Ana Gallay recibió un merecido reconocimiento en su Nogoyá natal. Ayer, en el bellísimo Polideportivo Municipal dos canchas de beach volley pasaron a llevar su nombre.
Nogoyá distinguió a su orgullo nacional: Gallay
Ana estuvo ayer en el Polideportivo Municipal de su ciudad, donde dos cachas llevarán de ahora en más su nombre.
24 de septiembre 2016 · 09:47hs
Para ello se desarrolló un acto donde asistieron la jugadora, que tiene en el lomo dos Juegos Olímpicos (Río de Janeiro y Londres), familiares, amigos y dirigentes políticos. Ovación no se perdió cónclave.
"Estoy muy contenta de estar acá en mi ciudad, lástima que son pocos días, pero nos sirven para visitar la familia. Acá fue donde me inicié con todos los chicos de vóley, con el Negro Duré, Matías y Horacio. Veníamos todas las tardes a jugar y es un orgullo. Agradezco al municipio por este presente y ojalá se pueda desarrollar el beach volley acá. Es un gran mino este y por suerte puede estar toda mi familia".
"Más allá del pueblo que me encanta, yo vengo pura y exclusivamente por mi familia. Los extraño un montón y solo vengo dos o tres veces al año. En este último tiempo no veía las horas de llegar a mi casa para compartir con mi familia, más allá de que a mis padres los tuve en los Juegos los 15 días. Me faltaban mis hermanos y acá estamos pasándola bien, comiendo asados, juntándonos todas las noches o al mediodía, cuando se puede", confió Ana respecto de lo que significa regresar a su querido Nogoyá.
Luego la entrerriana, quien hace pareja con Georgina Klug (Santa Fe), se refirió a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro donde las argentinas no clasificaron luego de perder ante España, Brasil y República Checa. "Es un sabor medio amargo. La realidad es que ir a un Juego Olímpico, que fue nuestro primer objetivo, clasificar en Hamburgo, fue una felicidad enorme. Para nosotros fue lo más importante. En Londres fui a participar y estaba feliz de estar ahí. Me pasa que en Río nosotras estábamos para enfrentar a cualquier equipo y la verdad es que no pudimos desarrollar nuestro juego. En un torneo en Austria, previo a los Juegos, con las mismas duplas metimos semifinales, entonces nuestras expectativas se habían elevado. Igualmente no debería haber sido así porque nosotras sabíamos dónde estábamos paradas. No se nos dio ningún resultado ni nuestro juego", analizó, y prosiguió: "Es tristeza nada más. Nos cuesta asumirla, pero en nuestro deporte hay revancha al toque. A la semana siguiente nos fuimos a Estados Unidos y clasificamos entre las ocho mejores para Toronto y ahí le ganamos a las campeonas olímpicas (Alemania). Y es lo que te digo, si estás bien le ganás a cualquiera. El partido fue parejo y se nos dio a nosotras. Felices por haberle ganado a las campeonas. Con ese equipo ya habíamos jugado cuatro veces y nunca le habíamos ganado. Ahora le ganamos. Con la mayoría de los equipos te cruzás un montón, le ganás y te ganan también. Es cuestión de cómo está tu día".
Copacabana no le sienta bien a la dupla nacional. Ana Gallay recordó: "Tuvimos un torneo en el verano en Copacabana, en el mismo lugar donde fueron los Juegos y perdimos los tres partidos. Copacabana no es nuestro lugar". Respecto de lo que se viene, la nogoyaense confió: "Ahora tenemos un mes de vacaciones y después arrancamos a entrenar porque el Circuito Mundial arranca temprano, como este año. Creo que comenzamos en Estados Unidos en enero o febrero de acuerdo a lo que se habló. Igualmente no hay un calendario confirmado, son solo rumores. Pero ahora necesitamos descansar porque fue un año largo, Después arrancamos de nuevo".
"La verdad que no es fácil un juego olímpico y estar es una alegría inmensa. Yo las dos veces que clasifiqué fueron los mejores días de mi vida. Esa alegría no tiene precio".