiento regional de 2.950 kilos por hectárea, se espera un rendimiento provincial promedio de 2.550 kilos por hectárea, un 30% menor (1.093 kilos menos por hectárea) que la temporada pasada y un 21% por debajo del promedio del último lustro.
36% menos de producción
Como consecuencia, la producción del ciclo 2024/25 sería de 1.453.500 toneladas, una caída interanual del 36% (833.145 toneladas).
Según la Bolsa de Cereales, un 9% posee perspectivas de rendimiento “muy buenas” y podrían obtener beneficios por cerca de 177 dólares por hectárea, mientras que el 53% implantado prevé rendimientos “buenos”, con ganancias de unos 27 dólares por hectárea. Asimismo, el 38% restante cuenta con rendimientos regulares y malos, y los productores enfrentarán pérdidas de entre 164 y 345 dólares por hectárea.
Otros granos
La superficie sembrada con brassicáceas en la provincia de Entre Ríos en el ciclo 2024/25 se ubicó en 17.300 hectáreas, 2.700 menos que la campaña anterior (13,5%). Los colaboradores de la entidad bursátil señalaron que ya inició la cosecha de la oleaginosa, pero todavía el grado de avance en las labores es incipiente como para poder calcular un rendimiento promedio provincial.
En cuanto al sorgo, el organismo advirtió que ya se sembraron unas 81.000 hectáreas, el 64% de las 127.000 que se esperan implantar esta temporada, entre granífero, doble propósito y forrajero.
Por otra parte, la Bolsa detalló que durante el monitoreo con red de arrastre no se registraron adultos de Dalbulus maidis, conocida como "chicharrita del maíz". En tanto, tampoco o se hallaron adultos en los monitoreos mediante observación visual de plantas de maíz en 14 sitios de la provincia en estados fenológicos comprendidos entre V1 y V8.
Asimismo, el organismo instó a "consultar a agentes de extensión rural de INTA o a entomólogos de las EEA de Entre Ríos", a fin de identificar las especies de chicharritas que se observan en los cultivos de maíz y en las trampas cromáticas pegajosas, dado que se las puede confundir con otras especies de la misma familia. En ese sentido, solicitó que los productores no envíen fotografías sino remitir muestras de chicharritas y/o trampas, para que los profesionales de INTA puedan reconocer adecuadamente los ejemplares.