Desde la La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (Sedronar), en conjunto con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), pondrán en marcha la encuesta Nacional sobre Consumos y Prácticas de Cuidado, que entre otras cuestiones relevará el consumo de psicofármarcos, el impacto de la pandemia y hábitos de adultos mayores. El sondeo se llevará a cabo de manera presencial en centros urbanos que superen los 2.000 habitantes y en Entre Ríos estará a cargo de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos.
Encuesta para conocer efectos en la salud mental en pandemia
Por Vanesa Erbes
Dentro del organismo, Claudio García, responsable del área Análisis y Sistematización del Departamento Estadísticas Sociodemográficas, será quien capacite a los encuestadores que visitarán las localidades entrerrianas seleccionadas para el muestro, cuyas cuotas representarán al total de la población. “No tengo el número exacto todavía, pero se estima que se van a visitar alrededor de 200 viviendas de 14 zonas en el territorio provincial, en las que están incluidas las localidades más grandes en cuanto a su población y también algunas medianas y de menor tamaño, pero siempre que tengan más de 2.000 habitantes”, comentó a UNO.
En Entre Ríos el trabajo de campo abarca al aglomerado Gran Paraná, que incluye a la ciudad capital de la provincia, junto con Oro Verde, San Benito, Colonia Avellandeda y Sauce Montrull; y dentro del Departamento se cuenta además a Crespo; también a Concordia, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Chajarí, Federación, Lucas González, Santa Elena, La Paz, San José, Basavilbaso, General Ramírez y Aldea Valle María.
Si bien está confirmado que comenzará en agosto, resta definir la fecha precisa de inicio, ya que se están ultimando algunos detalles.
Sobre la modalidad de la encuesta, García refirió: “El objetivo es caracterizar las conductas de algunas personas. Se va a seleccionar una persona de entre 16 y 75 años de cada hogar visitado sobre la situación general de salud, por un lado; y el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco, medicamentos y también otras sustancias que inciden en la salud”.
En este marco, señaló: “INDEC y nosotros ya hemos trabajados con Sedronar y ha habido otras encuestas similares en años anteriores, no con una periodicidad frecuente, sino en momentos puntuales; como por ejemplo en los años 2008 y 2011. La diferencia ahora es que se amplía el rango de edad: antes era entre 16 y 65 años, y ahora se extendió a los 75 años”.
También explicó que la encuesta abarca cuestiones específicas sobre consumos problemáticos de sustancias, como “la prevalencia, la incidencia, la frecuencia, la edad de inicio”. Y en el caso de medicamentos, si el encuestado los toma bajo receta médica o no, si fueron prescritos por un profesional de la salud en un determinado momento y lo siguió tomando luego por su cuenta, entre otros aspectos.
Acerca de cuándo podrían conocerse los resultados, precisó: “Está estimado que la encuesta se haga en tres meses y medio, hasta mediados de noviembre aproximadamente. Luego vamos a trabajar en los datos recabados. No tenemos información de cuando estarían disponibles los resultados, pero hay que considerar que puede llevar un tiempo tener resultados de cada provincia y los principales aglomerados en Entre Ríos, que son Paraná y Concordia, debido al diseño de la encuesta que hace el INDEC y que es a nivel nacional”.
Abordaje necesario
Desde marzo de 2020, cuando se instauró el confinamiento, se vienen analizando los efectos de la pandemia en la salud mental. Entre ellos, se registró un aumento en el consumo de alcohol, ansiolóticos y otros medicamentos. Por eso se destaca que se pueda conocer una estadística que aporte más precisiones sobre esta realidad, para reforzar los trabajos en prevención y atención de la población en cuanto a estas problemáticas.
En este marco, Jorge Achor, referente de Casa Lázaro en Paraná, institución que contiene a jóvenes que se proponen superar sus adicciones, comentó a UNO: “En cuanto a la demanda que ha habido en los últimos dos años, se ha visto es un aumento de casos con problemas psiquiátricos, algunos medicados y otros no, pero que necesitan un acompañamiento”.
Al margen de la falta de estadísticas en la actualidad, Fernando Fusaro, renombrado médico psiquiatra de Paraná, remarcó que en el consultorio pueden observarse situaciones precisas: “Hoy en todas las consultas cotidianas de los pacientes aparece el término pandemia. La relación con el aumento de peso, o del consumo de alcohol, o problemas económicos, son situaciones que más identifican con esto, y son cuestiones ambientales que están íntimamente relacionadas con las patologías que nosotros vemos”, dijo, y agregó: “También se observa la alteración en las cuestiones vinculares, sobre todo en las relaciones de pareja, la falta de controles médicos preventivos o en tratamiento crónico cuando antes sí los hacían; el no tener buen apego a los tratamiento: por ejemplo, personas que se han automedicado más, especialmente con ansiolíticos; el no sostener las terapias, entre otras situaciones”.
También mencionó que en el hospital Garrahan de Buenos Aires se viene haciendo un relevamiento sobre cómo impactó la pandemia en las franjas de niños y adolescentes y sostuvo que “se han prácticamente triplicado las patologías estándar a partir de la pandemia, tales como depresiones, suicidios, abusos de sustancias, fobias”. Y mencionó: “Una médica del Garrahan comentaba sobre la deserción escolar que se registra por el estrés y el trauma que generó la pandemia, un tema que recién ahora se está evaluando”.
En este marco, valoró la iniciativa de hacer una encuesta que pueda aportar con estadística una mirada científica sobre la situación: “Es importante para poder generar modificaciones a nivel de salud pública o inclusive, a nivel de consultorio, de cada profesional puntualmente”, manifestó.
Mario Sarli, psicólogo de Concordia con amplia experiencia en tratamientos de adicciones, opinó: “Si bien hoy no hay estadísticas ciertas sobre las secuelas de la pandemia en la salud mental, en el diálogo con profesionales observamos que hay comportamientos que se incrementaron, entre ellos el consumo de alcohol, de psicofármacos y de sustancias ilegales”.
“Estos consumos adquirieron, dentro de los tiempos más duros de la cuarentena, un efecto calmante ante problemas personales que se intensificaron durante el confinamiento. Pero muchos tienden a pasar desapercibidos o se esconden, y no tienen la visibilidad necesaria para tratarlas, ni siquiera para el ámbito sanitario, al que suelen llegar ya cuando hay situaciones críticas que ponen en marcha el proceso terapéutico”, concluyó.