La Cámara Civil porteña rechazó una demanda iniciada por un policía contra un supermercado donde intentó frustrar un robo y fue baleado en la cabeza, porque consideró que actuó en forma negligente al resistirse cuando había seguridad privada, lo que exime de responsabilidad al comercio.
Policía quiso evitar un robo, lo balearon y le niegan indemnización
El fallo fue dictado por la sala B del tribunal en una causa por "daños y perjuicios" iniciada contra Jumbo Retail Argentina S.A. por un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Según publica el portal judicial Eldial.com, el 12 de enero de 2010 Fabián Alejandro Peralta concurrió con su esposa e hijos a cambiar un producto al local Easy, ubicado dentro del hipermercado Jumbo de la localidad bonaerense de San Martín.
Al menos cuatro delincuentes armados fueron simultáneamente a las cajas de Jumbo y de Easy para robar la recaudación, tomaron rehenes y cuatro personas terminaron heridas de bala.
La clave del asunto es este:
Según la versión del policía, uno de los ladrones le apuntaba directamente en la cabeza a él y le gritaba a la empleada que le abriera la puerta de una bóveda que se encontraba cerca.
Sin embargo, otros testigos aseguraron que la cajera fue tomada como rehén mientras le apuntaban con el arma y que este policía comenzó a forcejear con el delincuente y en esas circunstancias recibió el tiro.
Al iniciar la demanda, el efectivo dijo que actuó "atento a la gravedad de la situación, y pensando en el grave peligro" al que estaban expuestos sus hijos y su esposa.
A la hora de analizar lo ocurrido, los jueces Mauricio Mizrahi, Claudio Feijoo y Omar Díaz Solimine señalaron en su fallo que no hay razones para dudar de los testigos, echaron por tierra la versión de Peralta y rechazaron su demanda.
"Más allá de poder comprender la reacción en una persona común, no hay duda de que fue el propio accionar del pretensor lo que originó la lesión que sufriera, quizás porque, como señala el juez de grado, se sintió con fe para abortar el atraco", remarca la resolución.
Señala que "sin embargo, no debe soslayarse que el accionante revestía la calidad de miembro de las fuerzas de seguridad, condición que, por la experiencia adquirida, tal vez su proceder debía ser otro".
"Quiero decir que en su calidad de oficial de las fuerzas de seguridad podía haber previsto que enfrentarse desarmado ante una banda de delincuentes armados y con total control de la situación por parte de ellos, podía acarrear consecuencias disvaliosas no sólo para él, sino incluso para su propia familia y demás terceros", agrega.
En su voto, el camarista Mizrahi recordó que en primera instancia se había hecho lugar a demanda y se había condenado a Jumbo, pero él entendió que -tal como argumentó la empresa al apelar- "el disparo que Peralta sufrió sobre su humanidad se debió a su exclusiva negligencia".
También se tuvo en cuenta que tanto en el hipermercado Jumbo como en Easy había vigiladores privados y que al menos cuatro de ellos -más dos policías bonaerenses que hacían adicionales- tomaron intervención directa en los hechos, tanto en su detección como en su contención.
Entonces, los jueces entendieron que "a pesar de las numerosas precauciones tomadas por las demandadas el hecho de violencia que analizamos en el presente caso no estuvo en condiciones razonables de ser evitado".
"No es dable exigirle al supermercado una garantía absoluta de indemnidad a favor de sus clientes, lo cual sería un despropósito, dado que aquel no cumple funciones estatales", concluyeron.