Un accidente de tránsito en el 2008 le cambió la vida y lo dejó sin una de sus piernas ya que hubo que amputar. De todos modos y más allá del golpe, el concordiense Rafael Rodríguez no se quedó quiero y buscó nuevos horizontes. Con el apoyo de su familia, se topó con el footgolf, deporte que actualmente practica.
Footgolf: La historia de Rafael Rodríguez
Por Andrés Martino
Además Rafa es entrenador de arqueros en dos entidades de Concordia ya que su pasado está vinculado a los tres palos.
“Lo mío arranca allá por el 2008. Tuve un accidente automovilístico donde sufrí una luxación de rodilla y a raíz de eso no se pudo salvar la pierna. No quedó otra solución que la amputación sobre rodilla. Desde ahí me aferré a mi familia y al deporte. Gracias a Dios hemos salido adelante con la ayuda de todos y hemos evolucionado para bien”, le comentó a Ovación Rafa y luego agregó: “De ahí y con el paso del tiempo y como yo era futbolista empecé a buscar un deporte, uno que me haga bien y encontré el fútbol de amputados en 2008. Tuve la oportunidad de ser parte de la Selección Argentina en el Mundial de Crespo del 2010 donde perdimos la final ante Uzbekistán. Fue una muy linda experiencia esa y siempre me volqué al deporte.
Respecto de cómo se dio su comienzo en esta disciplina que va creciendo y mucho en el país, sostuvo: “Hace un tiempo un amigo me venía hablando acá en Concordia Federico Carbonara y me decía que si me quería sumar porque tenía referencias mías en la forma de patear o de cómo vivía el deporte. Me invito a jugar a este deporte que al principio, te digo la verdad, no lo entendía hasta que le fui cazando la mano de a poco. Gracias a Dios incursionando día a día fui mejorando. Y eso quiero, mejorar y aprender de ellos en los torneos. Y la inclusión que ellos hicieron conmigo es lo que lo fortalece a uno para ir mejorando día a día”.
Rodríguez destaca la inclusión, un acto que lo hace sentirse feliz y parte de algo. “Gracias a la inclusión me voy sintiendo cada vez mejor, siendo una caricia al alma cada vez que voy a un torneo, me saludan y me felicitan y me dicen que soy un ejemplo más allá que uno no lo toma así. Yo no soy un ejemplo, si lo tomo como un momento de superación o de darle un toque a la vida ya que nos pasó una desgracia y tenemos que salir adelante. Gracias a la familia, los amigos y la gente del deporte nos sentimos cada vez más libres y sin miedos. No nos encerramos y queremos salir adelante. Son todas cosas lindas que a uno lo fortalecen y te hacen sentir bien”.
“Las mateas en el footgolf pasan por aprender y que salgan las cosas lo mejor posible en cada torneo. Después Dios dirá. Uno siempre busca busca los mejores logros, pero sabe en la situación que está y en las condiciones que están y a veces hay cosas que no se dan. Ojalá algún día se den como por ejemplo jugar un Open donde van los mejores. Se que estoy lejos, pero me gustaría participar para sentirme bien”, enfatizó respecto de su objetivos dentro de este deporte.
Rafa, además de jugar footgolf, entrena arqueros en dos instituciones. “Acá en Concordia trabajo en dos clubes, en Juan Bautista Alberdi de la Criolla donde entreno arqueros que es mi profesión cuando jugaba al fútbol. Hoy en día gracias a Dios tengo la posibilidad de seguir entrenando arqueros y volcando un poquito de la experiencia que uno acumuló más algunas capacitaciones que hicimos. La idea es volcárselas a los chicos. Después estoy en Comunicaciones que también me abrió las puertas y hago lo mismo. Le dedico el tiempo a esto a enseñar y le doy una mano a los arqueros de primera para potenciar sus condiciones. Gracias a Dios estoy bien respaldado por mi familia que me dan fuerza y ganas para salir adelante”.
Por último tuvo tiempo para parar la pelota y agradecer: “Dejame agradecer a Fede Carbonara, a Pablo Ferrer y Kevin Marcogiuseppe que son los que me empuja a estar en este deporte, a la gente de la Liga Nacional que nos incluyó y nos hizo sentir parte de esto, a la Asociación Entrerriana que desde el primer momento sentí el apoyo, a Moira, mi señora, a mi hijo Lucas que siempre está pendiente y me acompaña en este deporte, a Julieta, Sofía, mi madre y mis hermanos que están presentes para lo que uno necesita. Muchas gracias y ojalá que sigan viniendo buenos momento para sentir una caricia”.