El fenómeno Franco Colapinto ha llevado a preguntarse si es posible volver a organizar un Gran Premio de la Fórmula 1 en Argentina. Hoy en día, por los costos, el sueño parece lejano. Han pasado 26 años del Gran Premio de Argentina, la última vez que la principal competición de automovilismo internacional pasó por el país.
¿Se puede soñar con el regreso de la Fórmula 1 a la Argentina?
El fenómeno Franco Colapinto ha llevado a preguntarse si es posible volver a organizar la F1 en Argentina. Hoy en día, por los costos, el sueño parece lejano.
Por Gerónimo Flores
La carrera se llevó a cabo el domingo 12 de abril de 1998 en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, anteriormente conocido como, Autódromo 17 de Octubre, Autódromo Municipal y Autódromo Oscar Alfredo Gálvez (Buenos Aires). Allí, el piloto alemán Michael Schumacher dio cátedra y ganó con Ferrari en lo que fue la última función del certamen en tierras argentinas. El segundo puesto fue para el finlandés Mika Häkkinen con McLaren y el tercero, para el británico Eddie Irvine, también con Ferrari.
El último GP de Argentina
En el año 1999, el GP figuraba en el calendario provisional, aunque finalmente fue excluido del mismo por desacuerdos entre los organizadores y la Federación Internacional del Automóvil (FIA). La falta de apoyo estatal e inversión privada, sumada a la ausencia de pilotos nacionales, lo fueron sacando poco a poco del calendario internacional.
Las eternas promesas
A mediados de 2011, se anunció la construcción de un complejo llamado Velociudad. El mismo iba a estar ubicado en Zárate (Buenos Aires) e iba a contar con instalaciones de última generación. En febrero de 2012, la entonces Presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que el Gran Premio volvería al país en 2013 en un circuito urbano que iba a estar localizado en Mar del Plata. Pero eso nunca ocurrió.
A finales de 2015, el dirigente deportivo británico Bernie Ecclestone (fue presidente y director ejecutivo de la Formula One Management y la Formula One Administration) reconoció que era posible pensar en un futuro regreso de la Fórmula 1 a suelo argentino. Por su parte, en enero de 2016, el entonces Ministro de Turismo, Gustavo Santos, comunicó que uno de los objetivos del Gobierno era concretar el retorno de la máxima categoría de automovilismo.
Finalmente, a principios de 2018, comenzaron a circular rumores de que el Gran Premio volvería a disputarse en 2020. Luego, en abril del mismo año, previo a conmemorarse 20 años del último GP disputado en Buenos Aires, los por entonces ministros del interior y de transporte, Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich, brindaron una conferencia de prensa refiriéndose a la posibilidad del regreso del Gran Premio. Pero finalmente, ambos se abstuvieron de hacer referencia a las versiones que circulaban de que el país podría volver a recibir a la F1.
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Una inversión millonaria
Por otro lado, una de las principales trabas para que Argentina vuelva a ser parte del calendario de la Fórmula 1 son los costos. En primer lugar, se debe poseer un gran caudal de dinero para pagarle a la Formula One Management (un grupo de empresas responsables de la promoción del Campeonato Mundial de Fórmula Uno de la FIA y del ejercicio de los derechos comerciales de este deporte). Se estima que la tarifa de organización cuesta más de 50 millones de dólares al año (y sigue aumentando), una suma totalmente irrisoria, si se tiene en cuenta la actualidad económica del país y los masivos recortes por parte del Gobierno de turno para tratar de estabilizar la economía. A su vez, se necesita una pista de Grado 1 certificada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), ya que en términos generales, las categorías más altas se distinguen por el peso de los coches que van a competir en un circuito en relación con la potencia que producen. Como los coches de la F1 producen alrededor 1.000 CV de potencia y pesan unos 798 kg, no pueden correr en una circuito con una categoría inferior.
Finalmente, es importante disponer de grandes habilidades de promoción para conseguir que la gente compre entradas y gaste dinero en la pista, sino, no servirá de nada realizar una gran inversión y que luego, la pista quede vacía. Los precios de las entradas van desde los $199 a $783 dólares. Pero considerando el fanatismo de los argentinos por los fierros, este punto podría quedar fuera de la discusión.
Tal vez, la euforia de tener un piloto argentino en la Fórmula 1 después de 20 años, sea el punto de inflexión para volver a ilusionarse con volver a ser parte del campeonato más prestigioso del mundo. Una similitud que sucedió a finales de la década de 1940, cuando Argentina por ese entonces, estaba considerada para ser sede de una carrera del Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 1950. Pero la falta de un autódromo adecuado hizo que para darle el carácter de Mundial al campeonato los organizadores incluyeran las 500 Millas de Indianápolis, que atraía pocos pilotos de la Fórmula 1. En su momento, el Presidente Juan Domingo Perón, impulsó la creación del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, animado por el éxito del piloto argentino Juan Manuel Fangio (campeón de la Fórmula 1 en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957).