El neumonólogo Luis Larrateguy dialogó con La Radio de UNO (La Red Paraná 88.7) sobre cómo conciliar el sueño, las consecuencias del mal dormir, encuestas realizadas en pacientes post-covid, secuelas del coronavirus en las personas y, además, destacó que el virus, junto al barbijo, llegaron para quedarse.
Cómo conciliar el sueño en tiempos de pandemia
"Una encuesta que hemos realizado en Latinoamérica asegura que alrededor de un tercio de las personas ha sufrido insomnios y otros trastornos del sueño durante la pandemia y ha aumentado sus siestas. Esto demuestra la calidad mala del sueño. Si uno necesita dormir más de 20 minutos diarios de siesta, que es lo lógico, está demostrando que tiene una deuda de sueño, es decir, o no duerme de noche o tiene un sueño de mala calidad", expresó.
"Hacemos el seguimiento de pacientes post-covid y estamos encontrando trastornos del sueño en un 10 o 15% de los pacientes. Pueden ser apneas del sueño, aumento del ronquido y en algunos casos insomnios o pesadillas", dijo Luis Larrateguy.
Sugerencias para conciliar el sueño
Con respecto a aquellas personas que les resulta "complicado" dormir por la pandemia, los problemas, la ansiedad, el trabajo, incertidumbre, entre otras cosas, el reconocido médico paranaense sugirió: "Hay que dormir al menos ocho horas al día y que ese sueño sea nocturno, de la mejor calidad posible: habitación confortable, que tenga alrededor de 18° de temperatura, colchón y almohada de buena calidad. Por otro lado, hay que tener lo que llamo 'higiene de sueño' que consta de ir apagando las luces de la casa a medida que vamos llegando a la hora de dormir, ir apagando las pantallas, tratar de cenar liviano y acostarse dos horas después de la cena (evitando alcohol, cafeínas y bebidas colas). Además, no hay que tomar sedantes para ir a dormir; los tranquilizantes como clonazepam, alprazolam, etc. no son hipnóticos".
Tipos de consecuencias al dormir mal
"El dormir en mala calidad tiene repercusiones al día siguiente. Tenemos menos mediadores químicos cerebrales, la memoria empieza a fallar, hay dificultad para concentrarse, irritabilidad, mal humor, reacciones extrañas. Mientras que el mal dormitar a la larga genera trastornos cardio y cerebrovasculares. Inclusive, hay alteraciones en la secreción de insulina, por lo cual los pacientes pueden tener mayor predisposición a la diabetes y aumento de la obesidad porque se produce una resistencia a la leptina que genera trastorno alimentario durante el día", finalizó Luis Larrateguy.