Como lo hacía frecuentemente, Juan Roberto Ovejero llamó al motomandado para que le llevara una provista a la casa donde estaba viviendo, en un campo de Oro Verde. Por alguna razón, aquella noche del 30 de diciembre último, cuando el joven llegó le apuntó con una escopeta al rostro y le disparó. David Rea, de 27 años, estuvo grave, perdió la visión de un ojo y casi la totalidad del otro. Ovejero se fugó y desde fin de año se encontraba prófugo. Hasta la mañana de este jueves, cuando la División Homicidios lo capturó en Santa Fe, luego de una silenciosa investigación. Ahora, el hombre de 69 años será imputado por intento de homicidio.
Detuvieron al hombre que baleó en la cara a un motomandado
Ovejero es oriundo de Santa Fe. Un hombre solitario que llegó hace un tiempo a Entre Ríos y vivía en una casa precaria cuidando un campo, ubicado en calle los Chañares al final. Además, estaba rodeado de numerosos perros que la Municipalidad de Oro Verde le dejaba para cuidar.
Según se pudo reconstruir en la investigación, Ovejero llamaba por lo menos semanalmente al motomandado para que le llevara alimentos y le pagaba al llegar. La versión de la víctima era que no hubo ningún altercado como para sufrir el disparo que casi le cuesta la vida. Con una escopeta y a corta distancia le disparó. Rea estuvo internado en el hospital San Martín porque la perdigonada le destrozó un globo ocular izquierdo y le afectó severamente el derecho.
La comisaría de Oro Verde allanó la finca del acusado y secuestró el arma de fuego utilizada en el ataque. Pero no encontraron al sospechoso, ni siquiera tras rastrillar el monte.
La fiscal de la causa, Paola Farinó, dio intervención a la División Homicidios de la Dirección Investigaciones para la búsqueda de Ovejero. Al principio, el misterio rodeaba al hombre por su carencia de familiares y allegados.
Luego de distintas averiguaciones realizadas en conjunto con la Agencia de Investigación Criminal de la Policía santafesina, supieron que había llegado de la vecina capital y obtuvieron su número de teléfono que fue intervenido. Pudieron establecer su ubicación aproximada a través de la celda que marcaba la antena de telefonía celular que captaba la señal de su línea. Y se realizaron vigilancias con personal encubierto en el barrio Santa Rosa de Lima, donde lo vieron algunas veces, aunque no salía casi nunca de la vivienda, donde parecía que no residía nadie. En las escuchas, el hombre hablaba con otras personas que lo asesoraban para que se mantuviera prófugo de la Justicia entrerriana.
La información recabada en forma silenciosa, fue puesta a consideración de la fiscal, quien solicitó el allanamiento y detención del acusado. El juez de Garantías Mauricio Mayer ofició las medidas mediante un exhorto que el juez del Colegio de Jueces de Primera Instancia Distrito Judicial Nº 1 de de Santa Fe, Jorge René Patrizi, recibió y autorizó.
De esta manera, con la participación del grupo especial de operaciones de la Policía de Santa Fe, de la AIC y de la División Homicidios, a las 7 de la mañana del jueves irrumpieron en la vivienda de calle Primer Pasaje Público donde sorprendieron a Ovejero, descansando. El hombre no opuso resistencia y fue trasladado a Paraná, donde quedó alojado en la Alcaidía de Tribunales.
La fiscal le imputa el delito de Homicidio simple en grado de tentativa y solicitará la prisión preventiva. Esta medida cautelar es la que más probablemente le dictará el juez, teniendo en cuenta que se trata de un hombre que estuvo más de un mes y medio prófugo y, por lo surgido en las escuchas, buscaba continuar evadiendo la Justicia. Habrá que ver cuál es la versión que el hombre aporta sobre lo sucedido aquella noche.
“Hubo una colaboración importante ente ambas fuerzas, compartimos información y cooperamos, porque los resultados son un beneficio para que se haga justicia”, dijo a UNO el jefe de la División Homicidios de la Policía entrerriana, Horacio Blasón. “Habíamos intervenido líneas telefónicas, mucha vigilancia, análisis de las comunicaciones, con personal infiltrado en el barrio para no alertarlo, fue un trabajo muy silencioso”, destacó el comisario.