En medio de una intensa investigación por el hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima, enterrado en una casa contigua a la que habitara Gustavo Cerati en Coghlan, las primeras hipótesis y sospechas apuntan a un excompañero de la víctima.
Quién es el principal sospechoso del asesinato de Diego Fernández Lima
Diego Fernández Lima desapareció en 1984. Hace poco identificaron sus restos hallados tras 40 años en la demolición de una casa donde vivió Gustavo Cerati
el pedido de localización de Diego Fernández Lima en 1984.
La demolición de una casa tuvo un arista insospechada. Los obreros encontraron un cuerpo de una persona que había sufrido una muerte violenta e intento de descuartizamiento”. La identificación también asombró ya que pertenecía a un adolescente de 16 años que había desaparecido y había sido intensamente buscado por su familia cuatro décadas atrás.
Ahora la pesquisa policial apunta a Cristian Graf, que actualmente tiene 56 años y que conocía a la víctima desde la infancia. Habían sido amigos desde el preescolar, cursaron juntos toda la escuela y compartieron estudios en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36. Fue en ese período cuando Fernández Lima desapareció y no se volvió a saber de él.
El elemento clave que reforzó la hipótesis de los investigadores es que el cuerpo fue hallado en la misma casa donde vivía Cristian Graf y en la que aún vive su madre. Cristian Graf, por su parte, vive cerca y nunca dejó el barrio.
La investigación
Javier Fernández, el hermano de Diego no sabe por qué su hermano estaba en esa casa. "Hoy me dijeron desde la fiscalía que teóricamente ahí vivía la familia Graf de toda la vida. No lo sabíamos hasta ayer”. Conozco a sus compañeros de primaria de la Escuela N°8 en Boedo. De la secundaria, nadie. No recuerdo ningún nombre de la secundaria”.
Un compañero de ambos jóvenes, que actualmente vive en Europa, se comunicó con la Fiscalía tras enterarse de la noticia en el chat de egresados de Whatsapp. este viernes iba a prestar declaración testimonial vía Zoom ante el fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación. “Está claro que Fernández Lima fue asesinado. No sabemos si solo hubo un asesino. La intención, a partir de que ahora sabemos que en la casa donde fue enterrado el cuerpo vivió y aún viven integrantes de la familia Graf, es reconstruir lo que pasó hace 41 años”, dijeron fuentes judiciales.
Aun cuando se llegue a una certeza sobre el sospechoso, por el tiempo transcurrido, la causa podría prescribir.
“41 años de mucho dolor, angustia y tristeza”
Sobre Cómo fue la última vez que Diego interactuó con su familia, antes de su desaparición en las inmediaciones de los barrios de Belgrano y Villa Urquiza, su hermano dijo a LN+: “Fueron 41 años de mucho dolor, angustia y tristeza. Se fue a las dos de la tarde comiendo una mandarina. Le dijo a mi vieja: ‘Voy a la casa de un amigo y después al colegio’. Él estudiaba en un industrial, a 3 cuadras y nunca más apareció hasta ahora”.
Asimismo, contó que las primeras sospechas de su familia sobre la desaparición de su hermano giraron en torno a supuestas sectas que traficaban órganos. “En ese tiempo estaba muy de moda. Yo vi recortes del diario de él. Mi viejo insistía que lo habían secuestrado por eso. Él tenía esa idea. Yo era muy chico, tenía 10 años. Después creciendo fui enterándome de a poco todo”, afirmó y agregó: “Mi papá murió buscándolo. Tuvo un accidente buscándolo en bicicleta justamente en la calle Galván y Congreso. Lo atropelló una camioneta y falleció en el acto”.
El deseo de su familia es darle un último adiós de manera digna: “En algún momento vamos a poder tener los restos de Diego, pobrecito, para poder despedirlo como se merece. Necesito justicia para él”.
Hallazgo inesperado
El 20 de mayo de 2024, personal de la Comisaría Vecinal 12C fue alertado sobre el hallazgo de restos óseos humanos en una obra en construcción en la calle Congreso al 3.700.
Los obreros, al realizar tareas de excavación, encontraron los restos del cuerpo. La fiscalía, a cargo de Martín López Perrando, convocó al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para analizar los restos. A finales de junio, el EAAF entregó un informe clave al fiscal López Perrando.
Los peritos determinaron que los huesos correspondían a un hombre de entre 16 y 19 años y más tarde, con la declaración de la familia, se esclareció la identidad.
“Se trató de una muerte violenta”. “No se sabe si la puñalada provocó la muerte, pero sí con certeza sabemos que el muchacho fue apuñalado. La herida cortopunzante estaba a la altura de la cuarta costilla, como por detrás del brazo. También hay signos de que se intentó desmembrar el cuerpo”, precisaron.
Un licenciado en seguridad higiénica, encargado de garantizar un entorno laboral seguro para los obreros relató el momento del hallazgo: “Cuando estaba paleando a uno de los chicos se le abrió un hueco y empiezan a caer todos los restos hacia la obra. No estaban en una bolsa. Estaban a una profundidad de 40 a 50 cm aproximadamente. Se cayó primero el fémur. Un colega, me llamó y me dijo que había unos restos óseos en la obra. Yo vi el reloj, la llave, los llaveros. Se pusieron todas las estacas con las cintas de peligro. Nosotros nos dimos cuenta que habíamos encontrado un cuerpo. Después vino la policía y nos sacaron. Nos dijo que podría ser una persona desaparecida durante la dictadura”.
Asimismo, afirmó que mantuvo junto con sus compañeros breves diálogos con Cristian Graf: “Había hablado con él unos días antes, habíamos roto sin querer el caño maestro del agua. Bueno viene y nos comenta que esto era una iglesia, quizá los curas enterraban ahí’, después dice de un establo y a lo ultimo dice ‘mira una vez pedimos un camión de tierra para nivelar el fondo que tenía una pileta, los huesos pudieron haber venido con el camión. Yo nunca vi algo así. Hablando con un maquinista me dice´es imposible, nosotros tenemos ver todo lo que cae y no vimos nada’. Yo no lo volví a ver más”.